Fue imputado por femicidio el hombre que era pareja de Gisela Fiamaca, la joven de 26 años asesinada en el barrio santafesino Santa Rosa de Lima, el fin de semana. La víctima fue atacada de una puñalada la madrugada del domingo, y Gustavo P. L., de 30 años, quedó detenido por el hecho. Ayer, la fiscal Cristina Ferraro le atribuyó la autoría del homicidio doblemente calificado por el vínculo y por ser perpetrado por un hombre en contra de una mujer mediando violencia de género. “El femicidio fue cometido minutos antes de las 3.30, en la vivienda que compartían, cuando el imputado atacó voluntariamente a la mujer, en un contexto de violencia de género, caracterizado por el ejercicio de violencia física y psicológica”, aseguró la fiscal. Según describió Ferraro, el imputado le dio muerte a la chica "con un elemento cortopunzante". 

Así, "le causó una herida en el pecho que le afectó el pericardio y el corazón, razón por la cual falleció" unas horas más tarde en el hospital Cullen, al que había sido trasladada para su atención.

En tanto, de acuerdo a lo resuelto en la audiencia, las medidas cautelares se debatirán el miércoles. La fiscal Ferraro adelantó que solicitará la prisión preventiva del imputado. 

Según arrojó la investigación, Gisela fue trasladada en un Renault 9 al hospital, donde debió ser asistida quirúrgicamente, y horas después falleció. El acusado declaró que llegó a su casa y encontró a su novia herida por lo que dio aviso a un familiar, pero su relato -apenas ocurrido el hecho- dejó varias dudas y fue arrestado.

"Cínico". "Él quería apartarla de nosotros", dijo ayer a radio Aire de Santa Fe la madre de la chica, quien aseguró que su hija era víctima de violencia machista por parte de su pareja.  Claudia relató que la relación llevaba tres años. "Yo siempre estuve atrás de mi hija, pero ella nunca quiso decir nada, nunca quiso hablar... no sé si él la tenía amenazada...", lamentó. "Gustavo la traumaba, todo el tiempo estaba nerviosa mi hija. Yo iba a verla todos los días, pasaba por la casa, y él siempre estaba ahí. No nos dejaba hablar solas. Él quería apartarla de nosotros", aseguró. Además, reveló que tras el hecho, el acusado llevó a Gisela herida al hospital, envuelta en una frazada. "Estaban en la puerta de terapia y la médica dijo 'le dieron una puñalada en el pecho'. Ahí lo detuvieron a él, en la puerta de quirófano. Cuando la médica dijo lo de la puñalada, mi cuñado se dio cuenta y dijo 'fue él' y lo corrió para pegarle. La policía reaccionó y los agarró a los dos porque no entendían que había pasado", explicó. La mamá de Gisela confirmó que no era la primera vez que Gustavo agredía a su hija: "Ella estaba mal, todos los vecinos la veían con la cara toda marcada. Yo vi todo, toda la maldad que él le hizo, yo la vi. Discutí muchas veces con mi hija por esto, ella me decía que él iba a cambiar. Es un cínico", lamentó.