Carpinchos y gansos fueron expulsados de un barrio privado en Berazategui en un particular episodio. La administración del Country Abril encerró a los animales en jaulas para trasladarlos fuera del predio porque algunos residentes habían presentado denuncias por sentirse invadidos y otros inclusive aseguraron haber recibido ataques. Lo curioso es que los animales se quedaron cerca del alambrado esperando para volver a su hábitat natural, lo que fue definido entre burlas por algunos vecinos como una "protesta".
"Desde hace unos meses atrás habitantes del Country Abril nos vienen contando la situación de que hay personas del lugar a las que les molestan los animales silvestres de la laguna y dan órdenes permanentes de sacarlos”, señaló en un comunicado el grupo Guardaparques del Parque Pereyra, en su página oficial de Facebook, el miércoles pasado.
Los vecinos del lugar presentan posiciones enfrentadas. Algunos difundieron también la expulsión de los carpinchos a través de sus redes sociales de forma crítica y aseguraron que solo "son un grupo de 10 personas" los que se quejaron de la presencia de los animales. La gente de la zona explica que en el interior quedaron muchos ejemplares adultos, que solamente buscan volver con sus familias.
El country está ubicado a 33,5 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tiene 1.170 lotes y una extensión de 312 hectáreas en la que hay 10 canchas de tenis, tres de fútbol y espacios para practicas hockey, paddle, squash, básquet y hasta un club hípico, comercios pequeños y un colegio. Uno de sus principales atractivos es el contacto con la naturaleza.
Desde el directorio del barrio cerrado argumentan que los animales no son autóctonos del lugar. Por otro lado, alegan que la Dirección de Fauna y Flora de la Provincia de Buenos Aires había sido notificada de la situación como exige el código Rural-Decreto Ley N°10081/83.
La norma estipula que no se puede ejercer acción sobre el animal sin previa autorización de las autoridades gubernamentales. La captura, traslado, y/o muerte de los mismos, como de cualquier otro animal de la fauna silvestre, representa una infracción a sus artículos 269, 272 y 273.