El pastor evangélico y ex concejal Eduardo Trasante fue asesinado ayer en su casa por dos personas a quienes su esposa les franqueo el paso tras invocar a una persona desconocida hasta el momento. Los asesinos estuvieron dentro de la vivienda entre 5 y 7 minutos, por lo cual los pesquisas sospechan que existió una discusión, previa al crimen, que fue con un disparo a la cabeza, con un revolver calibre nueve milímetros. Estas son las únicas pistas hasta el momento.
Uno de los principales investigadores judiciales recreó la escena a pedido de este cronista: "Eran las tres y cuarto de la tarde cuando dos hombres de mediana edad y a cara descubierta llegaron hasta una casa de pasillo ubicada en San Nicolás 3600, tocan el timbre y mencionan a una persona, por lo cual la esposa de Trasante les abre la puerta. El dúo entonces la encañona y comienza a caminar por el largo pasillo que conecta con la vivienda, que ocupa el centro de manzana. Al arribar a la casa los hombres la obligan a llamar a la víctima, quien aparece en el living de su casa y luego de un intercambio de palabras, es ultimado de un certero disparo en el cráneo".
Los investigadores creen que ese mismo tiro pudo haber atravesado la mano derecha de la víctima, en un posible gesto de defensa. En tanto un segundo impacto fue detectado en una pared ubicada a espaldas de la víctima. Sin embargo sólo se encontró una sola vaina servida. El único dato revelador que sopesaban ayer los pesquisas es que los matadores estuvieron entre cinco y siete minutos en el interior de la vivienda de la familia Trasante , por lo que sospechan que bien pudieron haber intercambiado algunas palabras o hasta pudo haberse generado una discusión entre víctima y victimarios, antes de dispararle.
Ni bien terminaron de consumar el crimen, los asesinos dejaron la propiedad a pie, aunque no se descarta que algún auto haya estado en las cercanías, esperándolos. En la casa también se encontraban dos menores de edad: una de ellas es hija de Trasante, mientras la restante era una amiga de ésta. "Ninguna de las dos chiquitas tuvieron que presenciar el crimen", relató el investigador.
Al cierre de esta edición las intervenciones fiscales habían corrido por cuenta de Patricio Saldutti, quien trabajó en el lugar junto al jefe de la Fiscalía de Homicidios, Adrián Spelta, pero no se descartaba que hoy otro fiscal se sumara a la investigación.
La vida del pastor Trasante tuvo un giro hace casi tres años, cuando en un debate público confesó que había decidido presentarse como candidato porque estaba harto. “Me cansé de pedirles a los que gobiernan que se pongan en mi lugar”, afirmó. No lo decía como pastor evangélico, sino como padre de dos adolescentes asesinados al calor de escalada de homicidios en Rosario.
La voz del religioso ganó alcance desde 2012 como referente de la lucha para esclarecer el triple crimen de Villa Moreno. La madrugada de Año Nuevo, Jeremías Trasante fue acribillado en una canchita de fútbol junto a sus amigos Claudio “Mono” Suárez y Adrián “Patom” Rodríguez. Su padre y sus seres queridos lo despidieron a los 17 años como una de las víctimas equivocadas del ataque de una banda narco comandada por Sergio “Quemado” Rodríguez, vinculado a la barra brava de Newell’s.
En paralelo con la militancia que abrazó en reclamo de justicia, el pastor siguió adelante. Sin embargo, la mañana del 2 de febrero de 2014 perdió a otro hijo que había ido a bailar al centro y fue baleado después de una pelea. Jairo falleció a la misma edad que su hermano. El triple crimen derivó en penas altísimas para los autores imputados ante la Justicia provincial, pero en este último hecho sólo se resolvió la condena de un partícipe. El segundo homicidio derivó en otro golpe duro para Trasante, ya que después falleció su esposa Alejandra, con quien tuvo siete hijos a lo largo de un camino de treinta años de labor pastoral.
De la mano del Frente Ciudad Futura, Trasante encabezó la lista a concejales y su cierre en el debate televisivo se convirtió en uno de los momentos más tensos del programa por exhibir la foto de la ametralladora con la que mataron a “Jere”. “Este es el principal problema que tiene Rosario. No puede ser que una persona saque un arma así y con total impunidad asesine a un grupo de chicos”, aseveró.
Al mismo tiempo, solía a visitar en la cárcel como asesor pastoral a uno de los asesinos de su hijo. "Rezaba y ayudaba con su mensaje a esta persona que mató a su hijo. Si hay algo de amor al enemigo como se dice está patentizado en ese acto", relató ayer el padre Daniel Siñeriz sobre una acción particular que tenía Trasante.
Su ingreso al Palacio Vasallo fue un precedente importante, dado que otros hombres y mujeres de fe seguirían ese camino más tarde, aunque más vinculado a sectores del ala derecha o conservadores. No obstante, esta experiencia duró apenas un año. El edil renunció como parte del protocolo por violencia de género que tiene Ciudad Futura para abordar denuncias contra sus integrantes. Lo reemplazó la abogada Jésica Pellegrini, quien completará el mandato el año que viene.
Desde espacio Ciudad Futura expresaron su “consternación y dolor” por el asesinato de Trasante. “No hay palabras para expresar la consternación y el dolor. La violencia contra la que luchó, contra la que luchamos juntos, se lo llevó también a él”, lamentaron en las redes sociales.