El indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) cayó 48,6 por ciento con respecto a mayo de 2019 y aumentó 99,9 por ciento comparado con abril. En el acumulado de los primeros cinco meses del año la merma fue de 42,2 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, según datos del Indec.
El indicador arrojó una fuerte recuperación con respecto a abril, el mes más estricto de la cuarentena. En dicho mes, la construcción habia caído 76,2 por ciento, la peor merma de los últimos 26 años. El alza del consumo aparente en mayo se dio con mayor impacto en los insumos placas de yeso (281,5 por ciento), ladrillos huecos (171, 8 por ciento), cales (146,6 por ciento) y cemento portland (134,5 por ciento).
En la variación porcentual interanual, la caída del consumo aparente fue más fuerte en los insumos de homigón elaborado, mosaicos graniticos y calcáreo y yeso, con bajas por encima del 70 por ciento.
En abril la actividad de la construcción en el sector privado empleó 299.755 personas, 13,4 por ciento menos que en marzo y 31,7 por ciento de empleados menos que en el mismo mes del año anterior.
Las perspectivas para el desempeño del sector entre el 1 de junio (mes que aún no fue medido estadísticamente) y fines de agosto de los empresarios de la construcción es todavía bastante negativa, tanto para aquellas dedicadas a la obra pública como la privada, ya que no ven todavía una salida definitiva de la crisis sanitaria y las restricciones resultantes para la actividad.
Más del 50 por ciento de las grandes empresas prevén caídas de la actividad para los próximos meses. Además, alrededor del 40 por ciento estimó una disminución en el plantel de empleados de la empresa. Las firmas dedicadas a la obra privada proyectan que la actividad estará traccionada, casi exclusivamente en lo inmediato, por la construcción de edificios industriales.