Por quinta vez en menos de veinte días, las calles del centro porteño se llenaron ayer de gente, banderas, bombos y carteles con consignas críticas hacia el gobierno. Con cientos de miles de personas en la calle, este 24 de marzo tuvo un condimento especial, en un contexto de alta efervescencia política. Aunque el reclamo fue el de siempre, Memoria, Verdad y Justicia, en el aire se respiraba un hartazgo nuevo, cuyo destinatario era uno solo: el hombre que trabaja en el despacho más grande del primer piso de esa Casa Rosada que fue testigo silenciosa de la marcha de ayer, a tan pocos metros de la multitud, pero tan lejos, separada por las vallas que cortan la Plaza de Mayo en dos y por un pequeño batallón de policías en guardia.
En ese contexto, la oposición desplegó sus columnas y, como todos los años para esta fecha, acompañó a los organismos de Derechos Humanos y de familiares de desaparecidos, aportando buena parte de la concurrencia. Peronistas, progresistas y de izquierda confluyeron en la Avenida de Mayo y las calles adyacentes, desbordando la capacidad de la Plaza, cada cual con sus banderas y colores para identificarse. Partidos grandes y agrupaciones pequeñas, intendentes del Conurbano y centros de estudiantes, sindicatos y organizaciones sociales, todos aportaron lo suyo. A la cabeza de sus grupos, los dirigentes de cada facción le ponían el pecho y los pies a la cita.
El peronismo más tradicional estuvo representado sobre todo por columnas que partieron desde el conurbano. La más numerosa llegó desde La Matanza, encabezada por la intendenta Verónica Magario y el titular del PJ bonaerense, Fernando Espinoza. También fueron masivas las que se movilizaron desde Ituzaingó (conducida por Alberto Descalzo) y Moreno (por Walter Festa). El peronismo de la ciudad de Buenos Aires marchó junto a ellos, con su presidente, Victor Santa María, al frente junto a dirigentes de la Corriente Nacional de la Militancia como Daniel Filmus y Gabriel Fuks. “No estamos dispuestos a olvidar. No sólo los peronistas, todos los argentinos estamos convencidos de que Memoria, Verdad y Justicia sea una consigna permanente para el pueblo. El Gobierno hizo todo lo posible para olvidarse del 24 pero el pueblo no se olvida hasta que haya juicio y castigo a todos los culpables”, afirmó Filmus.
Otros jefes comunales que participaron de la manifestación fueron Gustavo Menéndez (Merlo), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y Jorge Ferraresi (Avellaneda). Gabriel Katopodis (San Martín), parado en otra vereda en la interna, asistió por su cuenta. “Estamos homenajeando a estos 30 mil desaparecidos que todavía laten muy fuerte en nuestros corazones”, dijo Menéndez en un video que subió a las redes junto a Magario, en el que de paso aprovechó para asegurar que no estaban impulsando una candidatura de la intendenta de La Matanza para octubre como se rumorea.
Los sindicatos también aportaron a la convocatoria: tanto desde la CTA como desde la CGT engrosaron el número de manifestantes en medio de un mes que bulle de actividad gremial. Aunque el triunvirato que conduce desde la sede de la calle Azopardo no asistió, la Juventud Sindical y gremios de la Corriente Federal de Trabajadores, como la Bancaria, salieron a la calle. ATE, docentes y los Metrodelegados también marcharon, ensayando la escena que repetirán en cinco días, el 30 de este mes, cuando la marcha nacional convocada desde CTA cierre el ciclo de manifestaciones que marcaron este marzo de pesadilla para el gobierno nacional.
La jornada habìa comenzado bien temprano y bastante lejos de la Rosada. A primera hora de la mañana, frente a la ex ESMA, donde Néstor Kirchner en 2004 marcó el comienzo de una etapa en materia de Derechos Humanos, parte de las agrupaciones kirchneristas concentraron para marchar atravesando toda la ciudad. La Cámpora, Kolina y el Peronismo Militante, entre otros espacios afines, conformaron una columna de varios miles que poco antes del mediodía empezó a desplazarse por Avenida del Libertador hacia el centro, ante la mirada de algunos vecinos de una de las zonas más acomodadas de la Capital.
También muy numerosa fue la columna que congregó el Movimiento Evita, que concentró sobre la 9 de Julio y terminó ocupando un sector importante de la Plaza de Mayo. “El mejor homenaje a las víctimas del Terrorismo de Estado es seguir luchando por edificar un futuro de justicia, de trabajo y de dignidad”, dijo Fernando “Chino” Navarro, uno de sus referentes. Junto a él, el diputado Leonardo Grosso señaló que “las políticas económicas del macrismo son iguales a las de la dictadura”, caracterizadas por “el absoluto subordinamiento al poder financiero”.
La columna de Nuevo Encuentro ingresó a la Plaza por Avenida de Mayo, escoltando a los organismos de Derechos Humanos. De celeste, ocupaban algo más de dos cuadras con sus militantes.
Otras banderas que se desplegaron en las inmediaciones de la Plaza fueron las de la corriente Descamisados, el Partido Comunista Congreso Extraordinario, el Movimiento Proyecto Popular, Pingüinos y el Partido Solidario, que se referencia en Carlos Heller. “Este 24 de Marzo estamos demostrando, con masivas expresiones populares en las calles, que hay una batalla cultural que tiene plena vigencia, en la que los organismos de Derechos Humanos vencieron a todos los poderes del olvido”, manifestó el diputado. “El gobierno que encabeza Macri expresa permanentemente su voluntad de desconocer los avances en materia de Memoria, Verdad y Justicia, desde un discurso que niega la cifra de 30 mil desaparecidos hasta el intento fallido de correr el feriado del 24 de Marzo”, agregó.