La Justicia condenó al perito Adolfo Méndez a seis meses de prisión y a tres de inhabilitación para ejercer, por haber difundido en 2013 en televisión información sobre la autopsia practica a la joven Angeles Rawson, y dar a conocer datos que no debían cobrar estado público. Al brindar esa información, Méndez, que había asistido a la autopsia como perito de parte, nombrado por la defensa del acusado, incurrió en “un quebrantamiento de su deber como perito”, dijo el fiscal Ariel Yapur, que había solicitado un año de cárcel y cuatro de inhabilitación.
Méndez formaba parte de una junta que debía evaluar peritajes ya practicados sobre el cuerpo de la joven. En los medios, observó el fiscal, no habían trascendido detalles de esa investigación, pero “el conocimiento puntual de la opinión pública fue de boca de Méndez en esta entrevista, reveló detalles aunque estaba prohibido que lo hiciera”. Yapur señaló, además, que por ley, el sumario es secreto y sólo pueden acceder a él las partes, y que “el derecho a la información pública no justifica que los auxiliares de justicia divulguen en entrevista información que debía permanecer secreta”.
Francisco Ponte, a cargo del Juzgado en lo Correccional Nº 4, consideró acreditado que Méndez violó el artículo 157 del Código Penal, que preve penas de entre un mes y dos años para el funcionario publico que revelara derechos, actuaciones documentos o datos que por ley deben ser secretos. La tipificación también fija una inhabilitación para ejercer de hasta cuatro años.
El 26 de agosto de 2013, en entrevista telefónica con un programa de C5N, el perito Méndez reveló información obtenida y trabajada en la junta médica convocada por el juez Javier Ríos como parte de la investigación del crimen de la adolescente, y que, tras seis jornadas de encuentros, había terminado el día anterior. Méndez dio a conocer la hora estimada de muerte de Rawson, detalló que la víctima había sangrado por la boca y que la junta médica había dictaminado que había fallecido por estrangulamiento en un solo acto. También divulgó que Angeles tenía un golpe de puño en la cara y que él creía que era una de las lesiones vitales y que probablemente la había colocado en estado de coma. Además, dijo que la perito ginecológica había señalado las lesiones del cuerpo de Rawson como compatibles con las padecidas durante un ataque sexual, pero advirtió que en su opinión eran también compatibles con “prácticas sexuales consentidas de índole masoquista”.