Durante casi seis horas de indagatoria, el ex espía Alan Ruiz volvió a negar haber participado de maniobras de espionaje ilegal. El ex funcionario del Ministerio de Seguridad durante la gestión de Patricia Bullrich y ex jefe de Operaciones Especiales de la AFI dijo que respondía a las órdenes del director de Contrainteligencia de entonces, Diego Dalmau Pereyra, y de quien luego lo sucedió en ese cargo, Martín Coste. Ante la Justicia negó haber coordinado a la banda de espías autodenominada Super Mario Bros y dijo que todos los operativos en los que participó fueron "actos de prevención de la seguridad nacional y del orden constitucional".
Tras haber sido procesado sin prisión preventiva por los seguimientos en el Instituto Patria y el domicilio de Cristina Kirchner en Recoleta, esta vez Ruiz llegó a los tribunales de Lomas de Zamora en libertad y por sus propios medios, junto a su abogado defensor, Leandro Emsani. De traje oscuro, el barbijo de rigor y sin hacer declaraciones a los y las periodistas que lo esperaban en la puerta, ingresó al Juzgado Federal 2, a cargo del juez Juan Pablo Augé pasado el mediodía del miércoles. Los fiscales Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide lo interrogaron sobre las diversas maniobras de espionaje ilegal que quedaron al descubierto en los mensajes, documentos e imágenes del grupo de WhatsApp "Super Mario Bros".
En el expediente que investiga las mútiples maniobras de la organización, Ruiz siguió la misma línea de su declaración anterior y negó que los operativos hayan implicado una violación a la ley de inteligencia. Su estrategia de defensa fue afirmar que todo tenía el paraguas legal correspondiente, es decir, que mediaba siempre una orden judicial. Y que todos "eran actos de prevención de la seguridad nacional y del orden constitucional". Lejos de querer convertirse en arrepentido --lo que implicaría admitir el delito que se le imputa y colaborar con la investigación-- el ex agente aseguró una vez más que todo lo que hizo fue legal, desminitó haber liderado la organización y aseguró que los exespías Facundo Melo, Leandro Araque y Jorge Sáez se cortaban solos y hacían operaciones por su cuenta.
Sin embargo, en la causa por los seguimientos a CFK, los mismos fiscales y el juez Augé consideraron probado que Ruiz "coordinó durante el año 2018, al menos, desde el mes de mayo y hasta diciembre de ese año, junto a otras personas, un grupo conformado por agentes orgánicos e inorgánicos del área de Contrainteligencia de la Agencia Federal de Inteligencia, dedicada a realizar tareas de inteligencia y espionajes ilegales, los cuales consistían en llevar a cabo vigilancias, observaciones, obtener información, producir inteligencia, almacenar datos y generar informes sobre distintas personas, por el solo hecho de su pertenencia político partidario, social, sindical y/o cultural”.
Consultado por la cadena de mandos dentro de la AFI, el exagente declaró que sus jefes directos fueron quienes estuvieron a cargo de la Dirección de Contrainteligencia. Diego Dalmau Pereyra primero y, tras el traslado de este a Chile en 2018, Martín Coste.
El alambrado
Entre varios interrogantes, los funcionarios judiciales le preguntaron por el audio en el que presuntamente se lo escucha ordenar el "alambrado" de las celdas donde estaban los detenidos denominados como presos K. "Tenemos que elegir una unidad, Ezeiza o Marcos Paz. Ahí vamos a alambrar y equipar a todo el pabellón. Porque están operando a full desde adentro. De Vido, Boudou... Larroque va a visitar siempre a Esteche. No se puede ver qué carajo hacen. En principio vamos a reunir la información de las visitas, con quién se reúnen, con quién se mueven. En el medio vamos a tener que hacer el seguimiento de algunas personas", decía la grabación.
Ruiz negó que dicho audio haya sido suyo y dijo que en ningún momento se alambró el penal de Ezeiza. Lo que sí reconoció es la colocación de dispositivos dentro del penal de Melchor Romero. Pero --según su versión-- no se intalaron micrófonos, sino cámaras perimetrales afuera de las celdas y no por dentro. Consultado por el objetivo de ese operativo, Ruiz afirmó que se hizo porque parte de la banda de narcos Los Monos iba a ser alojada en ese penal. Por el contrario, la hipótesis de la Justicia es que estaban preparando una celda para Pablo Moyano, una de las numerosas víctimas de los seguimientos clandestinos de la banda de la AFI macrista.