El reconocido jurista Julio Maier falleció el martes a la madrugada a los 80 años de edad. Ex juez del Tribunal Superior de Justicia porteño, profesor emérito de la UBA y uno de los más grandes especialistas en derecho procesal penal del país, Maier tuvo una extensa trayectoria profesional, y fue recordado por diferentes referentes políticos, académicos y del ambiente de los derechos humanos. "Con dolor supe de la muerte de Julio Maier. Con Bacigalupo, Righi y Zaffaroni formaron la generación dorada del derecho penal argentino. Tuve el honor de iniciar mi carrera docente siendo JTP en su cátedra. Fue un maestro de una honestidad intelectual enorme", lo despidió el presidente Alberto Fernández. Y la vicepresidenta Cristina Kirchner lo recordó como "un hombre comprometido con la urgencia de una Justicia mejor, con convicciones inalterables". Maier era también un habitual columnista de opinión en PáginaI12.

"Era un maestro, un maestro con mayúsculas. Un maestro docente, un maestro jurista, un maestro alfarero del Derecho. Era un referente de las garantías constitucionales, un referente de la democracia", describió en diálogo con este diario María Laura Garrigós, la ex jueza y fundadora de la agrupación Justicia Legítima, a la que Maier pertenecía. Y es que el jurista tuvo una intensa carrera como docente, investigador y magistrado, así como un intenso compromiso político. Se recibió de abogado en Facultad de Derecho y Ciencias sociales de la Universidad Nacional de Córdoba en 1963. Estudió Filosofía Jurídica y Derecho Procesal Penal en la Universidad de Munich y se doctoró en Derecho y Ciencias Sociales nuevamente en Córdoba. Fue profesor de Derecho Procesal Penal en la Universidad de Buenos Aires desde 1972, presidente honorario de la Asociación Argentina de Derecho Procesal y miembro honorario de la Asociación Argentina de Profesores de Derecho Penal. Además, escribió numerosas obras y más de cien artículos sobre la materia. En el campo del Poder Judicial, ejerció como magistrado del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires desde su primera integración, en 1998, hasta 2009, año en el cual se jubiló.

Maier, además, tuvo una activa participación en política, a través de distintas organizaciones sociales, como el Centro de Estudios, Legales y Sociales (CELS) y Justicia Legítima. Durante sus últimos años mantuvo un fuerte compromiso político y social, que iba desde la participación en el reclamo por la libertad de la dirigente de la Tupac Amaru Milagro Sala, hasta el rechazo a la participación del brasileño Sergio Moro en un debate organizado por la Facultad de Derecho. "Era un liberal, porque entendía que eso significaba la defensa a ultranza de las libertades y por ser consecuente con esa idea se vinculó con la lucha social y salió decididamente en defensa de Milagro Sala. Porque así entendía el liberalismo, consideraba que éste nada tenía que ver con la ola neoliberal que nos intoxicó en los últimos cuatro años", indicó el director de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa, Eduardo Jozami.

En las redes sociales circularon múltiples homenajes y recuerdos de Julio Maier por parte de colegas, alumnes, funcionarios y funcionarias, además del Presidente y CFK. "Estaremos siempre agradecidas por su ayuda en la redacción del artículo 218 bis del Código Procesal Penal de la Nación, cuya reforma, en 2009, habilitó la extracción no invasiva de muestras de ADN para investigar los casos de posibles nietas y nietos", destacaron las Abuelas de Plaza de Mayo. "Un jurista fino y profundo, guía y referente obligado para varias generaciones", agregó el ex juez y dirigente radical, Ricardo Gil Lavedra.