La Covid-19 pasó a tener nombres propios dentro de la virtual delegación olímpica argentina a un año de Tokio. Uno de ellos es el del nadador Santiago Grassi, pero su realidad no es diferente a la de cualquier otro ciudadano o ciudadana en un mundo atravesado por una pandemia que en lo fáctico se cobra vidas. En un escenario por demás enrarecido y sin una vacuna confirmada, el olimpismo transita un camino aleatorio.
“Sabemos que por esta fecha tendrían que haber empezado los Juegos pero estamos viviendo algo muy grave y preocupante, así que creo que hay cosas más importantes”, señala a Líbero sobre el aplazamiento el hockista Pedro Ibarra, capitán de los campeones en Río 2016. La crisis sanitaria internacional apuntala las dudas en el panorama: ¿Qué opinan atletas, entrenadores e instituciones mientras todo parece navegar en un mar de incertidumbre?
Las secuelas del encierro
Los atletas nacionales atraviesan una etapa de transición en la que apuntan a limpiar posibles secuelas del encierro. “Si bien estuvimos entrenando todos los días vía Zoom, no tiene ni punto de comparación con lo que es un entrenamiento en el campo tanto en hockey como en lo físico”, precisa Ibarra sobre el retorno de Los Leones al césped.
En el marco de la nueva normalidad, los nadadores también retornaron a las piscinas y, entre tantos otros casos similares, la selección de remo recobró el contacto con las regatas. “Hay que recuperar lo físico. En lo emocional suma mucho haber vuelto al agua. El tiempo perdido es uno de los puntos en contra y ahora como que todo cuesta más, porque fueron casi tres meses sin trabajar en la pista. Eso se siente y mucho”, detalla Axel Haack, oro en los últimos Panamericanos.
Lo extenso del territorio argentino hizo que muchos atletas migraran internamente para encontrar un mejor escenario, como fue el caso de Fernanda Russo (tiro), quien hizo base en La Rioja con la plaza olímpica asegurada. Al igual que ella, Paula Pareto dejó atrás 15 semanas de confinamiento en su departamento para trabajar en el Partido de la Costa bonaerense. “Hay mucha felicidad por volver a entrenar. Estamos reflotando y saliendo del aislamiento individual para pasar a un aislamiento grupal, lo que sería nuestra nueva normalidad”, describe Laura Martinel, entrenadora de la judoca campeona en Río 2016.
El escenario actual de Pareto es mucho mejor al de semanas atrás, está claro. “En el caso particular de Paula -precisa Martinel-, el aplazamiento de los Juegos resultó un golpe duro porque el objetivo que estaba en agosto prácticamente se retrasó un año. Es reacomodar sobre todo lo mental”.
El enfoque deportivo
Hay deportistas que leen el aplazamiento de los Juegos como un vaso medio lleno: han ganado tiempo y disponen de meses para seguir ajustando detalles de cara a la competencia. Pero otros tienen una lectura diferente. “Creo que perdimos una oportunidad. Veníamos laburando mucho en un bote que estaba funcionando bien. Ahora es barajar y dar de nuevo. Estamos más enfocados en volver a recuperar el nivel que en la competencia en sí”, precisa Haack sobre los Preolímpicos aplazados por la pandemia.
En este sentido, Ibarra analiza: “Obviamente muchos de los grandes mirábamos a estos Juegos como los últimos y era muy esperado, pero creo que esto tapa todo. Soy un convencido de que las cosas pasan por algo y si no se hicieron hay que buscarle el lado positivo y aprovechar de la mejor manera este tiempo que nos queda”.
Martinel, como entrenadora, explica la importancia del enfoque en tiempos de pandemia: “Los atletas deben seguir pensando en sus objetivos deportivos. No hay forma de poder llevar adelante un plan de entrenamiento sin estar pensando en eso. Lo deben hacer y lo debemos hacer los y las entrenadoras. Los objetivos son los que nos motorizan”.
En este sentido, la ex judoca olímpica en Barcelona ‘92 profundiza en la parte mental. “Tenemos psicólogos en el equipo y por supuesto que es muy importante. Le dimos la importancia que tenía al tema del encierro”. Además, insiste: “La cuestión motivacional es el motor de los atletas, es lo que los guía y les da ganas de entrenar. A todos estos aspecto los hemos charlado muchísimo dentro del cuerpo técnico”.
Atletas de alto rendimiento, pero ciudadanos comunes al fin, realizan el esfuerzo por mantener el enfoque aunque no resulta fácil. "Nadie está pensando en los Juegos. O sea, uno lo tiene ahí latente pero en realidad tratamos de pasar los días lo mejor posible pensando en que todos los seres queridos estén bien", admite la Leona Silvina D’Elía.
La administración del deporte
En coordinación con los ministerios de Salud y de Turismo y Deportes de la Nación, el ENARD y el Comité Olímpico Argentino también se adaptaron al escenario para dar respuestas a las necesidades de las federaciones y deportistas que trabajan bajo estrictos protocolos.
Todo sigue en marcha y se toma como objetivo al 23 de julio de 2021, fecha pautada por el Comité Olímpico Internacional para el inicio de los Juegos. De todas maneras, puertas adentro en el ENARD y el COA saben que todo es paso a paso y que cualquier planificación está sujeta a un rediseño, como sucede en cualquier otro ámbito de la sociedad. Nada está estático en la gestión del deporte y se trabaja en el marco del distanciamiento social.
En el COA siguen con precisión las últimas disposiciones del COI -en cuyo Comité Ejecutivo fue designado recientemente el presidente Gerardo Werthein- y saben que, por ejemplo, pautar la tradicional elección de el o la abanderada para Tokio es un detalle menor cuando por delante resta un año calendario para atravesar en un escenario de crisis sanitaria internacional.
En la parte baja de la pirámide administrativa del deporte también tienen un estado de situación parcial. La Federación del Voleibol Argentino, por citar uno de los tantos casos, tiene sus dos seleccionados con pasaje asegurado a Tokio, aunque por el momento no los puede juntar en el CENARD. Jugadoras y jugadores siguen los planes de trabajo en gimnasios con distintos panoramas y escenarios. Un reflejo de esa diversidad es el tener a Julieta Lazcano trabajando en Córdoba, a Yas Nizetich en Europa y a Elina Rodríguez entrena en Santa Fe, aunque con la intención de viajar a Francia. Todos los viajes son gestionados a través del ENARD, COA y Secretaría de Deportes.
El riesgo de contraer Covid-19
Los atletas son conscientes de la exposición al coronavirus. “Tenemos un protocolo bastante intenso. Quizás por eso no está tan latente el miedo, que obviamente está”, comenta Haack y a su vez aclara: “Estamos más preocupados por cuidarnos y cumplir el protocolo que asustados”.
Las Leonas siguen la agenda que cada semana se comunica al plantel, ¿pero qué pasaría si una integrante contrae Covid-19? "Si alguna de nosotras lo tiene, seguramente será aislada al igual que el resto del equipo y el cuerpo técnico", cuenta D’Elía. "Creo que en algún momento lo vamos a tener -asegura-. No nosotras, sino todos, pero lo tomamos con tranquilidad y siguiendo los protocolos". Lo palpable del riesgo está asimilado.
Agustín Vernice, el paletista que tiene su plaza asegurada en Tokio, decidió entrenar en Tucumán y allí fue confirmado como en el primer olímpico positivo en el país. “Los atletas somos humanos y no estamos exentos de contagiarnos, aun tomando todas las precauciones que marcan los especialistas sobre la pandemia”, reflexionó al respecto en sus redes sociales. Poco después, Santiago Grassi, nadador clasificado a Japón, también confirmó su positivo desde Estados Unidos, uno de los países más afectados.
“Lo único que me desilusionó es que mi nombre se diera a conocer cuando mi deseo era otro como paciente. Todos tenemos ese derecho”, denunció Vernice y en esa misma línea se expresó su colega Sabrina Ameghino, tras precisar su positivo en hisopado. “No puedo entender qué les hizo hacer circular información privada a muchas personas y dar falso testimonio de una situación que desconocen”, señaló la olímpica también en Instagram. La violación a la intimidad queda sobre la mesa como un tema para analizar.
¿Qué detalla un protocolo para olímpicos? “Todas las mañanas nos toman la temperatura al llegar a la pista y mantenemos la higiene: no compartimos remos, botes, ni caballetes. Nada”, detalla a modo de panorama general Haack. Quienes entrenan en el interior, cumplen las mismas directivas.
"Estamos muy lejos de pensar que la situación está superada. Necesitamos tener presentes que el riesgo está latente y el riesgo no sólo está concentrado en el área metropolitana de Buenos Aires", advirtió el presidente de la Nación, Alberto Fernández, en su última actualización del panorama en el país.
El fantasma de la cancelación
¿Se hacen los Juegos de Tokio? "Hasta que no haya una vacuna, no se van a confirmar y me parecería lógico. Es difícil mantenerse motivado, porque un poco todo pierde sentido en cuanto a la preparación en caso de no hacerse", opina D'Elía, plata en Londres 2012. La duda es una suerte de niebla en el panorama del olimpismo.
No importa la talla del atleta. El problema afecta a todos. “En el mundo de hoy es muy difícil predecir lo que pasará en dos semanas, imaginate lo que es predecir lo que pasará en un año”, reflexionó el propio Manu Ginóbili en diálogo con Todo Noticias sobre la posible participación de Luis Scola en Tokio. Amén del anhelo personal -"Estoy deseando jugar cinco Juegos Olímpicos, para mí sería increíble", expresó el abanderado en Río 2016-, el contexto lo define todo.
En el ENARD no están exentos de las diferentes versiones sobre Tokio, pero insisten en la postura de no correr un centímetro la mira del objetivo 2021. En el caso hipotético de que no se realicen los Juegos, la meta de todas maneras sigue siendo que los deportistas, entrenadores y equipos de trabajo estén en óptimas condiciones para sus calendarios.
“Si bien hay objetivos claros y trabajamos para eso, no se sabe si el día de mañana habrá nuevos brotes y se frena todo”, aclara Haack sobre la incertidumbre del escenario en Argentina. Martinel, por su parte, es consciente de que el camino se alteró por completo si se compara con ciclos olímpicos pasados. “Estamos pisando sobre arenas movedizas te podría decir -comenta desde Santa Teresita-. Estamos pensando en las competencias preparatorias, pero realmente no tenemos la certeza. Sin embargo pensamos que se van a dar y así estamos planificando sobre supuestos. Es realmente bastante difícil, porque todo se mueve demasiado, no como antes”.
“Tenemos un punto allá a lo lejos, pero el camino para llegar no está delimitado -continúa Martinel-. Pensamos en la posibilidad de que el calendario se abra y que en octubre y noviembre existan competencias”. Para Ibarra, el presente también atraviesa con fuerza lo deportivo. “No se habla de los rivales, se habla de si se hacen o no los Juegos Olímpicos. Me parece que estamos con otros temas mucho más profundos en estos momentos que pensar con quién jugamos en la zona o no”, sentencia.
Haack también tiene su postura: “Todo el año pasado y el principio de este hicimos un esfuerzo terrible de cara al Preolímpico que se venía y todo eso se esfumó en una semana. Entonces hoy por hoy da mucha desconfianza. ¿Con qué certeza te rompes el lomo si no sabes qué va a pasar? Quizás habría que analizar caso por caso, pero yo lo siento así”.
En lo reciente, el COI despertó nuevas suspicacias al posponer los Juegos de la Juventud Dakar 2022 para 2026, pero contrastó al dar algunas definiciones sobre la letra chica de los calendario de clasificación de cara a Tokio. Más ajustes y modificaciones, todo sujeto a nuevos posibles cambios. Mientras tanto, el 2021 está tan cerca que se lo puede mirar por el rabillo del ojo.
"Si se hacen los Juegos, esto va a traer un nivel menor en lo deportivo para todos los países", analiza D’Elía. Martinel, fiel a su mentalidad de entrenadora, lee un escenario que supera la adversidad: “Estamos transitando una nueva normalidad. Son las nuevas reglas del juego, que no son solo para nosotros, son para todo el mundo. Quien se adapte mejor será tal vez quien logre el éxito”. Opiniones que de alguna manera se cercana a las versión de unos Juegos adaptados en la gran burbuja de un protocolo en Tokio.