“Aquellos que queremos tanto a nuestros amigos, lo mejor que podemos hacer es saludarlos a la distancia”, señaló el presidente Alberto Fernández, durante el anuncio del viernes desde la Quinta de Olivos. Con más o menos distanciamiento, a través de las pantallas o entre las espaciadas mesas de los bares, este año el Día del Amigo será diferente. Mientras que en algunas provincias los festejos podrán ser en bares o restaurantes, en otras, los gobiernos fueron claros en cuanto a las restricciones de las reuniones sociales presenciales, y los encuentros tendrán que ser de manera virtual. En la Ciudad de Buenos Aires, el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, señaló que “no es el momento” de festejar como antes, mientras que el Gobierno de la Provincia se declaró en “alerta” para evitar cualquier tipo de fiesta clandestina o festejo masivo.
Un caso particular es el de la ciudad de Rosario, donde el municipio, tras acordar con el sector gastronómico, postergó la fecha del festejo, en principio para el mes de septiembre, para evitar fomentar las salidas y reuniones sociales. De todas formas, los bares estarán abiertos, con distanciamiento y reserva previa. Otra de las ciudades que se anticiparon a la fecha es Comodoro Rivadavia, una de las zonas que aún presentan circulación comunitaria de coronavirus, donde estarán prohibidas las celebraciones, mientras que en el resto de la provincia de Chubut, el gobierno provincial las “desaconsejó” y apuntó a que no sean de más de ocho personas.
En Córdoba, donde la flexibilización de la cuarentena derivó, durante las últimas dos semanas, en un aumento de contagios, las personas podrán reunirse a festejar en locales gastronómicos solamente hasta las 11 de la noche, con un máximo de seis personas por mesa. “Estamos pasando por una situación epidemiológica de preocupación”, señaló a Página/12 Juan Ledesma, responsable del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) de la Provincia. “Vemos que hay parte de la población que no respeta las normas”, admitió Ledesma y advirtió que esta fecha “va a convocar a mucha gente, por lo que apelamos a que cumplan las medidas sanitarias. Si se juntan en casas, no hay forma de controlar que se cumpla el protocolo, por eso está prohibido”.
En el norte, quien no tendrá Día del Amigo será la población de Jujuy, donde para aquellos que decidan encontrarse el 20 de julio, un decreto firmado por el gobernador de la provincia, Gerardo Morales, establece multas de hasta 340 mil pesos, una fiesta poco económica. En el anuncio, el funcionario fue claro cuando señaló: “Paremos con las juntadas con los amigos, está mal”.
En cambio, en provincias como Tucumán, Santiago del Estero, San Luis y Mendoza, habrá festejos en casas, siempre y cuando no se junten más de 10 personas. También tendrán su día los grupos de amigos en Río Negro --en aquellas localidades donde no haya circulación comunitaria del virus--, así como en Misiones, donde se pueden reservar mesas en restaurantes y salir a cenar o a tomar una cerveza.
En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) las reuniones sociales presenciales todavía no están permitidas, por lo que los festejos seguirán su habitual formato virtual. Para salir de la monotonía de las conversaciones grupales por videollamada, el abanico de propuestas es amplio: fiestas virtuales , películas compartidas, salas de juegos online, para chicos o para adultos, así como también los vivos de Instagram, con recitales y sesiones de DJ por streaming.
“Estamos fomentando la diversión segura, sin llamar al consumo sino a la interacción”, señaló Carlos López, presidente de la Cámara de bares y discotecas de la Provincia de Buenos Aires, y opinó que “el Día del Amigo va a ser una excusa para quienes organizan los encuentros clandestinos, que ya están ocurriendo los fines de semana y son un peligro para los jóvenes y adolescentes”. En este sentido, el director provincial del Registro de Bebidas Alcohólicas (REBA), Marcelo Montero, remarcó que “este tipo de reuniones son un delito”, mientras que la cartera de Seguridad de la provincia anunció que este lunes habrá controles rigurosos “con el fin de evitar fiestas clandestinas, en el marco del cumplimiento del ASPO”.
La movida virtual
Julia es fotógrafa profesional y actualmente trabaja de forma mixta, a veces en su casa, a veces en la calle. Con su grupo de amigos, cinco hombres y mujeres de entre 29 y 40 años, se conocieron hace casi una década, en clases de salsa. “Hay una médica, un ingeniero, un sonidista y una psicóloga, pero coincidimos en la pasión de bailar”, relató Julia y admitió que “más allá de lo comercial de la fecha, este año es especial porque uno ya extraña mucho el momento con los amigos”. Por primera vez, ella decidió encargarse de organizar el festejo: una reunión por zoom para el domingo a la noche, donde cada uno abrirá el regalo, una taza de cerámica que ella compró y se encargó de hacer llegar a todos.
“Cualquier otro año nos hubiéramos juntado a cocinar y a jugar juegos de mesa, somos muy lúdicos, nos gusta divertirnos todo el tiempo”, relató Julia y comentó que, en el último cumpleaños, a principios de julio, alquilaron una sala virtual de juegos de escape. “Hay equipos y tenés que resolver un caso, como un detective, en un tiempo determinado. Nos gustó mucho y quizás lo volvamos a hacer este domingo”, comentó la fotógrafa.
Para quienes no se rinden con la idea de salir a bailar desde casa, los sábados a la noche siguen en pie las fiestas virtuales, en salas de reunión, como Zoom, o bien mediante streaming en redes sociales. La Fiesta Bresh, que reúne en su canal a más de 850 mil personas durante la noche, este sábado tuvo su edición especial por el Día del Amigo. “Después de tres meses vemos que ya muchas personas ni quieren hacer videollamadas, hay mucho cansancio de la situación, por eso la idea es revivir y despertar las ganas de volver a encontrarse de este modo”, explicó Juan Ernesto, productor y DJ de la fiesta, que surgió en 2016 como “un encuentro entre amigues”. Según relató Juane --su seudónimo artístico-- la fiesta empezó dentro de un grupo de amigos relacionados con la música y la movida cultural, que buscaban “un espacio más amigable que el boliche donde poder bailar y encontrarnos”. En la Bresh en casita “ese espíritu se mantiene y la comunidad crece cada vez más”.
Por su parte, el músico Nicolás Sorín, junto al sello SMusic, propone para este lunes un festejo diferente, un festival online con fines solidarios donde tocaran por streaming todos los artistas del sello, cada uno con un “artista amigo” invitado. Lo recaudado de las donaciones se destina a cuatro comedores comunitarios, en la Provincia de Buenos Aires y en Córdoba. Durante el festival, Sorín presentará su segundo tema del disco “Appartamentti”, craneado, escrito y grabado en cuarentena. “El nombre es una mezcla entre apartar y partir, y habla de las sensaciones por las cuales uno va pasando en esta situación”, señaló el artista. Hay un invitado sorpresa, que podrán descubrir quienes se sumen este lunes, a través de las redes sociales.
Los festejos de los más chicos
Sin reuniones después del colegio ni juntadas en casas, los adolescentes del AMBA también festejan desde la pantalla. Simona tiene 12 y vive en la Ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Belgrano. Tanto ella como su hermano Oliverio, de 13 años, planificaron sus festejos con varios días de anticipación. “Aunque extrañan mucho verse personalmente, el contacto es incluso más permanente que antes”, relató Guadalupe, la madre de los chicos, y detalló que “también para muchos fue una oportunidad de integrarse. Por ejemplo, una de las chicas del curso de Simona que estaba apartada de las demás, pudo incluirse en el grupo”.
Este lunes Simona tiene agenda completa: a las seis de la tarde, en una reunión virtual con las compañeras del equipo de hockey, habrá coreografías basadas en la película de Hanna Montana. Más tarde se encuentra con el grupo del colegio, donde también habrá baile y disfraces, con una temática que aún está en debate. Oliverio, en cambio, saldrá a caminar, con barbijo y distancia social, con los amigos del barrio, a las tres de la tarde. “Para él lo peor es que este año iba a empezar a ir a los bailes y no pudo”, relató Guadalupe.
Gina tiene 17 y estaba en su tercer día de clases cuando se decretó el aislamiento obligatorio por la pandemia de coronavirus. “Era mi último año de secundaria y el primero en un colegio nuevo, así que hay cosas que no voy a poder vivir”, relató la estudiante, que iba al Nacional de Buenos Aires y este año había decidido cambiarse al Colegio de la Ciudad. Para este lunes, tiene pensado salir “a dar una vuelta” con una amiga por el barrio y tomar un café de los que entregan para llevar. “Me pone triste no ver a nadie para el Día del Amigo”, señaló Gina y admitió que “aunque para algunos es una fecha comercial, que no significa nada, yo le presto atención y me gusta compartirla”.
Informe: Lorena Bermejo