¿Cuántas horas de grabaciones en video permanecen archivadas en tu teléfono, en tu computadora, en tu nube, esperando ser encontradas? ¿Cuántas horas filmadas hay en todo el mundo? ¿Y qué pasa si esas grabaciones, todavía no redescubiertas, esconden misterios horrorosos?

Algo de eso habrá intuído el realizador estadounidense Dean Alioto en 1998, cuando los celulares aún no eran inteligentes pero ya en numerosos hogares había, al menos, una camarita de video para grabar en VHS, 8mm u otro formato de cinta. Ese año Alioto soltó su película Alien Abduction, que se convirtió en una pieza de culto y abrió la puerta para uno de los subgéneros más interesantes del cine de terror: el de found footage o “metraje hallado”, esas películas que la juegan de grabaciones reales, encontradas luego de experiencias que salieron espantosamente mal. Y en las que, a menudo, sus camarógrafos no vivieron para contarlo.


Alien Abduction (también llamada Extrañas criaturas, Incident in Lake County o The McPherson Tapes) tensaba la cuerda del verosímil. Proponía una grabación hogareña deliberadamente pedorra, filmada por el adolescente del clan durante una cena familiar en una casa en los suburbios, justo en la noche en que descendía una nave alienígena en el jardín trasero.

Y sus protagonistas hacían todo lo que se hace en las grabaciones hogareñas: entrar y salir de cuadro, manejar la cámara espantosamente mal, hablar sin que se escuche bien lo que dicen, meter planos confusos en el momento más inconveniente... Lo que contribuía a la sensación imperfecta del misterio y al espíritu intrigante del miedo, evidentemente.

El sabor del encuentro paranormal 

“Creo que el género de grabaciones encontradas llegó para quedarse”, asegura Dean Alioto en diálogo con el NO. “Su verosimilitud y su capacidad para generar misterio linkean con la idea de televisión-verdad, con los formatos de reality y con todo lo que tiene que ver con mirar con morbo a 'personas reales' en 'situaciones reales'. Estas películas son como detenerse en la calle a contemplar un accidente de tránsito”, amplía el director.

Alien Abduction tuvo pantalla en Argentina en la TV por cable, y le ganó por un año a la película que sería el primer hit del subgénero, El projecto Blair Witch (1999, de Eduardo Sánchez y Daniel Myrick), que con su búsqueda de una bruja en un bosque se convertiría en ícono y éxito internacional. Desde entonces, la combinación de narrativa de cámara en mano con historia estremecedora y camarógrafos de los que nada volvió a saberse después de la película ha dado sostenidas pruebas de su potencial terrorífico.

Con sus matices, las grabaciones encontradas son el lenguaje de la franquicia Actividad paranormal (seis películas estrenadas desde 2007), de la saga española Rec (2007), de Cloverfield: Monstruo (2008, con producción de un pez gordo del cine como JJ Abrams) o de títulos menos famosos, pero bastante efectivos, como Willow Creek (2013, sobre la fallida búsqueda de Bigfoot aka Piegrande aka Sasquatch).


La Guerra de los Mundos, de Orson Welles, fue definitivamente una influencia”, concede Alioto, que todavía es invitado a conferencias y charlas en carácter de realizador de culto, pese a que su carrera en el cine desde entonces no ha logrado demasiados picos. “Recientemente hice otra película de metraje encontrado, pero sería demasiado controvertida para estrenarla en este momento... así que decidí esperar hasta que cambie un poco el clima general”, dice, misterioso, y se niega a ampliar.

¿Y cómo ve hoy a Alien Abduction?

--Tengo sentimientos encontrados sobre esa película. Mi versión original, que acaba de salir en Blu-Ray, se filmó nueve años antes de la que se vio en TV. De alguna manera, era una película más cinematográfica y tenía una sensación aún más áspera. Lo mejor de Alien Abduction es el alcance que tuvo, y que fue una de las primeras veces en las que un personaje de una película hablaba directamente a cámara. Estoy satisfecho con la cantidad de personas que se acercaron a mí a lo largo de los años para decirme cuánto significaba para ellos, algunos incluso se convirtieron en ufólogos... ¡o en cineastas!

Cómo filmar cine casero hoy

¿Acaso estos tiempos de cuarentena, aislamiento social y varios celulares con cámara en cada domicilio son contexto propicio para intentar películas de metraje encontrado? Que responda Alioto...

“Para que resulte verosímil, tienes que hacer lo contrario de lo que indican todas las buenas técnicas cinematográficas; filmar a los actores hablando de espaldas a la cámara, dejarlos que hablen entre sí, hacer un trabajo de cámara deliberadamente torpe... Básicamente, tienes que ser un mal cineasta... y ya estarás a medio camino. Pero esto es más difícil de lo que parece.

“Tienes que crear un ámbito donde los actores y el público sientan que puede pasar cualquier cosa, y esa sensación debe llevarse al límite. Mi consejo es que hagan películas horribles. Tuve que aprender mi oficio fundamentalmente a través de dos mecanismos: experimentar y cometer errores.”

”Está muy bien robarles a tus ídolos cinematográficos, pero si no te esfuerzas por investigar otras formas de hacer las cosas, no llegarás a ningún lado. Está bueno no sólo robarles a los cineastas sino también a otros artistas, de otros campos. Y seguir haciendo películas, sin importar la duración. Tu espada estará desafilada hasta que logres afilarla, a base de uso continuo.”

”Por último, cada vez que hagas una película, elige un tema que le interese a la sociedad. Sin ser demasiado obvio, intenta insertar ese problema en la película: eso va a elevar la historia e inclusive puede elevar a la gente que la vea.”

Foto: Dean Alioto | Archivo