Con una carta con algunos mensaje entre líneas, el presidente Alberto Fernández le envió un deseo de pronta recuperación a su par de Brasil, Jair Bolsonaro, luego de que se conociera su test positivo de Covid-19. Con visiones ideológicas opuestas en general, las dos gestiones llevan adelante también dos formas de enfrentar la pandemia absolutamente diferentes, cuyas distintas consecuencias se hacen cada vez más notorias. "Muestra la buena voluntad de Alberto", comentaban en Cancillería respecto a la carta escrita por el propio Presidente, un gesto más amplio que un mero tuit. Los dos presidentes, de relación complicada, compartieron por primera vez un encuentro -virtual- la semana pasada por la cumbre del Mercosur.
"Con mucho pesar he tomado conocimiento que ha sido afectado por el Covid-19", comienza el mensaje dirigido al "Estimado Presidente". Fernández se enteró por las pantallas de televisión que estaban encendidas en Olivos en los canales de noticias y ahí mismo decidió que lo mejor sería escribir una carta. Pero no fue un saludo lavado, sino que agregó un par de párrafos que sirvieron para poner de relieve sus diferentes visiones respecto a la manera que se debe enfrentar el virus. "La peligrosidad de esta pandemia queda manifiesta en los niveles de contagio. Este virus no distingue entre gobernantes y gobernados. Todos y todas estamos amenazados y por eso deben extremarse los cuidados", indicó.
Bolsonaro desde el primer momento minimizó la importancia de la pandemia y alentó a los brasileños a seguir con sus actividades sin temores, asegurando que a lo sumo se trataría de una "gripezinha". Luego también dijo que él se protegía tomando cloroquina, cuya efectividad contra el coronavirus nunca fue respaldada por la OMS. "Creo que así lo entienden nuestros pueblos que enfrentan esta tragedia con entereza y responsabilidad", continuó Fernández respecto a los cuidados que se debían tener frente al virus, actitud que Bolsonaro nunca mostró. Para concluir: "En esta hora difícil, reciba mi saludo y toma mi solidaridad con el pueblo de Brasil". Y firmó la carta de puño y letra, anteponiendo el "Sinceramente", que además de ser el título del libro de Cristina Kirchner también es la manera que el Presidente acostumbra rubricar una dedicatoria.
Fernández habló con el canciller Felipe Solá y quedaron en enviar la esquela a través de las vías formales de la Cancillería. También conversó sobre el texto con el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, y con el vocero Juan Pablo Biondi, quienes lo acompañaban en la residencia. El mensaje tiene la impronta presidencial. Mandó el saludo pero también remarcó habló de "peligrosidad", de "tragedia" y de "extremar los cuidados", todos términos que nunca formaron parte del lenguaje de Bolsonaro para referirse a la pandemia. La prioridad de presidente brasileño -como Donald Trump en Estados Unidos o Boris Johnson en el Reino Unido- siempre fue que se mantuviera la actividad económica. Hoy son los tres países que encabezan el número de fallecidos en el mundo.
Solá lo resaltó en una entrevista. "Bolsonaro intentó todo este tiempo demostrar que no había problemas en circular, de estar cerca, sin barbijo. Recientemente hubo una foto en la que estaba reunido en un festejo en la embajada de Estados Unidos, pero muy cerca. Por otro lado, es el presidente de Brasil, nosotros le deseamos que se recupere lo antes posible y que no lo afecte. Luego, deberíamos discutir políticas sanitarias y prefiero no entrar en esa discusión. Lo que importan son los resultados y están a la vista en todos lados", consideró el canciller. En estos momentos delicados, en Gobierno preferían no hacer hincapié entre lo que sucedía en uno y otro país, dato que por otro lado siempre figura en las "filminas" que el Presidente exhibe antes de anunciar una nueva prórroga del aislamiento. Sí destacaban los elogios que recibe Fernández en cada contacto que mantiene con algún mandatario extranjero por su manera de enfrentar la pandemia. "Acá sólo nos discuten. En el mundo nos elogian", aseguraban.
Fernández y Bolsonaro compartieron por primera vez un encuentro durante la Cumbre del Mercosur de la semana pasada. El presidente argentino fue el encargado de abrir la lista de oradores con un mensaje de unidad, planteando que el Mercosur era previo a los gobiernos y que debían superar sus diferencias para trabajar juntos. El brasileño habló inmediatamente después, sin hacer ninguna referencia al mensaje de Fernández. Leyó un discurso de unos pocos minutos, instando a avanzar en acuerdos de libre de comercio y con críticas a Venezuela. Las diferencias entre los dos abarcan todos los ámbitos. Puede que la carta ayude a superarlos. O no.