Desde Santiago
Los días han vuelto a nublarse en Santiago de Chile, tras un veranito de San Juan atrasado que coincidió con el triunfo en la Cámara de Diputados del proyecto que permitiría retirar el 10 por ciento del dinero ahorrado para la vejez en el sistema de pensiones chilenos conocido como AFP, que hoy pasaría a Comisión Constitucional, antesala de la votación del Senado programada para fines de esta semana o al principio de la próxima semana. Ese es el tema que se ha tomado la agenda noticiosa, las conversaciones y las búsquedas en internet para averiguar cuanto dinero corresponde ese porcentaje, que permitiría sobrellevar una cesantía que va agudizándose este invierno.
Mientras la derecha gobernante está en plena crisis, con tres senadores de la UDI (Unión Demócrata independiente) y 2 de RN (Renovación Nacional) anunciando que votarán a favor del 10%, el golpeado gobierno de Sebastián Piñera anunció el sorpresivo plan de desconfinamiento “Paso a Paso” que, como ya es costumbre, fue anunciado de manera confusa y desprolija.
Una reunión “en off”
Todo comenzó el sábado con una reunión “en off” ante unos setenta periodistas seleccionados. La idea, al parecer era testear reacciones y adelantar posibles crisis comunicacionales. Pero la reunión fue filtrada casi de inmediato en redes sociales generando molestia por el secretismo del encuentro, en momentos en que ya están volviendo cacerolazos y barricadas en puntos clave de Santiago tal como ocurrió desde octubre del año pasado y sólo interrumpido por la pandemia.
No hubo más remedio que reconocer este plan, que formaría parte de una reactivación forzada del país en plena pandemia que evitaría la cada vez más inminente posibilidad de retirar el 10% de los fondos previsionales con que empresas privadas realizan inversiones y negocios desde tiempos de Pinochet. Y lo hizo aprovechando el punto de prensa donde se anuncia, una vez a la semana, el conteo paralelo que lleva el Ministerio de Salud y que incluye a casos sospechosos y atribuibles a la covid-19, que asciende ya a 12.435 decesos (la cifra diaria que no considera esos casos hoy es de 8.633).
Ahí la subsecretaria de gobierno Paula Daza explicó que esta decisión de iniciar el desconfinamiento ya había sido conversada con diversas agrupaciones, incluyendo alcaldes y la llamada “mesa social” que incluye al Colegio Médico de Chile (Colmed Chile), organismo crítico de las acciones del gobierno desde inicios de la pandemia.
Sin embargo, su presidenta, Izkia Siches, negó la existencia de esas conversaciones, acusando a Daza de “faltar a la verdad”. “Plan de desconfinamiento no ha sido presentado en Mesa Social ni a Colmed Chile. Consejo Asesor ha reiterado la relevancia de validarlo previamente. Lamentablemente se repiten los errores del pasado”. Y lo hizo, como se suelen hacer todas las comunicaciones en Chile, a través de su cuenta de Twitter quedando fijado el mensaje.
Reina la confusión
La confusión en Chile ante estos anuncios ha llegado a tal punto, que el propio ministro de salud, Enrique Paris ha debido enfrentar los medios de comunicación desde antes de las 8:00 de la mañana para bajar la tensión. En Radio Cooperativa señaló que este plan fue presentado parcialmente el 10 de julio y Siches estaba presente, pero que el plan completo va a ser presentado este martes y que el “ataque” a Daza “fue un poco injusto”: “Si el Colegio médico, en forma exclusiva, quiere conocer plan, no ningún problema en presentárselo, pero también hay que respetar a los otros gremios. ¿Por qué no a las enfermeras, a los tecnólogos médicos, a los fonoaudiólogos? Tantos gremios que también quieren y se los vamos a presentar”, señaló.
Así, este plan, que aún no es presentado oficialmente, contemplaría cinco etapas: cuarentena, transición, preparación, apartura inicial y apertura avanzada. Esta sería aplicada en forma diferencia, dependiendo de cada zona del país, siendo la idea disminuir las restricciones de forma paulatina, pero que también permitan retroceder a etapas anteriores en caso de que haya rebrotes, todo guiándose por las recomendaciones de la OMS y paneles de expertos. “No es un cambio de cuarentena a desconfinamiento, primero tienen que salir de la cuarentena. Es un paso a paso por lo mismo, se tienen que definir etapas”. Tampoco hay fecha para la vuelta a clases presenciales, indicó.
Hasta ahora, la cuarentena en Santiago se ha respetado de manera relativa: los autos circulan sin mucha fiscalización, los sistemas de reparto de comida repletan las calles y muchas empresas han logrado salvoconductos generales para todos sus trabajadores.