El Tribunal Oral Federal de Mar del Plata debe definir, por estas horas, si el ex espía del Ejército Eduardo Salvador Ullúa deja la cárcel vip de Campo de Mayo y continúa cumpliendo prisión preventiva en su casa. "Justo hoy, cuando se conmemora el Día Nacional del Abogado víctima del terrorismo de Estado", señalaron desde Historias Desobedientes en relación a gran parte de las víctimas de Ullúa, quien como integrante de la patota de la Concentración Nacional Universitaria, aportó datos para el secuestro y posterior asesinato de los abogados de La Noche de las Corbatas, entre otras tantas víctimas. Ullúa estuvo prófugo de la Justicia y en la actualidad es acusado en dos juicios por delitos de lesa humanidad.
El caso es otro más que se suma al efecto dominó que provocó el hecho de que el represor del Hospital Posadas Luis Muiña se contagiara de coronavirus durante su estadía en un hospital de San Miguel, semanas atrás. Con el voto mayoritario de los jueces Carlos Mahíques y Guillermo Yacobucci --el tercer magistrado, Alejandro Slokar, votó en disidencia-- la Sala exigió al TOF marplatense que revise la decisión que había tomado a fines de abril, de rechazar el beneficio para el represor, imputado en el segundo juicio que se desarrolla por los crímenes de la CNU en Mar del Plata y en el tercero que se lleva a cabo en la misma ciudad por secuestros, torturas y abusos sexuales en el centro clandestino conocido como "La Cueva".
"Está a punto de quedar en libertad y advertimos acerca del alto grado de peligrosidad que para los familiares de sus víctimas y la comunidad toda significaría dicha posibilidad, no solo por su condición de criminal de lesa humanidad, también remitiéndonos al antecedente de su situación como prófugo durante nueve años", puntualizaron desde el colectivo que integran familiares de genocidas por la Memoria, la Verdad y la Justicia tras oponerse a la posibilidad de que el TOF finalmente habilite el beneficio.
El abogado defensor de Ullúa había solicitado el arresto domiciliario para él amparado en la emergencia que implicó la pandemia de coronavirus y las consiguientes medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio puestas en marcha por el Gobierno nacional. A fines de abril, los jueces Daniel Obligado, Sabrina Namer y Fernando Machado Pelloni consideraron que con las medidas de prevención aplicadas por el Servicio Penitenciario Federal en la unidad penal 34, donde está preso Ullúa, era suficiente.
Por su puesto, la defensa del espía apeló a la Cámara Federal y el expediente quedó en manos de la Sala II, proclive desde el comienzo de la pandemia a habilitar morigeraciones de pena para represores bajo la excusa del riesgo de contagio que corren en las cárceles donde cumplen condenas o preventivas. Tal como actuaron ante pedidos de represores acusados o condenados en las causas “Esma”, “Saint Amant” y “V cuerpo del Ejército”, Mahíques y Yacobucci admitieron el positivo de Muiña como elementos definitorio para que los magistrados del tribunal vuelvan a ponderar la posibilidad del otorgamiento del beneficio, en este caso, a Ullúa.
El ex espía está imputado como ex integrante de la CNU de haber hecho inteligencia para el Ejército y aportado datos para el secuestro y asesinato de los abogados víctimas de la Noche de las Corbatas y otras víctimas, en especial mujeres que tras ser secuestradas fueron violadas en el centro clandestino de detención La Cueva. Estuvo prófugo durante nueve años hasta que en 2017 fue capturado.