El polémico plan del presidente Donald Trump que propone deportar de Estados Unidos a todos los estudiantes extranjeros cuyas universidades no ofrezcan clases presenciales suma cada vez más rechazos. Este lunes, diecisiete estados y el distrito de Columbia demandaron al gobierno por la nueva reglamentación que permitiría revocar las visas a estudiantes universitarios provenientes del exterior. Previamente habían presentado una demanda las universidades de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) , a la que se plegaron otras instituciones educativas. Este no es el único método con el que Trump amenaza a las universidades, ya que también sugirió revisar sus exenciones impositivas. Mientras los contagios por conavirus alcanzan niveles récord en varias regiones del país, el mandatario insiste con la reapertura de las escuelas en otoño, es decir, hacia fines de septiembre.
"La administración Trump ni siquiera intentó explicar la base de esta regla sin sentido, que obliga a las escuelas a elegir entre mantener inscriptos a sus estudiantes internacionales o proteger la salud y seguridad de sus campus", dijo Maura Healey, la fiscal general de Massachusetts, al anunciar la demanda presentada el lunes. En la misma, los 17 estados firmantes acusan al gobierno de violar la Ley de Procedimiento Administrativo, de acuerdo al sitio web The Hill .
"Esta decisión hay que llamarla por lo que es: un presidente racista que insiste en su estrategia fallida de negar las realidades de la crisis de salud, y que renueva su campaña de odio contra los inmigrantes", remarcó en relación al proyecto oficial Beth Kontos, presidente de la Federación Estadounidense de Docentes citado por el diario La Vanguardia
de España.
El anuncio tomó por sorpresa a toda la comunidad educativa del país. Muchos confiaban en que se haría una excepción por la pandemia de coronavirus y, aunque las clases fueran online, se permitiría seguir en el país a los estudiantes con visados F-1 y M-1. El futuro de alrededor de un millón de alumnos extranjeros ahora pende de un hilo.
Por dar solo un ejemplo, hay en este momento más de 200 mil estudiantes indios en los Estados Unidos, solo superados en número por los alumnos provenientes de China. Una cifra nada despreciable si se tiene en cuenta que los estudiantes indios contribuyeron en alrededor de 8.000 millones de dólares a la economía de Estados Unidos el año pasado, según el Instituto de Educación Internacional.
El deseo de estudiar en los Estados Unidos disminuyó sin embargo desde el comienzo de la administración Trump, en buena medida gracias a sus políticas profundamente antimigratorias. Antes de las elecciones presidenciales de 2016, el número de estudiantes indios crecía anualmente en porcentajes de dos dígitos, pero la tasa de crecimiento cayó bruscamente entre 2017 y 2019, destacó el Washington Post .
Trump también había amenazado el viernes pasado con "reexaminar" las exenciones de impuestos y la financiación de las universidades y sistemas escolares, en días en que la Casa Blanca presiona fuertemente por la vuelta a clases a partir de septiembre, pese al avance de la pandemia y las advertencias de los propios establecimientos y expertos en educación.