La situación de encierro que impone la pandemia mundial por Coronavirus golpeó duro en el mundo artístico. También, obligó a buscar maneras nuevas y creativas de llevar adelante una actividad que es sostén de muchas familias, por un lado, pero también recreación, entretenimiento y desarrollo lúdico del otro. Página/12 reunió (virtualmente) a Diego Mazurok de Valor Vereda, Marcela Herrrera de Bigolates de Chocote, y Trinidad Padilla de Anda Calabaza para conversar sobre VaCASAciones, un ciclo de espectáculos, talleres, meriendas grupales y conversatorios para adultos que ofrecen para toda la familia. “Primero surgió hacer recitales. ¡14 días!”, recuerdan y ríen. “Después pensamos cosas para acompañar a las familias, una mirada integral con arte, juegos, talleres, conversatorios para padres... Y se armó una síntesis: una semana de experiencias que tienen que ver con la música, el arte, el juego y con la familia”, coinciden sobre lo que puede verse entre el domingo 5 y el viernes 10 de julio por la plataforma Zoom.
Durante esos seis días habrá actividades a las 11, 14, 17, 20 y 22.30: propuestas artísticas, talleres de juegos, yoga, construcción de instrumentos y reciclado, show en vivo y una merienda con los artistas, lectura de cuentos y a la noche el conversatorio para compartir experiencias y reflexiones entre adultos. “La intención es llegar, cada uno desde su casa, a las casas de las familias”, explica Mazurok, y para hacerlo modifican la idea del vínculo entre los chicos y la tecnología: “Antes el discurso era que los chicos no estén tanto con el celular o la computadora. Nosotros lo militábamos también porque está buenísimo para proponer un juego, o hacer música en vivo para que los chicos vayan al teatro con la familia”, analiza. Pero ahora, “en esta nueva realidad usamos las pantallas a favor. Había que hacer algo para tratar de que lo que les pase a las familias sea más o menos lo mismo que lo que les pasaba en el en vivo”, acuerdan y se entusiasman con la llegada de las diferentes actividades a cada hogar.
Los tres grupos, además de coordinar las distintas actividades que se ofrecen durante toda la semana, presentan sus espectáculos para toda la familia durante la semana. Y después de cada show los chicos van a poder merendar con los grupos y hacerles todas las preguntas que quieran. Valor Vereda presenta Canciones para no tener miedo, narraciones y canciones para decir que los valientes también tienen miedo, pero se animan a enfrentarlo. Está contado a través de la historia de amor entre un grillo y la jirafa reina de la selva. Por su parte, Bigolates de Chocote ofrece Bigolates en casa, un recital en el que una serie de narraciones y el diálogo con el público dan pie a cada una de las canciones. Y Anda Calabaza estrena Conexión, cuatro artistas que quieren hacer un espectáculo virtual y deben sobreponerse a los problemas que las dificultades de conexión les trae, y usan eso para contar historias y cantar.
-¿Cómo es la experiencia del artista en estos nuevos formatos virtuales?
Diego Mazurok: -Al principio tenía un rechazo contundente. ¡Me pasó de todo! Una montaña rusa de emociones, hasta que entendí que se podía traspasar la pantalla. Resistirse por compararlo con cómo era la vida antes ya era insostenible. Hubo que arremangarse y aprender qué era un vivo de Instagram, o cómo se hace un Zoom para 500 personas. El primer problema que tuve fue el delay. ¡Qué manera de pisar gente! (risas) Eso solo ya era un show. Así le agarré la vuelta, y ahora me gusta mucho. Logra traspasarse la pantalla, y se disfruta también de este modo.
Trinidad Padilla: -A mí me divertían los vivos pero nunca los hacía, entonces cuando apareció esta oportunidad no la dejé pasar. Los chicos de la banda un poco se resistían a hacerlo, ¡pero son muy divertidos! Es muy entretenida la dinámica, es como un ritual: va apareciendo gente, hacen comentarios. Funciona cuando entendés el lenguaje. Como en todo juego hay reglas, y entendiéndolas uno puede comunicarse creando cosas nuevas. Es ir armando el código, la rutina y de a poquito se va logrando la identidad del encuentro. Más allá de la distancia, se siente la sincronicidad y la conexión desde donde cada uno está. Y cuando sucede es muy valioso.
Marcela Herrera: -Nosotros ya hicimos funciones virtuales, y la sensación fue que ya eran vacaciones de invierno. Era una adrenalina que nos sorprendió porque estábamos poniendo todo. El lenguaje es nuevo, pero la energía que poníamos para estar conectados hizo que se sintiera como un día de vacaciones de invierno. Nos quedó esa experiencia en el cuerpo, la intensidad que puede tener un encuentro de estas características que es distinto pero tiene su magia también. Por eso VaCASAciones lo pensamos en base al entorno cotidiano para que sea una experiencia, encontrarle el ritmo y ver qué te pasa con esta modalidad nueva.
Entre quienes ya “sacaron entradas” hay familias de Chile, Ecuador, Alemania y Estados Unidos. Y, por supuesto, de la ciudad y el interior argentino. Las actividades se realizan en vivo por Zoom y quedan luego disponibles toda la semana en YouTube para aquellos que no puedan participar en vivo. Para Padilla, la situación de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio “nos unió a todos en el sentido en que todos somos un poco padres, docentes, productores, artistas, y en esa empatía de compartir los múltiples roles surge esa magia de crear algo juntos”, apuesta. Y en esa superposición (obligatoria) de roles, las herramientas a disposición ayudan a transitar mejor una situación inesperada y extraordinaria para el mundo entero. “Es la oportunidad de conocer nuevas historias, nuevos personajes. Compartimos una manera de jugar, y una mirada de cómo hacerlo a través de la imaginación con lo que tenemos en casa”, concuerdan Mazurok, Herrera y Padilla, antes de despedirse.
Las consultas y reservas de localidades pueden hacerse a [email protected] o en Instagram.com/Vacasaciones.