La policía detuvo a 71 personas, entre ellas a un británico y a un tunecino, en las manifestaciones registradas el viernes por la noche en Belgrado, la capital serbia, que generaron en disturbios, para protestar contra la gestión de la pandemia por el gobierno serbio, anunciaron este sábado las fuerzas del orden. La manifestación, que reunió a algunos miles de personas de posiciones políticas muy disímiles, es la última en una serie contra el autoritario lider Aleksander Vucic. El detonante fue la vuelta a una cuarentena muy dura, con toque de queda y prohibición de salir a la calle desde el viernes a la noche hasta el lunes a la mañana, después de una apertura acelerada.
Serbia tuvo 370 muertos por el coronavirus y el mes pasado dió por ganada la parada y reabrió hasta los estadios, con un partido demostración del tenista Novak Djokovic, que terminó dando positivo él mismo. Muchos critican al gobierno por esta abertura indiscriminada y sospechan que la verdadera razón fue poder realizar las elecciones del 21 de junio, que el oficialismo ganó cómodamente porque la oposición se negó presentarse. Luego de la elección, el gobierno pasó de anunciar una muerte por día a anunciar varias, y endureció la cuarentena hasta niveles violentos.
Al principio, los serbios aceptaron el confinamiento, pero la incoherencia en los últimos meses los hizo sospechar de las verdaderas intenciones del gobierno. En las marchas en Belgrado y otras ciudades se ve una curiosa mezcla que va de la derecha extrema a la izquierda, con nacionalistas, socialistas, antivacunas y cristianos mezclados. El martes pasado, un grupo de manifestantes entró al parlamento en la capital y fue duramente reprimido. También hubo enfrentamientos con la policía el miércoles y el viernes. Ahí fue que Vucic anunció un toque de queda contra los "manifestantes criminales".