"Buenos Aires, ciudad planificada en forma de cuadrícula, es como una red de hilos que se extiende y teje en una extensión cada vez más vasta". Así la describe, en una imagen metafórica que conjuga la visión satelital con los textiles tradicionales, el artista alemán de trayectoria internacional Olaf Holzapfel (Dresde, 1967) que está exponiendohasta el 31 de agosto en el Centro Cultural Parque de España, Sarmiento y el río Paraná.
Producidas en trabajo conjunto con artesanas salteñas wichíes, las obras vinculan el patrimonio cultural de pueblos originarios del norte argentino con expresiones artísticas contemporáneas. El camino en los campos es el título de la muestra, que puede recorrerse en forma virtual a través de un modelo 360° desde cualquier dispositivo.
Nacido en Alemania Oriental, es decir, "nacido en un país que ya no existe" (como escribió uno de sus críticos con motivo de su participación en la bienal Documenta 14, en su ciudad natal), Holzapfel lleva años explorando conexiones impensadas entre la luz e imágenes digitales, redes urbanas, materiales locales y artefactos ancestrales. También trabajó con estructuras de madera de la artesanía polaca. Allá por 2009, mientras participaba en la inauguración en el Palais de Glace del capítulo porteño de Menos tiempo que lugar. El arte de la independencia (exposición itinerante que reunió a 15 artistas latinoamericanos y alemanes), Olaf se asombró con la cuadrícula de la ciudad de Buenos Aires y se puso a buscar un material argentino para representarla.
En ese contexto, un encuentro providencial dio lugar a una colaboración constante de más de una década con artesanas tejedoras de una comunidad indígena wichí en la provincia de Salta. Así se familiarizó con la tela de chaguar, de cuyas fibras se tejen los textiles wichíes. "En las imágenes del tejido de chaguar, uno ve continuas cuadrículas de luz y sombra y color; ve los campos en las afueras de la ciudad y ve el paisaje; los caminos entre los campos", dice Holzapfel, quien viajó por el Gran Chaco del Norte argentino, así como por la Patagonia.
En esos lugares confirmó su intuición, su visión inicial de que "la matriz de una ciudad como Buenos Aires y los textiles tradicionales no son contradictorios". De esas tramas surgió una exposición que primero se vio en el Museo de Arte Decorativo de Buenos Aires, donde se inauguró en noviembre de 2019, con Andrea Elías como curadora. Se presentó entonces un video,Teresa en caminos entre sombras de cuadras del infinito, documentando aquel intercambio cultural y la historia de las tres mujeres tejedoras. Tanto esta muestra individual itinerante como aquella exposición colectiva de 2009 fueron patrocinadas por el Instituto Goethe.
La exposición El camino en los campos muestra de un lado las imágenes de tejido de chaguar que Holzapfel hizo en colaboración con las artesanas tejedoras Teresa, Mirta y Luisa Gutiérrez. Los tejidos en tamaño real se exhiben en una vitrina como de museo etnográfico. Junto a ellos, las fotos de los textiles ampliadas sobre la pared semejan fotyografías satelitales del campo. Del otro lado, se ven la fotografías que Olaf tomó en la ciudad de Buenos Aires, una serie realizada en 2010 y 2011, titulada El entretejido que habitamos, en las cuales registra las cuadras porteñas que le sirvieron, como explica el artista en un statement en inglés, como punto de partida para analizar una correlación entre formas: esto es, aquella relación que él intuye entre la ciudad y la naturaleza.
Además de la sorprendente analogía formal, hay cuestiones de fondo que la exposición deja de lado. Las cuadrículas de las ciudades americanas deben su forma y estructura a las conveniencias del colonizador español, un poder colonial que gracias a la visualidad extensa de las líneas rectas de las calles podía tener bajo control al pueblo nativo. Los textiles wichíes, como también los de otras culturas originarias (piénsese en los quippus quechuas) responden a otra lógica. Son tramas tupidas donde lo que el europeo percibe como mundos separados (cultura versus naturaleza; memoria ancestral y fibra vegetal) aparecen unidos porque culturalmente están hermanados. La convergencia entre todo eso no es un invento nuevo sino que ya estaba presente. En este caso, lo virtual y el vidrio enfrían doblemente esas tramas. Una muestra como esta podría ponerse en diálogo con el patrimonio de textiles originarios del Museo Marc, donde también hay material sobre la América colonial y el concepto de Eurindia que elaboró Ricardo Rojas. Otra artista que trabajó en Rosario con este tipo de colaboraciones es Julieta Hanono.
Acceso al recorrido virtual: https://ccpe.org.ar/web/actividades/adelanto-olaf-holzapfel/