Desde la Asociación de Trabajadores Rurales y Estibadores de Salta (Atres) y la Cooperativa Inclusión Social Argentina (Insoar) de Rosario de Lerma emprendieron la producción hortícola como alternativa a la producción del tabaco. Por ello, firmaron un contrato de comodato con el empresario Néstor Lopez. En este se dejó asentado el comodato por cinco años, con la posibilidad de extenderlos otros cinco años más, para trabajar quince hectáreas de tierra. El acuerdo establece que los trabajadores deberán hacerse cargo del arriendo de las tierras una vez que empiecen a producir y comercializar.
"La forma de producir es asociativa" explicó a Salta/12 el titular de la Federación de Trabajadores Agrarios de la Actividad Primaria (FeTAAP), Ernesto Ojeda. Aseguró que la idea se originó debido al gran número de trabajadores excluidos que existían en la localidad por dos razones: la primera por el trabajo temporario de la cosecha del tabaco y la segunda, por el reemplazo de la mano de obra por maquinarias que las empresas tabacaleras decidían comprar.
Ojeda dijo que los empresarios están "acostumbrados a las ganancias y las ayudas", pero "nosotros no". "Los trabajadores están desplazados producto del impacto de las nuevas tecnologías por lo que nosotros queremos generar la posibilidad de empleos", especificó. La secretaria administrativa de Atres, Gabriela Reartes dijo que "la tecnología avanza, se compran aparatos que hacen nuestros trabajos y nos reemplazan”.
Ante ello, se buscaron alternativas de empleos vinculadas a la producción de hortalizas y se acordó el arriendo con el empresario Lopez, quien también posibilitó "un galpón de varios metros y que estará dedicado para el acopio y comercialización de la producción", señaló el titular de la FeTAAP.
La coodinación del trabajo en las quince hectáreas la están llevando adelante doce trabajadores de la Cooperativa Inclusión Social Argentina. “El empleo surge por la falta de trabajo en invierno ya que se acaba la temporada del tabaco y nos quedamos en la nada" contó a Salta/12 uno de los doce trabajadores, Javier Reartes. Dijo que desde Atres le llevaron la propuesta de producción, ellos aceptaron y ya trabajan desde abril.
El trabajador manifestó que en medio de la cuarentena obligatoria y con la necesidad de subsistir iniciaron la limpieza del terreno con sus propias manos y un tractor prestado. A partir de ese primer momento, intentaron plantar dos veces, pero por las inclemencias climáticas no se prosperó. En su tercer intento, “conseguimos más tierra y más compañeros se animaron a trabajar” y hasta hoy es la plantación que controlan con distintos grupos de trabajo. Si bien, a la producción la conducen los doce trabajadores cooperativistas, hasta julio ya se pudieron contabilizar alrededor de 50 personas trabajando.
“Nosotros estamos acostumbrados al campo y no fue muy difícil adaptarnos a la plantación de verduras” expresó el trabajador. Agregó que "sabemos trabajar porque acá la mayoría de los compañeros trabajaron la tierra desde los doce años”. “No fue difícil comenzar así que seguimos adelante”, subrayó.
Ojeda explicó que el acuerdo con Lopez no consiste en ceder las tierras. "No nos regala nada porque se va a asegurar de cobrar después de la producción", señaló. En ese sentido, subrayó que "el comodato no es gratis" porque los trabajadores tendrán que pagar el arriendo y los servicios públicos que utilicen. No obstante, destacó que después de largos planteos con el empresario, "entendió que hay laburo responsable" de parte de los trabajadores y aceptó la propuesta.
El acuerdo, entre otras cosas, permite a los trabajadores llevar adelante una mejor preparación de la tierra y atender a los tiempos de la producción. Además, que "no estan dependiendo si este año van a ser llamados a la cosecha y recién saber si tienen trabajo o no”, dijo Reartes.
La secretaria administrativa señaló también la dificultad para conseguir trabajo en una localidad donde históricamente se dedicaron a la actividad tabacalera. "Terminan las producciones del tabaco y son miles los trabajadores que se quedan sin trabajo”, expresó. "A esos miles hay que sumarle que muchos no tuvieron la oportunidad de estudiar y algunos solo tienen hasta séptimo grado”, manifestó. “Para conseguir ahora un trabajo tenés que saber computación y tener muchas otras herramientas que nosotros no tenemos”, cuestionó Reartes.
De acuerdo a un informe que se publicó en 2018 desde la Secretaría de Agroindustria del Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación, Rosario Lerma es el cuarto departamento de Salta que concentra la cosecha del tabaco. En el podio estan Cerrillos, Chicoana y General Guemes.
Producir a gran escala
La iniciativa no está direccionada para una producción de subsistencia sino para la "produccion en volumen que garantice un ingreso para el que trabaja la tierra", dijo Ojeda. "Es digno el laburo, pero necesitamos que el ingreso también lo sea porque lo que queremos es que no se pierda la identidad del trabajador" y "que tenga la posibilidad de comercializar en grande", aseguró.
Detalló que la idea es comercializar en los mercados centrales de Salta y que se puedan generar distintos puntos de ventas entre los que participaron en el proceso y nuevos trabajadores.
Por su parte, la secretaria administrativa agregó que se trata de "una oportunidad para que empecemos a producir a gran escala y donde cada compañero logre entender que se trata de un esfuerzo que se realiza para un futuro mejor”, enfatizó. Para eso, los trabajadores anhelan que lo impulsado hace meses sea visto por el actual Gobierno Nacional. Y en ese sentido, sea reconocido como una actividad productiva que pueda resguardarse en el programa Potenciar Trabajo.
Esta política que nace desde el Ministerio de Desarrollo Social de Nación permite que se cobre un sueldo similar al salario mínimo vital y móvil y, a la vez, se acceda a las herramientas necesarias para continuar la producción. Los trabajadores de Rosario de Lerma consideraron que su actividad puede entrar en ese plan lo que permitiría acceder a maquinarias como tractores para garantizar un mejor trabajo.
Reartes consideró que en la localidad existen tierras que “no se están trabajando y nosotros la necesitamos para producirla y vender lo que de allí cosechamos”. La autoridad gremial contó que con este primer acuerdo con López, la idea es que se puedan cerrar otros más. “Somos muchos y es muy poca tierra a pesar que veamos que son muchas hectáreas”, señaló.