El “Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia” encontró este año a la sociedad argentina en estado de alerta en defensa de los derechos conquistados. El gobierno del presidente Mauricio Macri, elegido democráticamente, genera de manera permanente y persistente continuos hechos y situaciones violatorias de los derechos fundamentales que la democracia debería garantizar.
De manera arrogante y soberbia se avasalla la institucionalidad y las garantías que la misma concede para la igualdad de las personas y su resguardo en todo sentido. La Justicia se ha reducido al Poder Judicial y, más allá de aquello que los funcionarios y el propio Presidente sostienen en sus intervenciones públicas, los actos que son producto de la gestión de gobierno de la alianza Cambiemos tienden a desconocer o a recortar de manera sistemática derechos ganados desde la restauración de la democracia hasta ahora. En la social, en lo económico, en lo político, en lo cultural. No se equivoca en esto el Gobierno, sino que esta manera de actuar es la que mejor responde a la ideología de la alianza política gobernante.
Las últimas semanas han sido escenario de diferentes manifestaciones populares, basadas en demandas y reivindicaciones diversas. Pero todas ellas han tenido un denominador común: la defensa de derechos a través de la movilización popular, ganando las calles y las plazas. Quizás porque habiendo transcurrido apenas un año y medio de gobierno de Cambiemos, los actores populares, directamente damnificados o no, y gran parte de la ciudadanía, arribaron a la conclusión de que en las actuales circunstancias la única manera de defender los derechos conquistados es a través de la movilización popular. Tan cierto como que los derechos sociales, económicos, políticos y culturales, aún en democracia, no se logran de una vez ni para siempre sino que tienen que ser ratificados cada día y en cada circunstancia que sea necesario hacerlo. Así nos encontró este 24 de marzo: defendiendo, confirmando y fortaleciendo en la calle los derechos conquistados. Es también la mejor manera de hacer memoria.