El afiche de Red Hot Chili Peppers en la pared, un tiro al blanco como deporte y ropa sucia en el piso. El cuarto de Julien (Sébastien Chassagne) huele a ese espíritu que tan bien describiera Nirvana. La mamá entre a la habitación y despierta dulcemente a su hijo llevándole el desayuno a la cama. El punto es que el niño tiene 31 pirulos y está a punto de enterarse de que es padre de un quinceañero llamado Jacques (Théo Fernandez). Con ese cuadro abre Irresponsable (Europa Europa los jueves a las 22 y dispuesta en Flow), comedia que retrata la peor pesadilla de un tipo adepto al síndrome de Peter Pan y que debe romper con su pubertad mental.
Creada por los hermanos Rosset, la serie francesa habita en ese universo retratado en películas como Un gran chico (Chris y Paul Weitz; 2002) y Un papá genial (Dennis Dugan; 1999) enfocado en adultescentes forzados a criar a un menor más criterioso que el propio protagonista. A esa intención explícita y despreocupada se le suma el french touch visto en la encantadora Le Nouveau (Rudi Rosenberg; 2015). La gran diferencia es que al personaje principal de aquella le correspondía vivir la edad del pavo, Julien, en cambio, lo es. Chistes sobre marihuana, jugar a la Play y la paternidad forzada en episodios que duran menos de media hora. Irresponsable consta de tres temporadas.