"Mas de 150 vehículos debieron retornar a sus destinos de origen en las primeras 24 horas del estricto control que el gobierno santafesino resolvió aplicar en más de una docena de puntos de acceso a la provincia", informó a Rosario/12 el secretario de Seguridad, Germán Montenegro. Roldán, el peaje de General Lagos, el acceso centro-oeste Landeta y la ruta 18 en el acceso a Peyrano fueron los puntos donde más autos debieron volverse a casa. También en el Túnel Subfluvial que une la capital provincial con Paraná hubo fuertes controles. Es que ante la posibilidad de contagios provenientes de la provincia y Ciudad de Buenos Aires durante el fin de semana largo, el gobierno de Omar Perotti decidió restringir todos los ingresos, y profundizar los controles habilitando el paso sólo a aquellos que tengan los permisos correspondientes.
La información oficial indica la cantidad de vehículos que debieron regresar: en Rufino 8, en Florencia 6, en Frontera 3, en Roldán 30, en la autopista a Córdoba 4 , en el peaje de Lagos 18, en Colonia Mascías 1, en Los Zapallos 4, en Landeta 41, en Juncal 8, en Arroyo del Medio 5, en Peyrano 10, en Tortugas 6 y en Teodelina 3.
El ministerio de Seguridad informó que entre la mañana de miércoles y la tarde del jueves se realizaron controles en quince lugares, entre autovías, peajes y rutas. Como resultado de los mismos, un total de 155 vehículos fueron remitidos a su lugar de origen al no constatar motivos para entrar y permanecer en esta ciudad.
Montenegro en persona estuvo en los controles en diferentes puntos de acceso en el límite con la provincia de Buenos Aires y en el peaje de General Lagos junto al subsecretario de Prevención y Control Urbano, Alberto Mongia. "En los operativos se realizan test de Anosmia, control de temperatura y se requieren permisos de circulación a cada conductor, que incluyen los códigos QR en dispositivos electrónicos", explicó Montenegro a este diario. "Si no pueden demostrar el permiso, se vuelven. Vamos a ser muy estrictos", advirtió,
De la totalidad de los operativos de control, 12 fueron estratégicamente reforzados y los mismos están distribuidos en puestos limítrofes, además de Buenos Aires, con las provincias de Córdoba, Santiago del Estero, Chaco y Entre Ríos. Cabe destacar que las tareas que se llevan a cabo son supervisadas por los jefes policiales de cada Unidad Regional de la Policía de Santa Fe que acompañan al personal actuante.
Los controles continuarán hasta el domingo inclusive dado que para este período se ha establecido feriado sin fines turísticos, siendo indispensable garantizar que los ingresos a la provincia de Santa Fe sean sólo por cuestiones debidamente justificadas. En este sentido desde la APSV, Osvaldo Aymo recordó que "se debe cumplir con el decreto del gobernador Perotti que dice que a 30 kilómetros de donde se vive se pueden hacer visitas familiares y afectivas. Si nos movemos dentro de los límites de la provincia, esta cuestión está garantizada, pero si se quiere salir fuera de los límites, al volver se puede complicar", advirtió.
La actividad formal de la policía se reforzó en tanto con personal de diferentes municipios y comunas que fortalecieron los controles en sus propios accesos. Tanto Funes como Roldán, establecieron un sistema en el que solicitaban a los automovilistas autorizaciones para cuidado de un familiar de riesgo y chequeaban que no hubieran salido de domicilios ubicados a una distancia mayor de 30 kilómetros, tal cual esta especificado en un decreto firmado por el gobernador.
La APSV profundizó las inspecciones en los límites de Santa Fe. Donde había un mayor despliegue era en el peaje General Lagos de la autopista Rosario-Buenos Aires y en el Túnel Subfluvial que vincula la ciudad de Santa Fe y la capital entrerriana, donde existe mayor circulación de casos de coronavirus. Había presencia de inspectores municipales también en otras comunidades alejadas de centros urbanos populosos, a partir de rumores sobre el alquiler de cabañas y casas de fin de semana para turistas.