Un militar asumió de manera interina como ministro de Salud en Bolivia. Se trata de Luis Fernando López que actualmente estaba a cargo del ministerio de Defensa. A esa labor deberá sumarle el reemplazo temporal de la actual ministra Heidy Rocca que se recupera tras haber contraído el coronavirus. Las críticas no se hicieron esperar desde la oposición. El expresidente Evo Morales denunció la falta de formación de López para ocupar el cargo. Ante el avance de la enfermedad en el país se vieron largas filas en ciudades como Cochabamba para conseguir dióxido de cloro pese a no estar autorizado por el gobierno.
López es un militar retirado, comunicador social y empresario. Parte de su formación castrense la desarrolló en el Colegio Militar de la Argentina, llegando al grado de subteniente de Caballería como paracaidista. "En estos momentos por un tema de norma, por estos días, también voy a fungir como ministro de Salud interino", declaró López a los medios. En parlalelo varios integrantes del gobierno de facto se recuperan de la enfermedad. Entre ellos la presidenta transitoria del país Jeaninne Áñez. También los ministros de Presidencia y Minería, Yerko Núñez y Fernando Oropeza, están aislados en pos de superar la enfermedad.
El nombramiento de López como cabeza del ministerio de Salud provocó duras críticas dentro de la oposición. Morales denunció que no se haya nombrado a un experto en salud. “Es una irresponsabilidad del gobierno de facto de Bolivia donde gente muere en las calles sin un plan que 4 ministros, en 8 meses, no pudieron ejecutar”, escribió en Twitter el líder del Movimiento al Socialismo (MAS). El actual candidato del MAS a la presidencia Luis Arce Catacora ya venía criticando el manejo de la pandemia en Bolivia. “Improvisación, corrupción e ineficiencia caracterizan los constantes cambios de ministros en Bolivia. No existe gobierno en pleno colapso sanitario y crisis económica”, había escrito en redes sociales el exministro de economía.
En Cochabamba, una de las ciudades más afectadas por el avance de la pandemia, se vieron largas colas para comprar dióxido de cloro. "Qué las autoridades reaccionen, no queremos seguir viendo muertos en Cochabamba", comentó Delia a la agencia EFE mientras esperaba por su dosis. Los casos que escuchó de gente recuperada al tratarse con este compuesto la animaron a esperar pacientemente en la fila. Muchas personas lo está consumiendo incluso de forma preventiva para evitar contagiarse del virus.
Sin embargo las autoridades bolivianas vienen señalando la peligrosidad de este tipo de tratamiento. El gobierno de facto desautoriza el uso del dióxido de cloro y el clorito de sodio para enfermos con covid-19. Incluso advierte de un fraude y el riesgo que puede tener para la salud, ya que este tipo de compuesto no son medicamentos y su venta puede ser ilegal. Aún no hay evidencia científica que los respalde como remedio contra la covid-19, a pesar de lo que se publicita en redes sociales, alertó el ministerio de Salud de Bolivia.
Cochabamba, con algo más de 600.000 habitantes, vivió en los últimos días episodios de personas que mueren en la calle con síntomas de coronavirus. Ante el colapso en los centro de salud la gente no logra ser atendida. Muchas familias tuvieron que esperar en sus casa con el féretro de un familiar muerto por la enfermedad, al estar saturado el cementerio de la ciudad. Con unos once millones de habitantes, Bolivia registra 1.638 muertos y 44.113 casos confirmados del nuevo coronavirus, según los más recientes datos del Ministerio de Salud.