El stock de plazos fijos en pesos subió un 11,4 por ciento en junio. Se trata de un incremento que es varios puntos superior a la inflación del mismo mes, la cual se ubicó en torno del 1,5 por ciento en junio, según estimaciones del mercado. El Banco Central tomó medidas claves para incrementar la rentabilidad de los plazos fijos. El resultado fue un importante aumento de estas inversiones en moneda local durante las últimas semanas.
El rendimiento mínimo de los depósitos a plazo en pesos se ubica en el 30,02 por ciento (tasa nominal anual). A su vez, el retorno de la tasa efectiva anual alcanza al 34,5 por ciento. Se trata de un rendimiento que, cuando se lo calcula en términos mensuales (2,5 por ciento), supera a la tasa de inflación mensual y permite que los ahorristas tengan ganancias en términos reales.
Ahorro en pesos
El nivel de los plazos fijos tradicionales fue de 2,3 billones de pesos a finales de junio. La cifra fue 250 mil millones de pesos más elevada que lo anotado 30 días antes. En tanto, los plazos fijos ajustados por CER pasaron de 60 a 55 mil millones de pesos.
El Central decidió en junio subir del 26,6 a 30,02 por ciento la tasa de interés mínima de los depósitos a plazo fijo de todo el sistema financiero. Se trató de una estrategia clave para fomentar el ahorro en moneda local a costa de reducir la rentabilidad de los bancos.
Menor rentabilidad de los bancos
Las entidades bancarias tienen fijado un techo de la tasa de interés que reciben por sus inversiones de Leliq del 38 por ciento. Son pocos puntos de diferencia respecto de lo que deben pagarle a los ahorristas por los plazos fijos.
El año pasado los bancos llegaron a cobrar por las Leliq tasas de interés siderales de más del 70 por ciento sin tener una contraprestación de fomento del crédito productivo. Se traba de un comportamiento especulativo para el sistema financiero. Su función principal deber ser absorber depósitos de los ahorristas para prestarlos a las empresas y los consumidores.
Límite a la especulación cambiaria
La estrategia de la autoridad monetaria de elevar la tasa de los plazos fijos fue clave para contrarrestar la dolarización y contener la volatilidad del tipo de cambio no oficial (principalmente las cotizaciones registradas en la compraventa de bonos en la bolsa).
Además se implementaron medidas para frenar la especulación cambiaria y limitar los canales de comunicación entre el dólar oficial y el tipo de cambio negociado en la plaza bursátil. Se trata de herramientas de control que se hicieron en conjunto entre el Central, la CNV y la AFIP permitiendo un fuerte descenso del dólar mep y el contado con liquidación en junio.
La cotización del tipo de cambio mep cerró en 100 pesos el 30 de junio tras haber anotado picos cercanos a los 120 pesos en las primeras semanas de mayo.
Depósitos totales
En lo que refiere al total de depósitos del sector privado –no sólo los plazos fijos-, la cifra se ubicó en 4,2 billones de pesos. Se trató de una suba del 6,7 por ciento respecto de los 30 días anteriores. Esto implica que aumentaron en términos reales.
Mientras tanto los depósitos en moneda extranjera se ubicaron en 19.105 millones de dólares con una baja de 0,6 por ciento en el mes. Por su parte los préstamos en moneda extranjera para el sector privado sumaron 7324 millones de dólares y bajaron 6,2 por ciento.
Reservas internacionales
Las reservas del Banco Central a finales de junio terminaron en 43.200 millones de dólares, con un incremento de 412 millones respecto de los 30 días previos. En el Central se tomaron medidas para evitar la disminución de las reservas.
Principalmente su puso una regulación para evitar la especulación de los importadores con las compras de divisas en el mercado oficial con el objetivo de dolarizarse al tipo de cambio comercial. Esto permitió durante junio recomponer el stock de divisas del organismo.