La crisis sanitaria que abrió la pandemia obligó al Gobierno a reconfigurar políticas en función de la amenaza del virus. El caso de Carolina Brandariz, quien conduce la primera Dirección de Cuidados que existe en el país, dentro del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, es un ejemplo de ello: la joven funcionaria, en este contexto, está a cargo del programa El Barrio Cuida al Barrio. El enorme despliegue territorial que implica el programa, según Brandariz, hará que continúe respondiendo a otras necesidades a medida que la cuarentena se vaya flexibilizando. "Servirá, por ejemplo, para ayudar con el proceso del Registro de Trabajadores de la Economía Popular (RENATEP)", explica en diálogo con Página/12. Con respecto a lo inmediato indica que "en este contexto el aporte que podemos hacer es que en cada distrito esté lo suficientemente preparado, articulado y unificado para sintetizar rápidamente la información y poder acercársela al sistema de salud de forma urgente".

- ¿Cómo viene funcionando el programa en el último tiempo?

- Por una cuestión epidemiológica ahora estamos trabajando fuertemente en la provincia de Buenos Aires, porque allí está ocurriendo lo que ocurría en la Ciudad de Buenos Aires aproximadamente hace un mes: está en ascenso la curva de contagios. Actualmente las postas comunitarias de El Barrio Cuida al Barrio sirven para la articulación con el sistema de salud de cada distrito, que muchas veces se logra trabajando junto al el programa DetectAr del Ministerio de Salud. Siguen sostenidas por promotores comunitarios, que son referentes de las organizaciones del barrio. Hasta ahora, con este programa, instalamos 133 postas en 22 distritos del AMBA, relevamos 6600 hogares para identificar a la población de riesgo. Además trabajamos con jornadas de entregas de garrafa social, vacunación antigripal, capacitación de género, todo lo tendiente a lograr la cercanía del Estado y garantizar el mayor aislamiento posible en los barrios populares.

-¿Cómo será la implementación del programa en esta nueva etapa de mayor flexibilización del aislamiento?

- Vamos a continuar con la prevención y la articulación con el sistema de salud en la búsqueda de casos sintomáticos. Es clave el rastrillaje por los distintos barrios populares. En algunos distritos también tenemos articulación con Cascos Blancos, que se encargan de armar cuadrillas de rastrillaje y visitar casa por casa. En otros distritos lo hace el propio sistema de salud. En este contexto, el aporte que podemos hacer es que en cada distrito se esté lo suficientemente preparado, articulado y unificado para sintetizar rápidamente la información y poder acercársela al sistema de salud de forma urgente porque, en general, quienes más rápido se enteran que hay un caso son los mismos vecinos. El Barrio Cuida al Barrio es la plataforma de confianza para que cualquier persona que tiene síntomas avise, se vaya a hacer el test y sepa que va a quedar en situación de aislamiento.

- A medida que se vaya desarticulando la cuarentena, y aprovechando esa territorialidad del programa, ¿la idea es transformarlo en función de necesidades más ligadas a lo económico?

- Si, totalmente. Servirá para ayudar con el proceso del Registro Nacional de Trabajadores de la Economía Popular (ReNaTep), en las postas comunitarias podemos inscribir en este registro. Eso nos va a permitir datos fehacientes respecto de todo el universo de personas que no poseen ingresos en blanco y que forman parte de la economía popular. El IFE se calculó sobre una población de cuatro millones de personas, y terminaron siendo 12, eso demostró que nos faltan datos oficiales de cómo está compuesto ese universo. Tenemos que saber si trabajan en la construcción, en la producción de alimento, en tareas de cuidado, en el sector textil o en el de reciclado y en base a eso proponer esquemas vinculados al trabajo desde el programa Potenciar Trabajo. 

-Este gobierno es el primero que tiene una Dirección de Cuidados Integrales en Desarrollo Social. ¿Qué políticas están llevando adelante con respecto a ese tema?

- Durante la cuarentena estos trabajos, que principalmente cumplen las mujeres, se intensificaron y profundizaron. Hay una crisis del cuidado porque con el aislamiento no contamos con la institución escuela y porque no se pueden contratar servicios de cuidado. En ese sentido es muy importante pensar en procesos de valorización social y económica del cuidado, y que pueda ser una puerta de trabajo y de certificación de estudios. En esta dirección estamos trabajando en procesos de profesionalización. Tenemos una experiencia en la Ciudad de Buenos Aires de cien trabajadoras que se formaron en el cuidado de personas mayores, crearon una cooperativa que llamaron Cuidar y pasaron de cobrar el dinero del plan Potenciar Trabajo a percibir el salario de convenio. En el contexto de la pandemia muchas mujeres están siendo las que cuidan no solo a los miembros de sus familias sino también a sus barrios, por ejemplo trabajando en los comedores. Es tremendo porque muchas cuentan que se cuadruplicó el trabajo y la demanda. Tenemos mucho para trabajar con respecto a este tema.

Informe: Melisa Molina.