La empresa Red Bull quedó envuelta en el escándalo por un mapa elaborado por su departamento de marketing con alusiones racistas, cuya imagen se viralizó, así como la enfática queja de sus empleados en relación al movimiento Black Lives Matters. La compañía reaccionó con el despido de tres ejecutivos. 

Todo surgió a partir de una reunión de marketing en febrero pasado, en Detroit. Allí se mostró una diapositiva con un mapa de connotaciones racistas. 

Al mejor estilo de un meme, la India aparecía nombrada como "call-center". Sobre China se leía la inscripción "hacen nuestras cosas". África era descripta como el lugar de donde provienen "los animales del zoológico". Oriente Medio estaba poblado de "malhechores" y además estaba señalada como la región donde "van las bombas". El Caribe como la región donde navegan "los cruceros", mientras el norte de Canadá aparecía "Deshabitado". México y América del Sur fueron descriptos como el probable lugar de donde proviene "el café". 

El mapa era una variación del meme "el mundo según los norteamericanos", que pretende demostrar la ignorancia y el racismo estadounidenses acerca del mundo.

Al parecer, uno de los presentes en la reunión se quejó por las inscripciones pero no obtuvo eco. Se quejó porque la diapositiva no había sido presentada como una broma pero el comentario solo despertó cierta incomodidad entre los más cien presentes. 

Unos meses más tarde, el 1 de junio pasado, 300 empleados de Red Bull firmaron una carta denunciando el "silencio público" de la empresa frente a Black Lives Matter, el movimiento contra el racismo en los Estados Unidos, que la empresa consideró un problema "local". 

La situación culminó con el despido de tres ejecutivos: Stefan Kozak, CEO de la marca para América del Norte de la empresa con sede en Austria; Amy Taylor, presidenta y directora de marketing de América del Norte, y Florian Kass, jefe global de marketing de música, entretenimiento y cultura. Al parecer, Kozak y Taylor promovían una mayor diversidad en la compañía, que los habría acusado de haber filtrado a la prensa la carta de sus trabajadores, mientras Kass habría sido el responsable del mapa racista.

A través de un comunicado la empresa afirmó que "Red Bull rechaza el racismo en cualquier forma y no toleramos el lenguaje o el comportamiento que indique lo contrario". “Reconocemos que tenemos trabajo que hacer", dijo su vocera, quien agregó que "apoyamos a la comunidad negra y nos enfocamos en la acción”.

El conglomerado creado por el millonario de origen croata Dietrich Mateschitz, de 76 años, admirador de Donald Trump, creció desde los 80 con la venta de bebidas energizantes y se expandió hasta tener un equipo de fútbol y otro de Fórmula 1.