Cuarenténiques; multitudinarios virtuales, e-manifestantes; agnóstiques y creyentes en la condición divina de sus celulares; Zoombis; avataros, avataras y avatares; retwiteades, instagramáticos; alienades, pero mal; wasapeades; mayores de 60… mensajes diarios; solilocuaces; padras y madros; millennials con pánico de contagiar a sus padres; niñes de todas las edados y edadas; sobrevivientes; resilientos; pacientes en Wi-freud, etcéteres: a todas ustedos y a todos ustedas les tengo a un metro y medio de mi corazón (que es lo más cerca que nos permite la pandemia).
Acabamos de pasar el 9 de julio, por lo cual celebramos todos juntes, cada une en su case, el Día de la Independencia, de le Independencie y de lo Independencio. Y, ya que somos incluyentes con el género, también vamos a ser pluralistas con el número, así que festejamos “las independencias”.
De verdad, hay muchas independencias o, al menos, muchos conceptos sobre ellas.
· Algunos creen que independencia es hacer lo que se les canta
· Otros, que independencia es que otro haga lo que a uno se le canta
· Otros, que otro haga lo que a uno se le canta, pero creyendo que eso es lo que al otro se le canta
· Otros, que independencia es hacer lo que le cantan… en la tele, en la radio, en las redes...
· Otros, que independencia es hacer lo que quiero y hacerme cargo de las consecuencias
· Otros, que yo haga lo que quiero y vos te hagas cargo de las consecuencias
· Otros, que el Estado se haga cargo de las consecuencias
· Otros, que “independencia" es un derecho si lo tienen ellos, pero si la tienen los demás, es un desastre
· Otros, que es mi derecho a pensar lo que yo quiera
· Otros, que es el derecho de los demás a pensar lo que yo quiera
· Otros, que Independencia es una avenida con mano hacia el Oeste.
· Otros, que la mano es siempre hacia el Norte.
· Otros achicaron la palabra y festejan la dependencia
Otros la achicaron todavía más, y, como se vio este jueves, festejan la "pendencia”
Lo que esta semana recordamos es que, el 9 de julio de 1816, el Congreso de Tucumán declaró la independencia respecto de la madre Patria. Y algunos decían, ya entonces, que eso era coartar su derecho a depender de España. Otros, de su mismo partido pero quizás con las neuronas en mejor estado, les dijeron que estaba bien que no dependiéramos más de España, y que cada uno podía elegir de quién quería depender.
Una semana más tarde, donde decía "independientes de España", los congresales agregaron: "...y de toda otra dominación extranjera". Y ahí fue donde los neoliberales de aquel entonces dijeron: “Así nunca van a venir las invasiones, quiero decir, las inversiones extranjeras”. Estas palabras fueron honradas en nuestra tradición culinaria criolla con un plato llamado “cipayitos rellenos".
Y tal vez los ingleses, los franceses, los portugueses y los burgueses en general se sintieron discriminados, y dijeron: "Ah, ¿no quieren que los dominemos? ¡Ahora van a ver!”. Y PAF, a través de la Baring Brothers, nos prestaron plata. No podemos saber si Rivadavia les dijo a los argentinos que se enamoraran de Mr Baring o de Mrs Brothers, pero sí nos consta que ellos, el 9 de julio, festejan el Día de la Independeuda.
Compatriotas, otos y otes: más allá de los diferentes conceptos y sin ceptos sobre las independencias, recordemos todos juntas y todas juntos, cada une en su case, que, hace 204 años, nuestros próceres, por suerte, no tuvieron ni la menor angustia al enfrentarse a España y que, gracias a eso, aquí estamos.
Acompañamos esta nota con la marcha “Queremos ser independientes” (para coro nacional y popular, y solista cipayo), de RS Positivo (Rudy- Sanz) y Víctor Testani.
Y también con “Dependencia”, un video sobre los tristes sucesos del pasado jueves, a cargo de “El Pelado Pepe”, personaje de RS Positivo cuyos micros pueden verse en el canal de YouTube de los autores, al que el lector, si gusta, puede suscribirse.
Viva la independencia. Y ¡hasta la próxima, siempre!