Convertido hace semanas en un nuevo epicentro del coronavirus en Estados Unidos, el estado de Florida batió este domingo el récord de contagios al sumar 15.300 casos confirmados. Esta cifra representa un preocupante incremento del 47 por ciento respecto al registro del día anterior. El recuento del Departamento de Salud estatal eleva la cifra total a 269.811 contagios y 4.242 muertes, 95 en las últimas 24 horas. A pesar de consolidarse como el cuarto estado en cuanto a cantidad de contagios en el país, las autoridades permitieron que el gran parque temático de Disney World en Orlando abriera sus puertas por primera vez desde el estallido de la pandemia.
Estados Unidos trepó a 3.286.025 casos confirmados y 135.089 fallecidos por la enfermedad. El presidente Donald Trump, que el sábado y después de cuatro meses accedió a ponerse un barbijo en su visita a un hospital militar de Washington, no consulta al principal epidemiólogo del país, Anthony Fauci, desde principios de junio. El mandatario llegó a decir de Fauci en una reciente entrevista, que es "un buen hombre, pero cometió muchos errores". En lugar de enfocarse en el fuerte repunte de casos, el gobierno de Trump volvió a presionar este fin de semana con la reapertura de escuelas.
De acuerdo con la Agencia para la Administración de la Atención Médica, actualmente se dispone de un 23,59 por ciento de camas hospitalarias para ingresos generales, y de un 18,81 por ciento de camas en cuidados intensivos (UCI) en todo el estado sureño de Florida. El condado de Miami-Dade, que aglutina 2,7 de los 21 millones de habitantes del estado, continúa siendo el foco de la pandemia y el domingo reportó 64.444 casos y 1.139 fallecimientos desde el primero de marzo. Este condado se vio obligado a retroceder en algunos aspectos de su reapertura económica al permitir a los restaurantes servir comida solo en áreas exteriores, lo que generó una fuerte protesta de propietarios y empleados.
En los últimos días el alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, llamó a la población a usar tapabocas en todo momento en áreas comunes. "Muchos me preguntaron sobre nuestras últimas medidas para reducir los casos de covid-19. Mi objetivo es continuar abriendo la economía de manera segura. Desafortunadamente, los números en este momento no nos permiten hacerlo", dijo Giménez en su cuenta de Twitter.
Las infecciones por coronavirus están aumentando en unos 40 estados de Estados Unidos, según un análisis de la agencia Reuters de los casos de las últimas dos semanas, en comparación con las dos semanas anteriores. Estados Unidos también batió récords mundiales al registrar unos 60 mil nuevos casos diarios durante cuatro días seguidos.
Frente a semejante escenario, los funcionarios de salud imploran a los estadounidenses que usen barbijos para limitar la propagación del virus, algo que se convirtió en un tema de disputa política en Estados Unidos. Muchos estadounidenses todavía se niegan a usarlo, entre ellos Trump, que recién el sábado se mostró por primera vez en público luciendo una mascarilla, en su visita al hospital militar Walter Reed, en las afueras de Washington. Según medios locales, el mandatario le dijo en marzo a sus asesores que portarla daba "una imagen de debilidad".
Todos contra Fauci
Durante meses, el destacado doctor Anthony Fauci desempeñó un papel vital en el combate a la pandemia de coronavirus en Estados Unidos. Pero a medida que la administración Trump se desvió del consejo de muchos de sus científicos y expertos en salud pública, la Casa Blanca empezó a dejar de lado a Fauci, interrumpiendo sus apariciones en televisión y manteniéndolo fuera de varias reuniones en el Salón Oval.
En los últimos días, el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas quedó directamente en la mira del presidente. El jueves, durante una entrevista con Fox News, Trump dijo que Fauci había cometido varios errores. Y cuando la periodista de NBC, Greta Van Susteren, le preguntó sobre la evaluación de Fauci de que el país no estaba bien parado para enfrentar a la pandemia, Trump dijo rotundamente: "No estoy de acuerdo con él".
Fauci ya no informa a Trump sobre la covid-19, y "nunca está en la Oficina Oval", dijo un alto funcionario de la administración que habló desde el anonimato, citado por el diario Washington Post . Fauci habló por última vez con el presidente durante la primera semana de junio. Para algunos funcionarios del gobierno, esos hechos eran una señal temprana de que su trabajo estaba en juego.
Pero Trump no puede despedir directamente a Fauci, un funcionario de carrera con más de 50 años en el servicio gubernamental que goza de un fuerte apoyo bipartidista en el Congreso. En cuanto al propio Fauci, aunque está frustrado por los cortocircuitos y el estado del brote, no tiene planes de abandonar el puesto, de acuerdo a sus allegados.
Vuelta a clases
De todas formas, son cada vez más fuertes las diferencias con la Casa Blanca en relación a la respuesta al coronavirus. Recientemente, Fauci expresó su preocupación por el plan de la administración de reabrir las escuelas. Sin embargo, en dos entrevistas televisivas, la secretaria de Educación, Betsy DeVos, planteó lo contrario. "Los niños necesitan volver a la escuela, necesitan volver al aula", dijo DeVos a la CNN, aunque reconoció que las condiciones locales deben tenerse en cuenta. "Las familias necesitan que los niños regresen al aula. Y eso se puede hacer de manera segura", señaló.
La presión para reabrir las escuelas viene de arriba, con Trump amenazando con retener los fondos federales a las escuelas que se nieguen a reabrir, algo que DeVos no dudó en confirmar. Eso generó la ponta respuesta de la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien calificó los comentarios de DeVos como una muestra de "negligencia e incumplimiento del deber".
"Están jugando con la salud de nuestros hijos", dijo en conversación con la CNN. "Todos queremos que nuestros hijos regresen a la escuela. Los maestros, los padres y los niños. Pero deben regresar con seguridad", agregó Pelosi.