"Tengo muchas ganas de volver a jugar. Queda un proceso de la recuperación donde definiré detalles personales para ver cómo me siento pero está todo encaminado para volver a jugar". Fernando Gago atraviesa la recta final de la rehabilitación de una lesión de ligamentos cruzados en su rodilla izquierda, y sueña como cuando era niño. En una entrevista con el sitio de Vélez, reveló las sensaciones que lo rodean.
Esta es la quinta extensa rehabilitación que lleva a cabo el mediocampista de 34 años, que se escuda en su familia para pasar los malos tragos: "Ya saben manejar mejor que yo. Cuando la locura, el dolor, la bronca y la impotencia jugaban un papel importante fueron los momentos donde más fácil me la hicieron en casa. En esos días donde no tenés ganas de ir al gimnasio, Gisela (Dulko) y mis hijos me acompañaban y me dieron un plus para entrenar bien".
Dentro de la negatividad de la lesión, la pandemia por el coronavirus le otorgó más tiempo y no lo dejó tan rezagado respecto al resto: "Jugó a favor. Al no haber tantos partidos, no estar en el día a día y estar mucho tiempo en casa, la recuperación es más tranquila y llevadera. Quizás hoy podría estar diciendo que no estaría ni cerca de volver a jugar".
Gago mantiene una rutina diaria regida por los tempranos horarios que manejan sus hijos. Comidas, auxilio escolar para sus chicos y gimnasio (a veces en doble turno) es su jornada promedio. Sigue a rajatabla los ejercicios encomendados por su kinesiólogo, pero ya fue incluido en algunos entrenamientos grupales por la aplicación Zoom con el resto del plantel velezano.
"Es algo lindo que la gente reconozca el esfuerzo que hago por volver a jugar. Lo hago porque me gusta jugar a la pelota. Eso me lleva a seguir luchando por entrar a jugar en una cancha de fútbol", concluyó.