La madre del joven Luciano Diez, Iris Waidelich, amplió la denuncia en la Fiscalía de Derechos Humanos contra efectivos de la Policía provincial. También se reunió con diputados. La fiscala de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Bielke, abrió el decreto de imputación contra los policías de la Subcomisaría de El Dorado, en el municipio de Apolinario Saravia, acusados del delito de abuso de armas agravado, privación ilegítima de la libertad, falsedad ideológica y vejaciones agravadas, con fines de venganza. La audiencia de imputación está prevista para el próximo lunes 13 de julio, en la fiscalía penal de Joaquín V. González.
Waidelich aclaró en la ampliación de denuncia que en la acusación hay un error respecto al policía Sergio Argañaraz, que fue incluido por que no participó de los operativos. Señaló que otro de los policías que sí estuvo implicado, Franco Vizgarra, no figura como acusado. "Al parecer Mamaní puso a Argañaraz porque no podía justificar que Vizgarra no estuviera en la comisaría ya que no le habría correspondido salir de patrullaje con él", sostuvo.
El lunes deberán acudir a audiencia el comisario Walter Mamaní, la sargento Julia Díaz y el cabo Juan Giménez y hasta ahora, el sargento Argañaraz. Para Simesen de Bielke, se encuentra acreditada de la responsabilidad policial.
El primer hecho ocurrió el pasado 28 de junio alrededor de las 4 de la madrugada. Diez circulaba a velocidad lenta con su vehículo por la avenida 9 de Julio, en inmediaciones del Parque Norte y de la Sala Nido de Apolinario Saravia, apareció en sentido contrario el móvil policial Nº 1.745, en el que iban los efectivos policiales. Los policías realizaron al menos cuatro disparos "con la intención de amedrentar" al joven, afirmó la fiscala.
Mamaní sostenía que el joven iba a alta velocidad e intentó pasarles por encima con el vehículo. Sin embargo, la madre del joven logró desmentir esa versión al conseguir los vídeos de la cámara de seguridad de la Sala Nido, en el que se observa que Diez conducía despacio, que en ningún momento intentó atropellar a los policias y que éstos le dispararon sin dar la voz de alto.
Simesen de Bielke sostuvo que los policías se dirigieron ese 28 de junio al domicilio del denunciante, y lo detuvieron "por evadir un control policial y darse a la fuga". La fiscala afirmó que "los acusados privaron al damnificado ilegalmente de su libertad, ya que no había motivos que autorizaran al personal policial para aprehenderlo. Para avalar la restricción ilegal, los acusados armaron una causa penal, en la que el comisario Walter Ezequiel Mamaní formuló una denuncia en contra de Luciano Diez por el delito de atentado a la autoridad".
La fiscala planteó que Mamaní insertó declaraciones falsas en un documento público y desfiguró la verdad objetiva, ya que lo denunciado por él y avalado por las declaraciones testimoniales de los policías no se condice con la filmación de la cámara situada en el parque ni con el relato del denunciante.
La fiscala dijo que durante el traslado y luego de que ingresaran a Diez a la dependencia policial, "los acusados lo sometieron a malos tratos físicos y psíquicos". En su denuncia, el joven expresó que toda esta situación pudo obedecer a un conflicto entre Mamaní y su madre, quien es dueña de la firma Televisora Anta Visión, por coberturas que hizo en el canal durante la cuarentena.
Después de que fuera denunciado en la Fiscalía de Derechos Humanos y en Asuntos Internos de la Policía, y aún con la difusión que tuvo el primer hecho en los medios de comunicación, Mamaní insistió en la persecución al joven, lo demoró de nuevo cuando circulaba en el vehículo en el pueblo de General Pizarro.
"El 2 de julio me habla por teléfono mi hijo y me dice 'estoy detenido'. Pensé que me estaba haciendo un chiste. Pero era cierto. Me dijo que los policías le decían que les faltó el respeto. Mamaní otra vez le quiso armar una causa, de nuevo lo acusaba de que le quiso tirar el vehículo encima y pidió una requisa de la camioneta", relató Waidelich. Mamaní todavía estaba como jefe de la dependencia hasta el jueves. Recién el viernes lo suspendieron del cargo por un mes y le quitaron el arma reglamentaria.
El jueves pasado Diez fue Gener aal Pizarro. Ingresó por la que era la entrada principal al pueblo y no vio a nadie en la garita de control. Waidelich explicó que su hijo no se dio cuenta de que la habían corrido y habilitado otra entrada. "Si no vivís ahí no te das cuenta que habían habilitado otro ingreso porque no hay señalizaciones. Estaban solo los conos en la ruta", indicó.
Waidelich señaló que de nuevo, al solicitar los videos de las cámaras de seguridad de la Municipalidad de General Pizarro, no se ve lo descripto por el comisario. Allí se aprecia el ingreso de Diez al pueblo a velocidad lenta, "él creyó que un policía que apareció lo saludaba", sostuvo la madre. Lo detuvieron al intentar salir del pueblo. "Lo quisieron meter a una celda, el auxiliar fiscal Sergio Dantur le dijo al comisario que no hacía falta porque no había delito visible. Como no podían hacer otra cosa, le aplicaron el decreto 255. Le secuestraron al vehículo. Los policías después pedían la llave del vehículo al padre pero se negó a dejárselas", contó Waidelich.
"La fiscal Yonny Zigarán vio los videos y lo liberaron. Le hicieron la contravención porque no entró por el ingreso habilitado actualmente", sostuvo Waidelich.
Ayer Waidelich se reunió con diputados de la Comisión de Derechos Humanos. "Me invitaron y me escucharon. Se solidarizaron y me dijeron que lo iban a discutir en la Cámara". De esa reunión participaron la presidenta del Comisión, Jorgelina Juárez (Partido de la Victoria), Claudio del Plá (Partido Obrero), Adrián Valenzuela (Salta Tiene Futuro) y Santiago Godoy (Partido de la Victoria). También participaron legisladores que no son de la Comisión, Julio Moreno (Salta Tiene Futuro) y Alejandra Navarro (PV) ,quien representa al departamento Anta, donde se ubican Apolinario Saravia y General Pizarro.
Waidelich sostuvo que en el caso de su hijo, consiguieron los videos como pruebas contundentes, mientras que en otros casos de violencia policial hay versiones de los policías y de las víctimas, "la policía dice una cosa y el herido dice otra, en este caso se ve cómo fue la situación".
La madre contó que su hijo planteó que viene siendo perseguido por la policía desde hace años, que le había hablado de otros hechos pero no les había dado relevancia. "Vizgarra lo persigue hace tres años. Mi hijo me contó que una vez lo agarró del cuello cuando salía de un baile y lo estampó contra un vehículo", ese hecho no fue denunciado. Diez también le manifestó que Giménez desde hace mucho lo insulta en la calle tratándolo de "pelotudo y maricón".
"Si bien con la denuncia parece todo encaminado, yo siento incomodidad. Nunca viví algo así. Es una persecución literal, Mamaní nunca desistió de su postura. Es lo que más me da miedo", expresó Waidelich.