La vacuna contra el coronavirus que desarrolla la universidad británica de Oxford junto a la farmacéutica AstraZeneca y que sería producida en la Argentina muestró avances "muy prometedores" en sus primeras fases de desarrollo. Superada esa etapa pasó a ser probada en mayor escala en distintos países del mundo, entre ellos Brasil.
Según los resultados de las primeras fases de estudio que se publicaron en la revista médica The Lancet, la vacuna mostró ser segura y generar anticuerpos contra la covid-19. La publicación difundida en esa revista científica antes de los ensayos a mayor escala dio cuenta de que las personas que la recibieron desarrollaron defensas y no presentaron efectos adversos.
La vacuna denominada ChAdOx1nCoV-19, que está siendo desarrollada a una velocidad sin precedentes, está hecha a base de un virus que ocasiona el resfriado común en chimpancés y fue modificado genéticamente para que no pueda ocasionar infecciones en los humanos y se asemeje más al Covid-19.
A pesar de los resultados prometedores el primer ministro británico, Boris Johnson, prefirió calificar como una "exageración" que la vacuna esté disponible para fin de este año. "Obviamente tengo esperanzas, tengo los dedos cruzados, pero decir que estoy 100% seguro de que vamos a recibir una vacuna este año, o de hecho el año que viene, es, por desgracia, una exageración", sostuvo Johnson, quien reservó 100 millones de dosis de esa vacuna en estudio para Gran Bretaña.
Entre las características de la vacuna que se desarrolla en Oxford, la publicación hecha en The Lancet precisó que se transfirieron al virus base de la vacuna los códigos genéticos denominados "proteína del pico" de la covid-19, que es la herramienta que le permite invadir las células humanas, y a partir del cual las personas podrían generar los anticuerpos necesarios para protegerse ante el coronavirus.
Gran parte de la atención en el desarrollo de los antídotos al coronavirus hasta la fecha ha versado en los anticuerpos, que son solo una parte del sistema de defensa inmunológico. Las vacunas que se consideran efectivas inducen a la vez tanto a los anticuerpos como la respuesta de las células T, un tipo de células blancas de la sangre que ayudan a coordinar el sistema inmunológico y pueden detectar qué células han sido infectadas y destruirlas.
Pese a la relevancia de estos primeros descubrimientos, alertaron hay que esperar a la finalización de las pruebas a mayor escala para comprender si ofrece inmunidad y por cuánto tiempo. En cuanto a los efectos secundarios, los científicos determinaron que existen si bien no se consideran peligrosos.
En los primeros ensayos detectaron que un 70% de las personas que participaron en el estudio desarrollaron fiebre o dolor de cabeza aunque esos síntomas pudieron ser tratados con paracetamol.
Esos estudios mostraron que el 90 % de las personas desarrolló anticuerpos neutralizadores tras serles inyectados una dosis y se dio dos dosis a tan solo diez personas, de las cuales todas produjeron más anticuerpos neutralizadores.