A 41 años del inicio de la dictadura militar que desapareció a 30 mil personas por su filiación política o simplemente por organizarse y reclamar por sus derechos, el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, consideró que “los argentinos no hemos procesado lo que pasó” en esos años “porque la política metió mucho la cola”. Fue la máxima autoridad del Gobierno que habló a propósito del Día de la Memoria. Mauricio Macri no encabezó ningún acto: se limitó a subir a su cuenta de Facebook el prólogo del Nunca Más y a media tarde emprendió su viaje hacia Holanda, donde lunes y martes realizará una visita oficial.
Las declaraciones de Avruj van en la línea de la teoría de los dos demonios, tópico preferido de los dirigentes de Cambiemos para criticar a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, a quienes acusa de “politizar” la discusión de lo que ocurrió durante la dictadura.
En esa línea los diputados de Cambiemos recordaron el Día de la Memoria con dos fotos: en una posaron detrás de un cartel con la leyenda “Los DD.HH. no tienen dueño”; en otra, aún más provocadora, se mostraron con carteles con las frases “Nunca más a la interrupción del orden democrático” y “Nunca más a los negocios con los DDHH”. “Negocios” suena más elegante que “curro”, el término que en su momento eligió Macri para referirse al tema.
Este Día de la Memoria Macri no se vio obligado a encabezar ningún acto, como el año pasado cuando a raíz de la visita de Barack Obama se vio forzado a ir al Parque de la Memoria, y optó por mantenerse callado. Sólo hizo una fría referencia al aniversario del golpe de Estado del 76 en su cuenta de Facebook. “Las grandes calamidades son siempre aleccionadoras, y sin duda el más terrible drama que en toda su historia sufrió la Nación durante el período que duró la dictadura militar iniciada en marzo de 1976 servirá para hacernos comprender que únicamente la democracia es capaz de preservar a un pueblo de semejante horror”, escribió Macri en esa red social, citando el prólogo del Nunca Más.
Avruj le apuntó al kirchnerismo y cuestionó que “en estos 12 años se ha fanatizado a una sección de la sociedad fervientemente”. Dijo también que durante ese período “la política trató de conformar a todos y generar poder en ellos mismos” y criticó a la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini: afirmó que “no es una dirigente de derechos humanos” y pidió a quienes “la siguen” que se “reacomoden o sincerar su posición”.
Acorde con la visión PRO de los derechos humanos, el secretario del área planteó la necesidad de que haya un “reencuentro y reconciliación” entre las víctimas de la represión de Estado con sus victimarios. “Tienen que entender que en democracia los derechos humanos son para todos”, recalcó y para argumentar al respecto citó el encuentro que mantuvo con miembros del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), una organización cimentada en la teoría de los dos demonios. “Cuando me reuní con Vicky Villaruel”, titular del Celtyv, “dijeron que era un dictador y un terrorista, y todo lo contrario: me parece que es habilitar el debate” sobre lo que ocurrió en esos años, afirmó.
Por otra parte, Avruj adelantó que el Gobierno tiene en sus planes “empezar a revisar los contenidos educativos de la historia de esta Argentina reciente”. “Es necesario empezar a debatir estos temas, hablar sin problemas y dialogar con todos”, justificó
Avruj, además, volvió a poner en tela de juicio la fecha del 24 de marzo para conmemorar el mayor genocidio en la Argentina y dijo que “el día de la unión de los argentinos” debiera ser “el 10 de diciembre” por ser la “fecha en que desde 1983 asumen los presidentes elegidos en democracia”.
El funcionario también diferenció las políticas de su área con las anteriores gestiones, a las que cuestionó por hacer un recorte ideológico de los hechos históricos. En la actualidad, dijo, “hablamos de ‘memoria y educación’ porque si no solo te vas a quedar con un congelado ideológico de la memoria”.
Sus críticas a los organismos fueron más allá. Avruj sostuvo que “fue la misma democracia la que generó grupos” de organizaciones con diferentes líneas políticas y de trabajo (algo que existía de hecho desde su conformación), y añadió que esto tuvo que ver con “una lucha de poder” por parte de sus dirigentes.