El exembajador de Uruguay en Argentina, Francisco Bustillo, asumió este lunes como nuevo canciller luego de firmar el acta correspondiente en su domicilio. Hasta allí se acercó el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, quien destacó que el trámite se hizo "en cinco minutos" y "con todos los recaudos sanitarios correspondientes". Además destacó que en estos días el flamante canciller mantendrá varias reuniones virtuales con el presidente Luis Lacalle Pou.
Bustillo cumple con una estricta cuarentena tras arribar este domingo a Montevideo en un vuelo procedente de España, donde cumplía funciones como embajador. Aunque el test de covid-19 que se hizo antes de viajar dio negativo, va a permanecer en su casa hasta fines de esta semana, a la espera de los resultados de una nueva prueba. Bustillo pasa a ocupar el lugar del dirigente y excandidato presidencial del Partido Colorado, Ernesto Talvi, quien presentó su renuncia en medio de cortocircuitos con Lacalle Pou, principalmente vinculados a la posición frente a Venezuela.
"Seguramente el lunes 13 esté presencialmente en el Ministerio", afirmó con optimismo el secretario presidencial Álvaro Delgado, quien espera que la nueva Cancillería siga "los lineamientos" que rigen el plan de gobierno de la "coalición multicolor". En el mismo sentido, Delgado aseguró que se mantendrá la política exterior del gobierno que fue votada por la ciudadanía en las pasadas elecciones. El funcionario aseguró en declaraciones recogidas por Radio Montecarlo que el sector Ciudadanos del Partido Colorado, encabezado por el excanciller Ernesto Talvi, se mantendrá dentro de la alianza que gobierna al país.
Bustillo había arribado el domingo a Montevideo en el primer vuelo de línea regular de la aerolínea Iberia desde que se cerraron las fronteras por la covid-19. En el Aeropuerto Internacional de Carrasco, en las afueras de Montevideo, Bustillo fue recibido por el expresidente de Uruguay y padre del actual mandatario Luis Alberto Lacalle Herrera (1990-1995) y por la viceministra de Relaciones Exteriores, Carolina Ache.
Minutos después, el diplomático habló con los medios presentes en el lugar y dijo sentirse "honrado" por la designación y con "la alegría de estar nuevamente en la Patria". "Ahora me toca guardar cuarentena así que voy a aprovechar para ordenar las ideas, trabajar un poco y obviamente llamar al presidente y ponerme a las órdenes", señaló.
El exembajador viene a ocupar el lugar que dejó vacante Ernesto Talvi, quien la semana pasada renunció a su cargo , algo que ya había adelantado el 11 de junio, aunque sin fecha concreta. En la carta que redactó para dar a conocer la decisión, confesó que tenía la intención de ocupar la cartera hasta fin de año, en coincidencia con la presidencia pro témpore del Mercosur, asumida por Uruguay el 2 de julio. Sin embargo, el dato de que Lacalle Pou ya había elegido a Bustillo como próximo canciller, revelado por la prensa uruguaya el 30 de junio precipitó la salida de Talvi, quien dijo no querer ser "un obstáculo" a los deseos del mandatario.
Las diferencias con el presidente de Uruguay se habían acelerado luego de que el ahora excanciller se negara a llamar "dictadura" a Venezuela, por considerar que debía usar un "lenguaje respetuoso". Si bien Talvi asumió en un guiño al gobierno que en Venezuela "se violan sistemáticamente los derechos humanos", también destacó que había acordado "evitar el uso de los términos que se habían usado en campaña porque sentíamos que había una oportunidad de abrir una puerta para contribuir a un diálogo que permita una salida democrática en Venezuela".
Larga trayectoria diplomática
Francisco Bustillo, o "Pancho" para su entorno más cercano, ingresó al Ministerio de Relaciones Exteriores por concurso en enero de 1986. Por el cargo de su padre, también diplomático, de chico repartió sus días entre países como Argentina, Chile, Bolivia o Estados Unidos. Bustillo trabajó en Montevideo y en el exterior. Fue director de Asuntos Institucionales y de Asuntos Económicos Bilaterales de la Cancillería. También integró numerosas misiones y delegaciones fuera del país y se desempeñó como Delegado Permanente de la República ante el Comité Intergubernamental de la Cuenca del Plata (CIC).
Asumió la embajada en la Argentina en 2005, año en que se desató el conflicto por las pasteras, y permaneció en el cargo hasta 2010. Era una de las opciones que manejaba el presidente Lacalle Pou para volver a ocupar ese puesto debido a su buena relación con el mandatario argentino, Alberto Fernández. Cuando Lacalle Pou asistió como presidente electo a la asunción de Fernández, acompañado por el entonces mandatario Tabaré Vázquez, el propio Bustillo estuvo dentro de la delegación.
El mandatario argentino incluso se quedó en la casa de Bustillo cuando era candidato y estaba en campaña, durante una gira que hizo por España en septiembre. "Estoy recibiendo a un amigo más allá de la situación coyuntural. Y lo seguirá siendo mientras tengamos amistad", declaró Bustillo al diario a El Observador en 2019. Desde 2012 estaba al frente de la Embajada de Uruguay en España, y a partir de ahora enfrentará su mayor desafío al frente de la Cancillería.