En una situación sin precedentes, el Arzobispado salteño decidió postergar la Procesión del Milagro hasta tanto el panorama epidemiológico permita hacerlo. Además la entronización de las imágenes será recién en un mes, y se suspendió la organización de las peregrinaciones que llegaban para esa fecha.
“La contingencia nos lleva solo a poder asegurar las consultas necesarias que el señor arzobispo realizará a las autoridades pertinentes y el trabajo mancomunado con los sacerdotes del Santuario, de manera que se puedan abrir caminos posibles de realización cuando la prudencia lo aconseje”, señalaron en un comunicado firmado por los presbíteros Pedro Ríos, Daniel Ochoa y el vicario Episcopal, Javier Romero.
Además, expresaron que hicieron ese documento para responder las inquietudes que les llegaron, “invocando a Dios nos dé la prudencia suficiente y a ustedes la comprensión serena”.
En tanto, la entronización de las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro que se realizaba a mediados de julio, y que daba inicio a las visitas de instituciones y establecimientos educativos a la Catedral, este año será recién el sábado 15 de agosto a las 17, sin presencia de fieles, que podrán seguir el rito a través de Facebook Live de Catedral de Salta, Arzobispado de Salta, Ucasal, y aquellos medios audiovisuales y radiales que deseen acercar este servicio a su audiencia.
Mientras que subrayaron que “no se enviarán invitaciones a instituciones públicas o privadas y las visitas a la Catedral se recomiendan dentro del marco ya estipulado por las autoridades sanitarias, respetando los estrictos protocolos y sujetas a los posibles cambios que se requieran”.
También se suspenderá toda organización y recepción de peregrinaciones en el Santuario, “es decir, toda acción que implique traslado de personas a pie, bicicletas, o a caballo”. En ese sentido indicaron que “se mantendrá contacto virtual con los responsables de peregrinaciones, para ser creativos en el modo de vivir este Milagro 2020”.
El año pasado la Curia registró 127 peregrinaciones que llegaron desde distintos puntos de Salta y provincias vecinas, lo que sumó en total unas 70 mil personas.
“El Milagrito, Milagro de la Infancia y Milagro Juvenil, en su modalidad presencial quedan suspendidos. A los niños, adolescentes y jóvenes, les transmitimos la alegría que viene de saber que oportunamente nos reuniremos de manera virtual”, señalaron en el comunicado.
Para el rezo de la novena y el Triduo del Milagro se precisará la modalidad según la situación epidemiológica de la provincia para el 6 de septiembre, pero en principio se realizarán con participación en modalidad virtual, “y, si las circunstancias lo permiten, con presencia de fieles bajo estrictos protocolos”.
Por último, aclararon que “el cronograma con sus respectivas actividades estará ajustado a los estrictos protocolos aprobados por el COE provincial y sujeto a los cambios que pudieran surgir por el avance del Covid-19 en Salta”.
“Los encomendamos a la providencia y protección del Señor y de la Virgen de Milagro, rogando el cese pronto de esta pandemia”, cierra el documento.
Hecho inédito
Con esta postergación sin fecha cierta, será la primera vez, desde el 15 de septiembre de 1692, cuando se hizo la primera procesión, que se romperá con el ritual religioso más importante y masivo de la provincia.
En 1987, por cuestiones climáticas, tampoco se pudo hacer en esa fecha, pero se la trasladó al día siguiente, en la que transcurrió de manera habitual.
Desde el Arzobispado mantenían la esperanza de que para septiembre la pandemia del coronavirus hubiese finalizado; igualmente, expertos en epidemiología aseguraban que aunque la situación estuviera bajo control, una procesión que convoca cerca de un millón de personas se desaconseja rotundamente.
Ahora la incógnita es saber como reaccionarán los salteños en esos días y si respetarán lo ordenado por la Iglesia, ya que las peregrinaciones y el rezo de la novena en la propia Catedral son costumbres muy arraigadas.
Dos hechos durante la cuarentena en Salta marcan lo difícil que será implementar la virtualidad en la celebración central, lo primero fue cuando en abril se decretó el aislamiento obligatorio y cerraron las iglesias, en la Catedral se puso en el atrio una réplica de la imagen del Señor del Milagro y la gente se acumulaba en la vereda para rezar.
Lo otro fue un intento a fines de ese mes de sacar las imágenes en procesión motorizada por las calles de la capital, lo que finalmente se descartó debido a que se aglomeraría gente en las veredas esperando el paso de los santos patronos.