Un informe elaborado por el Observatorio Gente en Movimiento advirtió que el 31 por ciento de las familias porteñas cuyos hijos son alumnos en colegios privados analiza cambiarlos al sistema público educativo, mientras que el 49 por ciento de las que tienen prepagas abandonaría esa cobertura sanitaria.
Las razones por las cuales se producirían estos cambios de consumo se deben a la crisis económica desatada tras la pandemia de coronavirus. Y de concretarse la totalidad o buena parte de estas tendencias, entrarían en riesgo de “desborde” los sistemas públicos de educación y atención en hospitales de la Ciudad de Buenos Aires.
Así lo advierte el informe elaborado por el organismo coordinado por la diputada nacional Gisela Marziotta, que remarcó la necesidad de que el Estado prevea los dispositivos institucionales para contener esa posible demanda de la población porteña más golpeada por la crisis.
Colegios públicos porteños: el problema de las vacantes
El relevamiento precisó que el 31 por ciento de las familias con hijos en colegios de gestión privada está considerando cambiarlos a una escuela pública. Este traspaso “implicaría una demanda adicional de 93.310 vacantes en las escuelas de gestión pública, lo cual supone 9 mil vacantes adicionales con respecto a la medición de junio”, dice el estudio.
Esto no solo agravaría la tendencia de los meses previos a las inscripciones que ocurren al inicio del sistema lectivo sino que, además, pondría al sistema en una encrucijada. "La educación de gestión estatal en la Ciudad podría verse desbordada si no se plantean políticas urgentes que atiendan a una nueva demanda de vacantes, a raíz de las consecuencias económicas que la pandemia está generando en las familias porteñas", advirtió el texto.
La salud pública en la Ciudad
La otra alerta se enciende en el sistema de salud estatal de la Capital Federal, puesto que, según el informe, “el 49 por ciento de los porteños que tienen una cobertura de salud privada, sea obra social o prepaga, está considerando dejar su cobertura actual y pasar a ser usuario de la salud pública".
"Este dato tiene una implicancia particular en la Ciudad, ya que es un distrito con un alto grado de privatización en el ámbito de la salud, y donde tan solo el 18,7 por ciento se atiende en establecimientos públicos", resaltó Marziotta.
Con estos datos, la salud pública en la Ciudad "tiene en el horizonte cercano desafíos” y, "de no haber cambios, esta presión sobre el sistema de salud se traduciría en 936 mil nuevos usuarios en el sistema de salud público, esa oleada implicaría un aumento del 173 por ciento de la demanda actual".
El estudio del Observatorio Gente en Movimiento subrayó que esos puntos, sumado a la falta de espacios verdes y los casos de delitos virtuales, llevan al dato de que uno de cada dos porteños se iría a vivir a otra ciudad para tener una mejor calidad de vida.