Investigadores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) desarrollaron el prototipo de un robot autónomo, cuyo objetivo es rociar químicos sanitizantes en espacios donde hay altas concentraciones de coronavirus. Así, se busca disminuir la proliferación de la enfermedad y resguardar la salud del personal de limpieza.
“Esta es una iniciativa que nació en la universidad pública, donde juntamos diferentes saberes que teníamos disponibles en diferentes laboratorios”, explicó al Suplemento Universidad el director del proyecto, Fernando Massaro. “Tenemos una trayectoria vinculada a trabajos con la ANMAT, y presentamos el diseño del robot sanitizador para espacios abiertos, semiabiertos y cerrados que fue apoyado por la Comisión de Investigación Científica de la Provincia de Buenos Aires y el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación”, comentó.
El robot, que se desplazará automáticamente con un chasis de 70 centímetros de diámetro gracias a un radar capaz de detectar los objetos a su alrededor, tendrá una reserva de agua y otra de productos químicos que le permitirán trabajar por dos horas seguidas en múltiples espacios. “Lo que se busca es poder aplicar estos productos químicos de los cuales se necesitan muy bajas dosis para que sean efectivos”, puntualizó Massaro.
Otra de las metas que tiene esta iniciativa es que los trabajadores no tengan que exponerse a masivas concentraciones virales. En ese sentido, el investigador de la UNLZ remarcó que “los productos sanitizantes, si están en contacto con las personas en altas dosis, pueden ser perjudiciales”; por lo que, con el uso del robot, se evita el contagio a las personas y además la intoxicación por los químicos.
El proyecto todavía se encuentra en una fase temprana. Desde el grupo investigador de la UNLZ se alienta a que participen “empresas aliadas a las universidades” y del rubro de sanidad. “La idea es que puedan formar parte desde el principio para tener listos los equipos lo antes posible y que puedan ser hechos con el esfuerzo nacional”, puntualizó Massaro. Actualmente están involucrados el instituto de Investigaciones en Ingeniería Industrial (I4), el Instituto de Investigaciones de Tecnología y Educación (IIT&E) y la ya mencionada Facultad de Ingeniería de la UNLZ.
Más allá de que una de las motivaciones que saca adelante esta iniciativa sea poder combatir al COVID-19, Massaro detalló que detrás de este proyecto hay “una filosofía de trabajo”, que es “muy importante poner al conocimiento, la ciencia y la tecnología al servicio de la sociedad”. “Creo que es una misión fundamental de la universidad pública. Estamos tratando de aportar nuestro grano de arena, y de tener el prototipo funcional lo antes posible”, aseguró.