El cine comercial hollywoodense dejó el año pasado grandes películas que reivindican al arte audiovisual y a su vez ofrecen una relectura de otras obras clásicas. Uno de esos casos es el de Joker -quizás la mejor adaptación de un cómic en los últimos años- en la que su director, Todd Phillips, se inspira principalmente (pero no únicamente) en Taxi Driver y en El Rey de la Comedia, ambas de Martin Scorsese, para relatar la historia un hombre con problemas psíquicos y familiares que es rechazado por la sociedad y termina por convertirse en el famosos payaso asesino, antagonista de Batman.

Más allá de tener una base narrativa en la novela gráfica La risa asesina, Todd Phillips y Scott Silver -el otro guionista- no buscaron inspiración en comics específicos sino que tomaron la esencia del personaje para plantear un drama más real, pensando en un protagonista que pueda ser más identificado por el espectador y capaz de ser ubicado en el mundo en el que vivimos. Esto no implica que para el final de la película empatizaremos con los atroces actos cometidos por él, pero sí entenderemos las situaciones que lo llevaron a ser lo que es. 

De esa manera, el film muestra cómo Arthur Fleck, un humilde hombre que vive con su madre en los suburbios de Ciudad Gótica, que trabaja como payaso, que tiene ciertos problemas mentales y que sueña con ser comediante, es arrastrado por la sociedad y por el propio sistema a convertirse en un brutal criminal. Esa transformación será lenta y progresiva, a partir de distintos hechos que lo llevarán a convertirse en un símbolo de rebelión que él nunca buscó.

Con respecto a las actuaciones, todo se ha dicho sobre el gran trabajo de Joaquin Phoenix, por lo que vale la pena destacar también el rol interpretado por Robert De Niro como el popular presentador Murray Franklin, que además le da más sentido a la idea inicial de esta recomendación, ya que es el protagonista de los dos film de Scorsese que fueron mencionados. 

Joker, de Todd Phillips, disponible en HBO GO.