La contrapropuesta de los principales acreedores de la deuda argentina no tiene el visto bueno de todos los inversores. Esta semana el CEO de Greylock Capital, Hans Humes, planteó que los grupos liderados por BlackRock no están actuando de buena fe.
“No se está negociando de buena fe”, planteó el ejecutivo. Además agregó que su fondo de inversiones aceptó la propuesta del equipo de Economía presentada ante la SEC y que decidió irse del comité de bonistas ACC (Acreedores de la Argentina). Es una información que deja descolocado, una vez más, al ex ministro de Economía Alfonso Prat-Gay, quien entregó todo lo que pidieron los fondos buitre al comienzo del gobierno de Macri. Había afirmado que la estrategia del gobierno de Alberto Fernández fue errada porque unió a los grupos acreedores. La realidad lo desmintió y lo vuelve a dejar como vocero de los intereses de los fondos acreedores.
El lunes este grupo ACC junto con Ad Hoc y Exchange lanzaron un comunicado conjunto en el que rechazaron la última oferta del Gobierno pero dejaron abierta la posibilidad de seguir negociando para alcanzar un acuerdo en el corto plazo.
La contrapropuesta de estos bonistas tiene un valor de recupero algo mayor al 56 por ciento y un cupón promedio para los bonos del 3,4 por ciento.
Postura oficial
Desde el Palacio de Hacienda reiteraron que se hizo todo el esfuerzo posible para alcanzar un acuerdo con los bonistas y la Argentina no tienen condiciones de seguir ofreciendo más dinero sin generar problemas en la capacidad de repago de los nuevos bonos.
Por otro lado el presidente Alberto Fernández volvió a indicar que las condiciones contractuales que ofrece el país para reestructurar los bonos son parte de un estándar global para resolver problemas de deuda de países soberanos.
Por ello aseguró que la Argentina no puede modificar estas reglas contractuales en función de lo que quieren fondos de inversión. El tema legal de las cláusulas de los contratos del canje es uno de los puntos de diferencia entre el país y Blackrock.
Distintos acreedores
Entre los inversores, sin embargo, no existe consenso sobre este punto. Por ejemplo Greylock aseguró que no tiene problemas en este punto para aceptar la propuesta argentina. Esto mismo ocurre con el fondo Fintech de David Martínez.
Gramercy y Oaktree son otro grupo de bonistas que aseguraron su participación en el canje argentino.
El principal problema para cerrar con éxito la reestructuración es que Ad Hoc, Exchange y ACC (con los inversores que se mantuvieron en el comité) tiene una porción de casi el 30 por ciento de los títulos en circulación y capacidad de trabar el canje.