Empezó a aplicarse en la ciudad brasileña de San Pablo la primera vacuna contra el coronavirus desarrollada por un laboratorio chino. De forma voluntaria recibieron las primeras dosis 890 médicos del Hospital de las Clínicas paulista. Esta es la segunda vacuna en fase de estudio que está siendo testada en Brasil. El avance de investigaciones paralelas tiene como trasfondo la guerra política entre el presidente Jair Bolsonaro y el gobernador paulista Joao Doria. Antiguamente aliados, hoy se disputan la cura de la covid-19. En Brasil ya se registraron más de 2.100.000 casos positivos, en tanto que el número de muertos por la covid-19 supera los 80.000.
China desembarcó en Brasil para avanzar en el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus. Se trata de un trabajo conjunto entre el Instituto Butantan, el principal centro de referencia inmunológico de Brasil, y la farmacéutica china Sinovac, responsable por la producción. La previsión del gobernador de San Pablo es probarla en cerca de 9.000 profesionales de su estado y todo el país. "Hoy es un día histórico porque acabamos de asistir a la aplicación de la vacuna CoronaVac en el primer voluntario, una médica del Hospital de las Clínicas", aseveró Doria. El gobernador paulista estimó que la tercera fase del estudio, la última antes de su homologación, podría concluir en un período de 90 días. En caso de resultar efectiva la fabricación de la vacuna podría empezar a principios de 2021.
El procedimiento incluye la aplicación del placebo a la mitad de los voluntarios, aunque los mismos no van a ser informados sobre el componente que se les suministra. El gobernador paulista explicó el trabajo con el laboratorio chino Sinovac. "Durante los próximos tres meses los voluntarios serán acompañados por un equipo científico, con acompañamiento incluso de supervisores internacionales debido al hecho de que esta es una de las más avanzadas vacunas del mundo que entra en la tercera fase, ya habiendo superado las fases 1 y 2 con gran éxito", dijo Doria. Por su parte, el presidente del Instituto Butantan, Dimas Covas, celebró que el gobernador haya avanzado en esta investigación. “Es un día histórico y de alegría (…). San Pablo está mostrando a Brasil y al mundo como hay que proceder", enfatizó el médico. Además informó que de continuar las investigaciones el país podría ser el primero en aplicar la vacuna de forma masiva.
El Hospital de las Clínicas de la facultad de Medicina de la Universidad de Sao Paulo (USP) es el centro coordinador del estudio clínico. Además la investigación avanzará progresivamente en otros 11 centros de seis estados brasileños. "Este es un paso fundamental en el enfrentamiento de la covid-19. Además de ser el principal centro de atención a pacientes graves con la enfermedad del país y con diversos protocolos de investigación, ahora nuestros profesionales también podrán ayudar con los test clínicos sobre la vacuna", explicó Esper Kallás, profesor titular de Molestias Infecciosas y Parasitarias de la USP. Un total de 20.000 dosis de la CoronaVac aterrizaron el lunes en el Aeropuerto Internacional de Guarulhos, en San Pablo.
Por su parte, Bolsonaro sigue impulsando la vacuna que la Universidad de Oxford estudia en el país. Aplicada en 50.000 voluntarios en todo el mundo, la vacuna británica ya fue testada en más de 1.300 brasileños. La previsión del gobierno es llegar a un total de 5.000: 2.000 en Sao Paulo; 2.000 en Bahia (nordeste); y 1.000 en Río de Janeiro, bajo la conducción de la Universidad Federal de Sao Paulo (Unifesp) y la Fundación Lemann.
Tras los ensayos clínicos realizados en más de 1.000 voluntarios en el Reino Unido, el lunes se publicaron los resultados de las primeras fases del estudio británico. Los hallazgos demuestran que la vacuna parece segura y prepara el sistema inmunológico, según la información que dio a conocer la revista médica The Lancet. La investigadora de la Universidad Federal de Sao Paulo Costa Clemens expresó la importancia de estos resultados. "Sabíamos que la vacuna promovía una respuesta de anticuerpos en más del 95 por ciento de las personas, pero desconocíamos su calidad", sostuvo la especialista.