Luego de que se conociera ayer la aprobación de los protocolos federales para una vuelta escalonada a las clases presenciales, el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de Salta deberá presentar un plan jurisdiccional de retorno a clases que tendrá que ser aprobado por las autoridades nacionales de Educación.
En el marco de la 97° asamblea del Consejo Federal de Educación se aprobó de manera unánime el Protocolo Marco y los lineamientos federales para la vuelta a las aulas de los últimos años de los niveles primario y secundario. De esta manera, Salta se adhirió a los dictámenes consensuados y tendrá un retorno reducido y gradual. En dicha resolución se fijan los lineamientos obligatorios marco y recomendaciones generales para las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Por ello, las provincias deberán presentar un Plan Jurisdiccional ante el Ministerio de Educación de la Nación. Este deberá contemplar en su organización y alcances, lo establecido en el documento acordado en el Consejo Federal y tener la aprobación de las máximas autoridades educativas y sanitarias de cada jurisdicción. Según trascendió, en Salta, los estudiantes de séptimo grado regresarán en agosto y los de quinto año de secundaria, en septiembre. Estos últimos tienen mesas de exámenes de terminalidad de carrera hasta fines de agosto .
El ministro de Educación salteño, Matías Cánepa, aseguró que “este protocolo regirá en toda la Nación para una vuelta escalonada de clases presenciales que será reducida pero que permitirán mejorar los procesos de aprendizajes en los que se vienen trabajando. Esto se realizará de manera gradual y siempre que lo permita la situación epidemiológica y priorizando en una primera etapa a los alumnos que se encuentran cursando el último año sea de nivel primario, secundario o terciario”.
El protocolo aprobado deberá adecuarse a la realidad de cada provincia y deberá ser en diálogo con los sectores docentes, según difundieron en un comunicado del Ministerio de Educación de Salta. En este sentido, los gremios docentes vienen peleando sobre tres pilares para un retorno eficaz : la garantía de los elementos de higiene y seguridad para la prevención, la cobertura de cargos vacantes y las suplencias de trabajadores que pertenecen a los grupos de riesgo, y también reclaman el mejoramiento del estado edilicio de los establecimientos educativos.
El sector de Docentes Autoconvocados sacó la semana pasada una encuesta que realizó a más de dos mil docentes salteños, en la que se dejó en claro que al menos el 52% de la planta optaba por retomar las clases luego de que pase la pandemia.
En tanto, Cánepa dijo que se está trabajando “para que todas las escuelas puedan cumplir con estos lineamientos”. Además, subrayó que si alguna unidad educativa no está en condiciones “no podrá abrir sus puertas hasta que el problema sea subsanado”.
Las bases del protocolo se establecieron con criterios sanitarios y de seguridad en el trabajo, así como de organización escolar y pedagógica. Se constituyó un piso mínimo de requerimientos para la apertura de instituciones educativas, a partir de los cuales cada jurisdicción podrá adecuarlos a la realidad local. Esos requerimientos prevén el rediseño de la dimensión física y del distanciamiento físico, el tiempo de exposición, la higiene personal, entre otros.
Además, los séptimo grado y quinto año tendrán una modalidad “bimodal”. Esto implica que se articulen tiempos de presenciabilidad y no presenciabilidad. Las fechas para ese dictado serán establecidas por cada unidad educativa.
Por su parte, el ministro de Educación de Nación, Nicolás Trotta, dijo que la nueva asamblea del Consejo Federal de Educación “es parte de la estrategia conjunta que venimos transitando para poder proyectar un regreso seguro a las aulas, priorizando siempre la salud de toda nuestra comunidad educativa”.
"La realidad de la circulación del Covid-19 en el país es muy diversa, por eso sostenemos la importancia de la construcción de consensos ayudando a contener y derribar los lógicos temores que pueden tener nuestras familias, docentes y estudiantes”, añadió.
Según señaló Trotta, los pasos que deberá tomar cada provincia son tres. El primero, será establecer la situación de la circulación del virus en cada localidad. Luego se deberá acondicionar las escuelas para dar garantía de higiene y seguridad. Por último, “tenemos la obligación de avanzar en las instancias de formación y capacitación del personal docente y no docente de cara a la vuelta a las escuelas, al mismo tiempo que prepararemos a nuestras y nuestros estudiantes y familias para la nueva normalidad de las aulas”.
El protocolo federal
Las bases del protocolo aprobado son el lavado de manos y uso de alcohol en gel; se especifica que en cada establecimiento debe existir agua potable, jabón, alcohol en gel y cestos de basura. Los gremios docentes de Salta ya habían denunciado que existían escuelas, la mayoría en el Chaco salteño, donde no hay suministro de agua potable.
En cuanto al ingreso de los cursos, se dispuso que no van a entrar todos a la misma hora. La alternativa es que se establezcan diferentes horarios de ingreso para evitar la aglomeración en las puertas de las escuelas y descongestionar el transporte público en las principales ciudades. En Salta aún no se conocen las gestiones concretas para el uso del transporte público ni para la planta docente ni para el alumnado.
La utilización del tapabocas será obligatorio en todo momento, tanto para alumnos como docentes, directivos, no docentes, auxiliares y personal administrativo. A su vez, deberá haber distanciamiento de 2 metros en patios y lugares comunes y de 1,5 metros en las aulas. Para cumplir con esta normativa se dividirán los cursos en dos o más grupos, quitando la posibilidad de que asista el curso completo.
En cuanto a las actividades físicas, solo se realizarán aquellas que no impliquen contacto físico. Y los recreos serán replanteados.
Por último, en el caso de que hubiera sospecha de que alguien está enfermo o es confirmado el contagio con la Covid-19 dentro de las escuelas, se deberá realizar el aislamiento e hisopado del estudiante o docente, además de rastrear los contactos directos. Ese curso no asistirá a clases hasta confirmar o descartar el contagio y si, llegase a ser positivo, el curso completo deberá aislarse por 14 días, por considerarse contacto estrecho.