Trabajadores de C5N fueron brutalmente agredidos durante la manifestación contra el gobierno frente al Obelisco. El ataque, que incluyó golpes y la rotura de un vidrio del móvil, obligó a los periodistas a retirarse ante la falta de garantías y la ausencia de la policía porteña. El episodio fue repudiado por dirigentes de todo el arco político. El Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) destacó “la solidaridad de trabajadores de prensa de otros canales que intervinieron en defensa de sus colegas”. El jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta pidió la identificación de los agresores para “ponerlos a disposición de la justicia”. El Ministerio Público Fiscal anunció que inició dos sumarios, que quedaron a cargo del fiscal Paulo Horacio Gaspani. El segundo es por la agresión contra Ezequiel Guazzora, de Comunicación Popular, que fue duramente golpeado.
“El mensaje del presidente fue premonitorio: celebremos la diversidad ideológica pero en el marco del respeto y el cuidado”, escribió en Twitter el jefe de gabinete Santiago Cafiero. “Dejar de sembrar odio para dejar de cosechar odiadores seriales”, añadió. Wado de Pedro, ministro del Interior, destacó que “necesitamos aprender a respetar todas las opiniones y ponerle un freno urgente al odio y la intolerancia”. “Atacar a trabajadoras y trabajadores de medios daña la democracia, reduce los espacios de disenso y promueve la violencia”, señaló su par de Seguridad, Sabina Frederic. Marcela Losardo, de Justicia, remarcó que “hechos como éste lesionan la libertad de expresión”. “Es inaceptable el ataque al derecho de informar y al de ser informado”, expresó el canciller Felipe Solá. “¿Esta es la gente que ‘defiende la libertad de prensa’?”, indagó el diputado Nicolás del Caño, del Frente de Izquierda.
El bloque de diputados del Frente de Todos encuadró las agresiones en la actitud de “un sector cada vez más particular de la oposición, que sólo ve en el ejercicio del odio y la desesperanza su razón de ser”. “Pedimos evitar a millones de argentinas y argentinos entrar en un juego de devoluciones inconducente, lejano al día a día de la gente”, manifestó.
La CGT repudió “enérgicamente la violencia sufrida por periodistas de C5N” y reiteró “enfáticamente que la violencia es el límite”. Radio y Televisón Argentina (RTA) señaló que “la intolerancia demostrada” por los agresores “nos degrada como sociedad y nos demora en el camino de la necesaria unidad de todos los argentinos”. El Sindicato de Televisión (SATSAID) exigió que “se castigue con todo el peso de la ley a los intolerantes y violentos” que atacaron a la prensa, y responsabilizó “a la policía metropolitana y al gobierno de CABA por los delitos cometidos”.
“Mi solidaridad con los periodistas y trabajadores de C5N y repudio fuertemente el hecho”, expresó Rodríguez Larreta. “He pedido que se realice la denuncia de oficio y que se avance sobre la investigación para identificar a los agresores y ponerlos a disposición de la Justicia. La libertad de expresión es el camino. No así la agresión”, destacó el principal dirigente de Cambiemos en funciones. El Pro, cuando su silencio era estruendoso, difundió un comunicado para “decirles a esos manifestantes que la violencia nunca es el camino, mucho menos en una marcha para defender, entre otros valores, la libertad de prensa”.