Seis de cada diez empresas de supermercados registraron caída de ventas en junio, de las cuales la mayoría tuvo bajas que llegaron hasta el 20 por ciento, pero hubo otras que afirman haber tenido mermas de hasta el 40 por ciento. Esta es una de las conclusiones del estudio cualitativo del Indec sobre la marcha del consumo masivo en medio de la pandemia. La baja de las ventas es un reflejo del deterioro en los ingresos de los hogares, que resignan consumo de bienes esenciales incluso en un contexto en donde naturalmente se achican otros gastos.

Según la encuesta del Indec, en junio el 60,5 por ciento de los supermercados tuvo caída de ventas, mientras que un 26,3 por ciento dijo que la actividad se mantuvo. En cambio, un 13,2 por ciento dijo que sus ventas crecieron el mes pasado. Fuentes del sector explican que luego del pico de consumo que se verificó con el comienzo de la cuarentena, a fines de marzo, vinculado a un motivo precautorio y de fuerte incertidumbre, las ventas mostraron un desempeño regular. Por un lado, esto llama la atención porque el consumo masivo es uno de los pocos gastos que los hogares mantuvieron en cuarentena, a diferencia de las comidas fuera del hogar, las salidas recreativas o las compras en los shoppings, por ejemplo.

Sin embargo, la baja de ventas en supermercados es consistente con el fuerte deterioro del empleo y los ingresos a causa de la pandemia. En los últimos meses se produjeron las peores caídas en el empleo registrado desde la crisis de 2002.

En el caso de los autoservicios mayoristas, el panorama es algo mejor que para los supermercados. El 35,7 por ciento de los encuestados observó caída de ventas, mientras que el 42,9 por ciento de los mayoristas indicó que no observó cambios. En tanto, el 21,4 por ciento tuvo aumento de las ventas.

"En el último mes, la proporción de empresas que declaró un aumento en sus ventas se redujo respecto de lo declarado para mayo, tanto para el caso de los supermercados como para el de los autoservicios mayoristas", advierte el Indec.

El 10,5 por ciento de los supermercados admite que evalúa el achicamiento de la plantilla de personal, mientras que entre los mayoristas, ese porcentaje alcanza el 14,3 por ciento. "Las expectativas de cambios en el empleo, tanto para las empresas de supermercados como para los autoservicios mayoristas, se mantuvieron prácticamente estables desde el inicio de la pandemia", afirma el Indec.