"La precariedad no genera empleo ni mejora su calidad. En España ya probamos ese camino y tenemos los niveles de desempleo más altos de Europa", indica Cristina Faciaben Lacorte, Secretaria de Internacional y Cooperación de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CC.OO). En diálogo con Página/12, la dirigente sindical explica que gracias al aporte del Estado para pagar salarios (similar al ATP), ésta es la primera crisis económica en la cual España no sufre un salto en el desempleo, aunque se espera que en los próximos meses aumente el cierre de empresas y los despidos.
Faciaben Lacorte advierte que la fragilidad laboral española se basa en la precarización, ya que una cuarta parte de los trabajadores son temporarios. La CC.OO es la organización sindical más importante de España, un actor político de peso y componente ineludible del “diálogo social” entre trabajadores, patronales y gobiernos.
A pesar de que en España ya no hay cuarentena, las entidades sindicales advierten que los problemas económicos van a seguir. ¿Cómo están viendo esta primera etapa posterior al confinamiento?
A pesar de que no hay restricciones generales, hay miles de trabajadores que continúan cobrando el ERTE, por el cual el Estado paga hasta el 70 por ciento del sueldo del trabajador privado. Si bien puede haber situaciones en donde las empresas se aprovechan, en general la ayuda continúa porque no se recupera la actividad. El caso del turismo es el más dramático. Y va quedando claro que una vez que el ERTE se termine, que sería en septiembre, muchos establecimientos no van a abrir. Por otro lado, también hay riesgos latentes de rebrotes, no solo en Barcelona sino también en Madrid y hasta en el campo.
¿Cómo evalúa la respuesta económica del gobierno español ante la pandemia?
Valoramos muy positivamente el ERTE porque una de las particularidades de España es que cualquier fluctuación económica tiene mucho impacto en empleo. Es la primera vez que aquí no hay una destrucción masiva de empleo por causa de una crisis. Por eso nos preocupa que cuando se acaben los ERTES va a haber un fuerte incremento del desempleo. Actualmente tenemos una tasa del desempleo del 20 por ciento
¿Qué papel está jugando la precarización laboral, que es uno de los reclamos históricos de la CC.OO?
Tenemos un grave problema con la precarización laboral. Una cuarta parte del total de los contratos de trabajo son temporales. En España, es muy fácil hacer un contrato temporal, lo cual afecta no solo a los jóvenes sino también a trabajadores con más experiencia. En el país se registran 2 millones de nuevos contratos al mes. Una persona puede llegar a firmar 20 contratos al mes, con plazos de vigencia mínimos. Obviamente, esto es un gran problema a la hora de que las personas puedan desarrollar su proyecto de vida. La temporalidad es parte de una cultura empresarial española. La Reforma laboral de 2012 sancionada por el Partido Popular debilitó la negociación colectiva, generó una devaluación salarial y perpetuó la temporalidad.
La facilidad para contratar y despedir trabajadores es un anhelo de las empresas en Argentina. ¿Considera que tiene impacto positivo en el empleo o es sólo un reclamo de la patronal?
La precariedad no genera empleo ni mejora su calidad. En España ya probamos ese camino y tenemos los niveles de desempleo más altos de Europa. Lo que pasa es que la flexibilidad y bonificación para la contratación no incentiva el empleo, ya que si el empresario no prevé producir más, no va a contratar a alguien.
En la Argentina los empresarios exigen condiciones de trabajo como las que hay en Brasil luego de una reforma laboral muy regresiva. Con todas sus particularidades, en Europa también se debate la competencia a la baja en las condiciones laborales intrazona.
Nosotros ahora estamos enfrentando un duro conflicto laboral con Nissan, que anunció el cierre de su fábrica en Barcelona porque la dirigencia de la empresa en Japón decidió quedarse con la fábrica inglesa. Esto implica la pérdida de 3 mil puestos de trabajo directos y 25 mil indirectos. Algo parecido sucede en la ciudad de Vigo, que está muy cerca de Porto, en Portugal, en donde Citroën amenaza con cruzar la frontera para aprovechar los salarios más baratos. Las empresas extorsionan con irse al Este de Europa. Incluso con su precariedad laboral, España no está entre los países atractivos, porque tiene salarios relativamente altos a los países del Este.
¿Cuáles son los ejes del debate alrededor de una nueva legislación de teletrabajo?
Todavía no hay una ley específica sobre teletrabajo y la idea es que esto avance con diálogo social y consenso sindical y patronal. Sin embargo, hay mucha presión de las empresas porque no quieren saber de nada con las compensaciones para el trabajador no tenga que afrontar los costos del teletrabajo y tampoco aprueban la idea de la desconexión digital. Hay muchísima gente continúa con teletrabajo porque las empresas prefieren que no vayan al establecimiento.