La vuelta del fútbol debe resolverse en menos de lo que tarda Gago en lesionarse. Si el Coronavirus nos sigue gozando, nos mete más pepas que el Barcelona al Alavés e insiste en mandar a nuestro sagrado deporte nacional al descenso, lo citaremos en Segurola y La Habana y permitiremos que las versiones más rústicas de Ruggeri, Passucci y Mostaza Merlo lo aniquilen a patadas y codazos. Por eso, para tratar de revertir esta situación, en Peligro de Wolf pintó disfrazarnos de técnicos en pandemia y confeccionarle al Chiqui Tapia el protocolo necesario para que se reactive el fútbol argentino. Estaría compuesto de 2 etapas. Y por supuesto, constaría de una reapertura escalonada de actividades, para no desentonar con los protocolos oficiales, ¿vio?.
Durante la Etapa 1 quedará habilitada la posibilidad de entrenamientos grupales en los clubes en grupos pequeños de no más de 10 personas. Los días martes, jueves y sábados sólo podrán participar del entrenamiento aquellos futbolistas y entrenadores cuyos talles de zapatillas terminen en número par y que hayan nacido bajo el signo de aries, géminis, acuario, cáncer, libra, tauro y sagitario. Por su parte, aquellos que tengan talles de zapatos deportivos terminados en número impar y pertenezcan a los signos del zodíaco restantes, deberán entrenar los lunes, miércoles y viernes.
En la Etapa 2 se habilitaría la realización de partidos de fútbol con público, siempre dentro del marco de Distanciamiento Social, Preventivo, Hinchabolas y Obligatorio adecuado, con todas las previsiones relativas al control epidemiológico: los hinchas que concurran a los estadios habilitados con el fin de alentar a sus equipos, lo harán con reservación previa, mediante medios telefónicos y/o electrónicos, indicando nombre, apellido y alias en caso de ser integrante de barra brava.
Los hinchas con número de DNI par sólo podrán insultar al árbitro o a algún integrante del equipo contrario en el primer tiempo del partido. Aquellos que tengan un DNI terminado en número impar podrán realizar gestos soeces o lanzar improperios únicamente en el segundo tiempo.
Los cánticos terminados en “udo”, “ete” o “uta” estarán prohibidos ,no así aquellos que tengan por objeto insultar al virus Covid-19. (Ejemplo: “Virus, compadre/ tu maldad es execrable”)
Los papelitos, cintas y/o proyectiles que se arrojen al campo de juego deberán estar previamente sanitizados con alcohol diluido en agua al 70%.
Bajo ninguna circunstancia se deberá permitir el ingreso a hinchas que no se encuentren protegidos adecuadamente por barbijo.
En los vestuarios se deberá respetar el distanciamiento social vigente. Cada jugador deberá cambiarse a 2 metros de su compañero de equipo e hisoparse antes y después de cada partido. Y como se privilegiará la eliminación del virus por sobre la del chivo, no está permitido el uso del área de duchas dentro de los vestuarios.
Además de las tradicionales tarjetas roja y amarilla, el árbitro del partido contará con un pulverizador conteniendo alcohol diluido en agua al 70% o cualquier otra solución sanitizante, a fin de aplicárselo a todo jugador que rose a otro, o le aplique un codazo criminal. Los aguateros deberán proveer a los jugadores, además de botellas de agua, frasquitos de alcohol en gel.
Se procurará que tanto el ingreso como el egreso de los equipos al campo de juego se realice en fila respetando la distancia de dos metros entre jugador y jugador.
Todo futbolista que decidiera quitarle el balón a otro deberá anunciarlo a una autoridad sanitaria con cinco minutos de anticipación y deberá hacerlo guardando el cuidado e integridad física del rival.
Las barreras en los tiros libres deberán guardar una distancia de 40 metros respecto al ejecutante y cada integrante de la barrera deberá respetar la distancia de un metro y medio entre sí y rociarse previamente con un litro de alcohol en gel.
Lammens querido, el pueblo está contigo, pero apurá con el regreso del fútbol porque la abstinencia nos mata y las ganas de vencer por goleada al Coronavirus, nos hace pensar medidas tan disparatadas como estas.