En los próximos días el presidente Alberto Fernández deberá volver a definir, junto con al jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof cómo seguirá el aislamiento en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), después del 17 de julio. Será una discusión intensa porque los intendentes del conurbano continúan insistiendo en la necesidad de controlar la circulación de personas entre ambos distritos y, como tal, reclaman tomar decisiones en conjunto. Las autoridades porteñas, en tanto, por ahora se concentran en trabaja en un esquema para abrir la cuarentena para deportistas y comercios.
En este sentido, el intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, dijo que "el 60 por ciento de los contagiados en el municipio son trabajadores que usan el transporte público para ir a trabajar a la Ciudad, por lo que es alto el ida y vuelta con Capital Federal". Es más, aseguró que continuará apostando "a la coordinación antes de pensar que vamos a tener estrategias diferentes con la Ciudad, porque a los que están hace 115 días en sus casas hay que primero mostrarle que existen acuerdos y un trabajo en armonía, ya que cuando no lo hacemos es cuando nos equivocamos".
A su vez, el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, insistió en el mismo eje: "No solo hablamos de trabajadores no esenciales sino también de médicos y policías, por lo que debemos cuidar al máximo la utilización del transporte público y no generar una circulación masiva que sea un foco de contagio".
Por su parte, el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, advirtió que la cuarentena perderá "eficacia" si se rompe el trabajo coordinado entre la Ciudad y la provincia de Buenos Aires. "Antes de que la Ciudad comience a flexibilizar la cuarentena, en Esteban Echeverría los contagios eran pocos y la circulación comunitaria era baja, pero con la apertura de comercios, los vecinos bonaerenses comenzaron a viajar para trabajar y allí se dispararon los contagios", indicó Gray.
Este viernes se conoció que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires comenzó a trabajar en un esquema para flexibilizar la cuarentena a partir del 18 de julio, es decir, una vez finalizado el aislamiento estricto que comenzó el primero de este mes. El borrador que tienen en mente las autoridades porteñas incluiría la reapertura de comercios barriales, el permiso para la actividad física al aire libre y la ampliación a toda la semana para los paseos recreativos con niños y niñas.
"Preparamos un documento de trabajo con grandes ejes: economía y comercios, niños y educación, transporte y movilidad. A cada reunión con el Presidente y con el gobernador bonaerense llevamos documentos técnicos, soporte de números y datos reales", dijo el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, como un anticipo de las reuniones que se esperan para la próxima semana entre Nación, ciudad y provincia.
Frente a las alertas que despertó esta iniciativa en los intendentes, Santilli remarcó que las decisiones se toman en el marco de una "estrategia conjunta" con la provincia pero con una "táctica diferenciada". "No es lo mismo un barrio en La Matanza que uno en el centro de la ciudad de Buenos Aires", dijo el funcionario. Más allá de estas diferencias, desde ambos lados de la General Paz coinciden que hay un "buen diálogo" entre las autoridades de cada distrito.
Por su parte, el jefe de Gabinete de la Ciudad, Felipe Miguel, aclaró que se están anticipado "a la etapa que va a venir, de que se vuelvan a abrir las actividades, y para ello estamos trabajando con todas las áreas, pero lo haremos efectivo el día que la situación sanitaria lo permita". Por si acaso, aseguró que Rodríguez Larreta no está pensando en flexibilizar la cuarentena y sobre el texto que trascendió, dijo que "es un documento de trabajo, interno, de los equipos técnicos. La información que está ahí adentro no son decisiones tomadas. Es un documento que viene evolucionando y cuando estén las decisiones concretas serán comunicadas como lo hicimos siempre, a través de las conferencias de prensa".