La visita en medio de la pandemia del Mauricio Macri a Paraguay generó revuelo tanto en la Argentina como en el país vecino. La pregunta del millón es qué fue a hacer el expresidente en la ciudad de Asunción, adonde llegó en un avión privado puesto a su disposición por el expresidente de Paraguay Horacio Cartes, quien incluso lo fue a recibir al aeropuerto de Asunción y, sin cumplir los protocolos mínimos de seguridad, lo recibió con un abrazo. Durante toda la mañana, desde el entorno Macri se dijo que la visita a Cartes se daba en el marco de una reunión para tratar temas vinculados a la Fundación FIFA, que preside desde el pasado enero. La excusa parecía perfecta, ya que tanto Macri como el exmandatario paraguayo comparten su pasado como ex presidentes de clubes de fútbol, Boca y Libertad. Por la tarde Macri logró una improvisada reunión con el presidente Mario Abdo Benítez, y eso despertó todo tipo de suspicacias en la política interna de Paraguay.
Si hablaron o no de fútbol durante el almuerzo con Cartes pasó rápidamente a un segundo plano. El encuentro no figuraba en la agenda de la FIFA, algo que tampoco debería sorprender, si se tiene en cuenta que ni siquiera en la página oficial del organismo rector del fútbol figura el nombre de Macri en el cargo en el que fue nombrado en enero de este año. De hecho, aun se puede ver como cabeza de esa fundación al mandamás de la FIFA, el italo-suizo Gianni Infantino, secundado por Sonia Fulford y Lydia Nsekera, integrantes del Consejo de la FIFA y vocales de la Junta de la fundación.
Al salir de país desde el aeropuerto de San Fernando, y a su regreso en horas de la noche, Macri no hizo declaraciones acerca del propósito de su visita a Paraguay. Sin embargo, a través de distintos medios de ese país se pudo reconstruir la agitada jornada del líder del PRO. El primer dato curioso es que la reunión supuestamente vinculada a sus funciones en la Fundación FIFA no se hizo en la sede que la Conmebol tiene en Asunción, cerrada debido a un caso de coronavirus. Pero más llamativo aún es que si bien ésta se llevó a cabo en la casa de Cartes, no contó con el dirigente paraguayo y presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, quien había sido invitado al cónclave. Fuentes de la Conmebol confirmaron un llamado de Macri “para invitarlo a participar del almuerzo en la casa de Cartes, al que no asistió ni jamás confirmó que asistiría”. Mientras que fuentes de la FIFA informaron que "no hubo notificación oficial sobre este viaje”.
Paraguay tiene cerradas sus fronteras desde marzo por la pandemia, y el expresidente debió gestionar un permiso de ingreso especial en el país vecino. No lo hizo como presidente de la Fundación FIFA sino en su carácter de exmandatario de la Argentina. Así lo explicó el asesor de Asuntos Internacionales de la Presidencia de Paraguay, Federico González, portavoz del Consejo de Defensa Nacional de Paraguay.
Según este funcionario, en cumplimiento de las disposiciones y protocolos sanitarios, Macri debía presentar una vez en Asunción un certificado que acreditara un resultado negativo de un test de coronavirus realizado en los últimos siete días. Esta versión fue confirmada también por la directora de Migraciones de Paraguay, María de los Ángeles Arriola. De todas maneras, el cumplimiento de los protocolos en cuestión quedó eclipsado con la primera imagen de Macri en suelo paraguayo. Es que apenas descendió del avión de la compañía tabacalera del propio Cartes, el exmandatario anfitrión lo recibió con un afectuoso abrazo y sin tapabocas. La desprolijidad de la situación llamó la atención en este contexto particular y disparó controversias con respecto al hecho de si Macri estaba o no con sus acciones violando la cuarentena y poniendo en peligro la situación epidemiológica de Paraguay. Hubo también un pedido de repudio desde la Cámara de Diputados.
El canciller Felipe Solá explicó, por su parte, que Macri “como cualquier otro ciudadano deberá cumplir con todos los protocolos establecidos por las autoridades sanitarias", es decir, realizar un aislamiento total por el término de catorce días.
Por la tarde, la reunión “futbolística” de Macri terminó de confirmarse como una cuestión política, ya que aprovechando su estadía relámpago en Asunción, el expresidente consiguió concretar otra reunión significativa: con el presidente paraguayo Abdo Benítez, con quien Macri tuvo relación durante su último año de mandato y comparte afinidades políticas. De la casa de Cartes, Macri se trasladó en auto hacia Mburuvicha Róga, la residencia presidencial de Benítez, para la reunión que fue catalogada como “visita de cortesía” por el funcionario paraguayo Federico González.
Ambas reuniones fueron vistas de manera crítica por partidos opositores al gobierno paraguayo. Entre ellos, el presidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), Efraín Alegre, quien a través de Twitter expresó: “Los traidores van a repartir los maletines del negociado que postergó al Paraguay por 30 años. El acuerdo Cartes-Macri en Yacyretá, que el traidor de Mario Abdo, en campaña prometió romper. Sin embargo, lo aprobó dos veces. #ParaguaySinMafias”.
En el mismo sentido se había manifestado por la mañana el senador nacional por el Frente Guasu, Jorge Querey, quien a través de declaraciones radiales relacionó la visita de Macri a “circunstancias políticas, en un marco de una muchísima inestabilidad del presidente Abdo”, quien busca “tejer alianzas y conversaciones, con bases internacionales”. Según Querey, quien también recordó el acuerdo entre ambos países por la central hidroeléctrica de Yacyretá, “Macri ha sido una persona nefasta para Paraguay, en la redefinición del acuerdo con respecto a la disponibilidad y la venta de la energía generada”. Querey afirmó se elaborará “un pedido de informes para corroborar si la visita de Macri se produjo dentro de los protocolos habilitados por la república o si se violó alguna normativa sanitaria".
Al menos del contenido político de los encuentros se hicieron cargo finalmente desde el entorno de Macri a través de un comunicado en el que señalaron: “Con ambos mandatarios dialogó sobre la importancia de fortalecer la integración regional y de consolidar el Mercosur y su relación con la Unión Europea. También, remarcó la necesidad de fortalecer acuerdos políticos entre las naciones para poder afrontar "estas épocas de tanta urgencia y tanto miedo".
El que también deberá brindar explicaciones es el custodio que acompañó a Macri durante su periplo en tierras paraguayas. Los custodios dependen de una división que se encarga de la seguridad de los los expresidentes y están obligados a comunicar la salida del país. Lo que no ocurrió en este caso, según confirmaron a este medio altas fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación.
"Repudio por irresponsable"
La Cámara de Diputados recibió un proyecto de declaración de repudio al expresidente Mauricio Macri por su viaje al Paraguay en medio de la emergencia sanitaria. El proyecto fue presentado por el diputado Nicolás Rodríguez Saá, miembro de la comisión de relaciones exteriores. "Este proyecto es un repudio a la irresponsabilidad, es momento de cuidarnos y no como hizo Macri de viajar en un avión privado para almorzar en otro país excusándose en su rol institucional.
Instamos de buena voluntad a que la FIFA nos cuente qué urgencia tan importante tenía el ex presidente para violar la cuarentena" declaró Rodríguez Saá. Y agregó: "Es notorio cómo ni siquiera respetó el distanciamiento social y tuvo un contacto cercano con Horacio Cartés". El proyecto solicita que se eleve un pedido de informes a la FIFA para que se expida sobre las razones de realizar la reunión en forma presencial, en este contexto.
Con varios puntos en común
Político, empresario, y también dirigente futbolístico, Horacio Cartes guarda más de una semejanza con su invitado de ayer, Mauricio Macri. En su caso el Club Libertad, cuya presidencia asumió en 2001, y sus logros desportivos, fueron un trampolín para llegar a la presidencia del Paraguay entre 2013 y 2018, por el conservador Partido Colorado. Los negocios familiares de Cartes tienen que ver con la Tabacalera del Este (Tabesa), denunciada en reiteradas oportunidades por tráfico ilegal de cigarrillos.
Tuvo otros problemas legales: En 1985 fue condenado por una estafa millonaria al Banco Central del Paraguay. Estuvo entonces prófugo durante cuatro años, y en 2008 fue sobreseído por la Corte Suprema paraguaya. En 2019 la Justicia brasileña emitió una orden de captura preventiva en su contra, como parte de una investigación del "Lava Jato", al vincularlo con una red de lavado de dinero trasnacional.