Desde Soci@s de Página/12 convocamos a dos representantes de Comuna Argentina para que presentaran los lineamientos y aspiraciones de este colectivo de intelectuales que busca recuperar la tradición de debate de Carta Abierta, pero pensado desde el lugar de la crítica.
Acá los pasajes más destacados de la conversación:
Para Dora Barrancos el surgimiento de Comuna responde a una necesidad imperiosa en estos tiempos y "enraiza en nociones que son muy caras como la lucha por un mundo más justo y antipatriarcal. Ha sido una manifestación imprescindible que tiene que crecer en su composición, en un gran movimiento amplio en donde quepan todas, todos y todes quienes están de acuerdo en trabajar y accionar por un mundo más redistributivo y mucho más ampliado en ciudadanía".
Por su parte, Jorge Alemán hizo un exhaustivo análisis de lo que implica el espacio de lo común y cómo se inserta en el capitalismo contemporáneo: "Una de las características del modo de acumulación y de concentración actual es precisamente intentar capturar a todos los lazos sociales y producir la subjetividad de tal modo que ese espacio de lo común sea muy difícil de poder afrontar como materia de trabajo, es decir, el capitalismo tiende a producir partes temáticos, concentraciones, en lugares de exposición que son absolutamente apropiables, mientras que lo común, lo que procede de la comunidad, precisamente debe consistir en aquello que es inapropiadable por el capitalismo". En este sentido, remarcó qué es lo que hay de igualitario en lo común, dado que "lo común no es ni la uniformidad de las masas ni la equivalencia que establece el capitalismo con respecto al intercambio de las mercancías en su relación capital-trabajo. Por el contrario, es precisamente lo que se sustrae a esto, entonces lo común exige un trabajo y el intelectual deviene en una suerte de traductor, alguien que se puede establecer como puente o conexiones entre esos diversos trabajos".
"Hay algo muy interesante de lo común y es que no se puede cerrar identitariamente, en todo caso, frente a las identidades establecidas o ya administradas por los distintos dispositivos de poder, lo común vendría a ser anterior y de algún modo atraviesa y perfora las identidades", Jorge Alemán
Ambos referentes destacaron el énfasis que pone el colectivo por abrazar la diversidad y destacar la concepción de un sentido de igualdad que no debe ser confundido con la homogeneidad o con la equivalencia. "En la igualdad no hay nada que se pueda volver ni equivalente ni homogéneo, la comunidad se construye desde la diferencia, porque la verdadera diferencia no tiene otro destino para realizarse como tal que en el ámbito de lo común, es decir, no pensamos lo común como un para todos lo mismo, porque esto responde a una lógica masculina y patriarcal, sino que lo común se manifiesta como el lugar en donde la verdadera diferencia puede jugar y desplegarse", señaló Alemán.
En el mismo sentido, Barrancos aseguró que "somos gente en deriva, entendemos la comuna como un espacio que puede convocar a una enorme diáspora, nada monolítica, y sin abonar principios dogmáticos, en que la estabilidad está marcada por el objetivo último de que efectivamente se extingan las injusticias. Comuna se abre a una perspectiva pluridimensional para repensar la comuna que queremos".
También abordaron la gestión de la pandemia y su incompatibilidad con el capitalismo: "Hay una incompatibilidad estructural entre el capitalismo y la salida de la pandemia porque éste se caracteriza por ser una estructura acéfala, es decir, se sabía que iba a haber una pandemia, pero no hubo nada que desviara el curso del capitalismo".
Asimismo señalaron y destacaron la gestión del gobierno en un contexto en el que los países centrales, que forman parte de la órbita del poder mundial, no están interesados en que se salven vidas en América Latina: "El ejercicio de la cuarentena promovida desde el gobierno ha sido un gran acto de resistencia social. El hecho de cuidar las vidas en Argentina ha sido un estado de movilización, no ha sido un acto pasivo que puede reducirse pura y exclusivamente a su dimensión sanitaria, porque cuidar las vidas en América Latina no es algo que esté en el plan de ninguno de los poderes mundiales".
"Argentina tuvo la determinación de proteger la vulnerabilidad y esto sería impensable si no hubieran operado uno de los grandes tesoros simbólicos que son sus movimientos sociales, su relación con ciertos sentidos de lo comunitario, las gramáticas comunitarias y ciertas prácticas militantes", Jorge Alemán
Asimismo se refirieron a los movimientos anticuarenta: "Las encuestas al mes de realizada la primera fase de la cuarentena indicaban que había un acatamiento de más del 70 por ciento de la opinión y esto generó una necesidad por parte del establishment de un montaje rápido de adversidad que dio pie localmente a una resistencia anticuarentena variopinta", aseguró Barrancos.
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