Desde Lima
Seis ex cancilleres peruanos han suscrito un pronunciamiento en contra del candidato de Donald Trump a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Desconociendo un acuerdo no escrito de que la jefatura del BID recaiga en un latinoamericano, vigente desde la fundación del banco hace seis décadas, Trump ha lanzado la candidatura a la presidencia del banco de Mauricio Claver-Carone, director para América Latina del Consejo de Seguridad Nacional y alineado con la derecha republicana. Una candidatura para competir contra las postulaciones del argentino Gustavo Béliz y de la ex presidenta de Costa Rica Laura Chinchilla. Hay fuertes presiones de Washington sobre los gobiernos para que apoyen a su candidato.
Los ex cancilleres peruanos respaldan el pronunciamiento que en el mismo sentido hicieran los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso, de Brasil; Juan Manuel Santos, de Colombia; Ricardo Lagos, de Chile; Ernesto Zedillo, de México; y Julio María Sanguinetti, de Uruguay. Ex ministros de Relaciones Exteriores de Guatemala se han manifestado en la misma línea.
En candidato de Trump a la presidencia del BID es un conocido personaje del lobby cubano en Estados Unidos y como tal fue un opositor a las políticas de apertura con Cuba del ex presidente Barack Obama. Es un promotor del endurecimiento de las políticas contra el gobierno de Venezuela. Estuvo en Argentina en diciembre pasado como representante de Trump para la toma de mando del presidente Alberto Fernández, pero a último momento decidió no asistir a la ceremonia en el Congreso. Dijo que tomó esa decisión por la presencia del ministro de Comunicaciones de Venezuela, Jorge Rodríguez.
En diálogo con Página 12, el ex canciller peruano Rafael Roncagliolo, uno de los firmantes de este pronunciamiento -los otros son Allan Wagner, Diego García Sayán, Manuel Rodríguez Cuadros, Oscar Maúrtua y Eda Rivas-, sostuvo que “con esta candidatura a la presidencia del BID, Trump busca convertir el banco en un instrumento de presión política, de imposición, politizándolo de muy mala manera”.
“Esto es un gran retroceso en las relaciones entre Estados Unidos y América Latina. Si esta candidatura de Trump tiene éxito, los créditos del BID a los países irían acompañados, mucho más todavía, a una subordinación a la política de Estados Unidos, lo cual es bastante grave para el futuro de este banco. De lo que se trata es de ajustar las tuercas en la relación de Estados Unidos con América Latina”, advierte Roncagliolo, quien fue canciller en el gobierno de Ollanta Humala.
A diferencia de los ex cancilleres, el gobierno peruano, cuya política internacional recibe críticas por su cercanía con Estados Unidos, todavía no se ha pronunciado en este asunto. Las presiones de Washington en favor de su candidato al BID están teniendo éxito en varios países.
“Los países de la región -indica el ex jefe de la diplomacia peruana- necesitan los créditos del BID, más ahora con la pandemia, entonces les es muy difícil resistir a la presión de Estados Unidos para apoyar a su candidato, porque el que no se alinea va a ser castigado en materia de créditos”.
En el BID cada país tiene un porcentaje diferenciado al momento de votar según su peso en el banco. Estados Unidos concentra el 30 por ciento de los votos. Brasil, que apoya al candidato de Trump, el 11 por ciento. Otros países de la región que respaldan a Claver-Carone son Bolivia, Colombia, Ecuador, El Salvador, Paraguay, Uruguay, entre otros.
El candidato de Trump ya tendría más del 50 por ciento de los votos. Su elección parece segura. Pero quienes se oponen a Claver-Carone podrían buscar sumar los votos necesarios para postergar la elección prevista para septiembre, dice Roncagliolo. Para ello, apunta, necesitan el 25 por ciento de los votos. Esa postergación sería hasta después de las elecciones en Estados Unidos, en noviembre, a la espera que un resultado contrario a Trump cambie el escenario.
“La postergación de la Asamblea para elegir al nuevo presidente del BID se puede conseguir con el voto de Argentina (que tiene el 11 por ciento de los votos), al que podrían sumarse México (7 por ciento de los votos) y los países europeos (que en conjunto suman 10 por ciento de los votos), con lo que se alcanzaría el 25 por ciento necesario para esa postergación. Espero que también se sumen otros países latinoamericanos. Esperemos que el gobierno mexicano resista las presiones de Estados Unidos. En Europa hay un fuerte debate sobre el tema”, señala Roncagliolo.
La candidatura de Claver-Carone es cuestionada entre congresistas demócratas. El veterano senador demócrata Patrick Leahy ha señalado que su eventual llegada a la presidencia del BID “podría intensificar las divisiones y disminuir la capacidad del banco de llevar a cabo su misión” y ha advertido que “pondría en peligro el apoyo de los Estados Unidos al banco”, cuyos aportes pasan por la aprobación del Congreso. Y ha anunciado que si Joe Biden llega a la presidencia, su administración podría entrar “en colisión” con un BID dirigido por Claver-Carone. El senador demócrata apoya una postergación de la elección del presidente del BID y defiende que el cargo recaiga en un latinoamericano, como dice el acuerdo no escrito que Trump desconoce.
Ante una eventual postergación de la elección del presidente del BID y sin el candidato de Trump en el juego, en caso el republicano pierda las elecciones, las cartas se volverían a repartir. Están las candidaturas del argentino Beliz y la costarricense Chinchilla, pero podrían aparecer otras nuevas.