@humoristarudy

¿Cómo le va, lector? ¿Cómo anda? ¿Cómo lo trata la vida? ¿Estamos pasando tiempos difíciles, no? ¿Existen acaso los tiempos fáciles? Hay una maldición china que dice “ojalá te toquen vivir tiempos interesantes”. Ya la hemos mencionado en este mismo espacio, pero lo volvemos a hacer, porque a veces  nos asombra la vigencia de esta maldición.

Por favor, lector, no nos diga que  hacemos mal en mencionar una maldición china, que nuestro país cuenta con la posibilidad de generar nuestras propias maldiciones argentinas, que con esta política de usar maldiciones importadas le estamos sacando laburo a los maledicentes nacionales.

Puede ser. Pero no estamos de acuerdo. Pensamos que en estos últimos meses el gobierno ha puesto todo su empeño en que nuestras maldiciones locales sean efectivas, eficaces y eficientes. De hecho, son mucho más poderosas y caras que la  china que acabo de mencionar. Hay quien proyecta importar maldiciones argentinas a todo el mundo, e intercambiarlas por zapatos, alimentos, leche y otras cosas que no vamos a poder fabricar más (por efecto de una de esas maldiciones “ojalá que el partido neoliberal que votes, gane y gobierne”) 

Hay quienes dicen que en verdad hay una sola maldición, y es “ el gobierno anterior”: “se robaron todo, ni las maldiciones nos dejaron, por eso tenemos que fabricar nuevas”. Sospechamos que es gente que está bajo los efectos de una maldición “Ojalá mires ciertos canales y les creas todo lo que te dicen”. Pobres.

Nos parece que de esto no se salva nadie. Nuestro propio excelentísimo Mauricio, incluido: parece que alguna hechicera (o hechicero, esto no es un tema de género) le espetó ”Ojalá caigas en las declaraciones públicas y metas la pata en cuanto lapsus tengas a mano”. Si no, hay cosas que no se entienden.

No sólo, pobre Mauricio. Parece que, basta que él apoye a Hillary para que gane Trump. Basta que él prometa algo, para que pase absolutamente lo contrario. ¡Hasta Mirtha lo invita a cenar por TV justo el día que despierta contestataria! ¡Cada vez que organizan un acto a su favor… llueve y no va nadie!!!

¡A nosotros no nos engañan… que haya tanta inflación, tantos despidos, tanto aumento de tarifa, tantos derechos perdidos o disminuidos, no es casualidad, algo malo hay ahí!

Pero bueno, lector, usted ya nos conoce, somos científicos, o al menos, creemos en la razón antes que en la superstición. Hablando de  eso, ¿sabe de dónde viene la palabra “superstición? Mire, “supérstite” quiere decir “sobreviviente”, o sea que “supersticiones” son las cosas que la gente hace, o no hace, pensando que de esa manera le va a ir mejor en la vida, que va a “sobrevivir”.

¿Será entonces que esto de “sincerar” los precios, elevar las tarifas al cielo, abrir la importación de todo, frenar las paritarias, despedir gente, y echarle la culpa de todo al gobierno anterior, son supersticiones, creencias de que de esta manera va a sobrevivir, quizás políticamente?

¡Por favor, un poco de raciocinio! ¡SOS Descartes!

Sí, lector, lo decimos de  esta manera porque  decir que “hay quien tiene la mala suerte de caer en la educación publica”, siendo que es el ámbito en el que “cae” más de la mitad de la población, y que es el propio Estado el encargado de cuidarla. Es como decir “no nos confíe sus hijos a nosotros, somos horribles educando a los chicos” ¿quien va a votar a  un partido que hace tan mala propaganda de sí mismo? ¡ Esto no es sinceramiento, Mau, es sincericidio!

Ni que hablar de cuando se les propone a los maestros y a los alumnos que se dediquen a manejar drones. ¡Es una incitación al escarnio popular! No solamente por la simple rima  “drones, ladrones”, sino porque mas de uno, levemente pero no demasiado mal pensado, va a sugerir que algún primo segundo, cuñado, tío abuelo o compañero del colegio privado mauricial, vicemauricial o similar, puso una fabrica, una escuela, o un negocio de compraventa de drones.

Y va a tener razón.

Pero la sociedad estas maldiciones no se las banca bien.

Y entonces, hace lo que pueden hacer las sociedades. Marcha.

Y este mes de marzo, uffff. Mire deudor, si los fabricantes de zapatillas no se salvaron este mes de marzo, ¡no se salvan más! 

De esto trata este suplemento.

Hasta el sábado que viene.