Si algo demuestra la pandemia de coronavirus es que cualquiera es vulnerable a sus efectos. Al igual que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro , también dio positivo tres meses atrás el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson , otro miembro del "club de los anticuarentena" que pareció cambiar algunas de sus posturas más polémicas frente a la covid-19 luego de superar una dura internación. A esos casos se suman el del presidente de Honduras, Juan Carlos Hernández , y el de la vicepresidenta de España, Carmen Calvo .
Mientras Reino Unido parecía empezar a reducir la curva de contagios, el 6 de abril el país entero se vio sacudido por la noticia de que Boris Johnson era internado de urgencia en la terapia intensiva del Hospital Saint Thomas de Londres. El primer ministro británico había dado positivo en el test de coronavirus el 27 de marzo y su cuadro clínico, lejos de mejorar, estaba empeorando.
Los médicos debieron suministrarle oxígeno antes de trasladarlo a una sala de terapia, tras experimentar serias dificultades para respirar. En aquellos días, su puesto era ocupado por el canciller Dominic Raab . El primer ministro fue dado de alta el 12 de abril, una semana después de ser ingresado al hospital.
En un primer momento, Johnson había optado por una estrategia laxa para el país, que buscaba un contagio masivo pero controlado. Cuando la cifra de casos y muertos comenzó a escalar y a golpear por igual a todos los estamentos de la sociedad, sumado a su experiencia en carne propia, el gobierno cambió de dirección y se sumó con mayor énfasis a las medidas de confinamiento y bloqueo de la economía.
Por su parte, el 25 de marzo la vicepresidenta de España, Carmen Calvo, dio positivo por coronavirus en la segunda prueba a la que fue sometida luego de ser internada tres días antes en un hospital madrileño debido a una infección respiratoria. Calvo había dado negativo en el primer test de covid-19 que se le practicó en la clínica Ruber de Madrid aunque, a juicio de los médicos que la atendieron, el resultado no era concluyente.
La vice española se sumó a una larga lista de políticos locales que contrajeron previamente el nuevo virus, entre quienes se destacan otros dos miembros del Ejecutivo español: la ministra de Igualdad, Irene Montero, y de Política Territorial, Carolina Darías. También se infectaron los presidentes regionales de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y Cataluña, Quim Torra, y los líderes del partido de ultraderecha Vox, Santiago Abascal y Javier Ortega Smith.
A miles de kilómetros de distancia y el 16 de junio, el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, fue diagnosticado de neumonía un día después de que anunciara que tanto él como su esposa, Ana García, habían contraído coronavirus. "Su estado general de salud es bueno; sin embargo, estos hallazgos llevan a los médicos a recomendar que su manejo sea intrahospitalario", informó el vocero del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos, Francis Contreras.
Hernández recibió el alta médica el 2 de julio, luego de pasar dos semanas hospitalizado. "No le deseo esto a nadie, yo quisiera que ninguno de nuestros compatriotas se contagiara, que ningún ser humano pase por la angustia de estar entre la vida y la muerte, como la pasamos los infectados", expreso el jefe de Estado. Hernández era el único mandatario contagiado de coronavirus en Latinoamérica hasta conocerse el test positivo de Bolsonaro.